Los 3 mejores motores de Honda

honda nsx type r

Honda ha hecho historia con sus motores.

Los japoneses, al igual que los europeos y en contraposición a los estadounidenses, buscaron la máxima eficiencia de sus motores. Honda contó además con una dilatada experiencia en motorsport, como fueron sus muchos años (y triunfos) en Fórmula 1 motorizando a equipos como McLaren.

Hoy, repasamos los tres mejores motores de la marca, aunque habría hueco para alguno más. Y seguramente coinciden con los tres mejores coches de Honda, por cierto. Una excelencia en el campo de las unidades de potencia que, unido a las demás áreas, dieron lugar a bólidos emblemáticos.

Motor B16B: el corazón del primer Honda Civic Type R

Honda Civic Type R EK9.
Honda Civic Type R EK9.

El B16B es un motor de 1,6 litros y 4 cilindros en línea atmosférico. Genera 182 CV de potencia y 160 Nm de par máximo a la 7.500 rpm, con un techo de 9.000 rpm para el corte de inyección. Es un bloque pequeño que no parece gran cosa, pero esconde una tecnología genial: el VTEC.

El VTEC es el sistema que diseñó Honda de distribución variable, que permite aumentar el flujo de la mezcla de aire y carburante a partir de ciertas revoluciones. En el caso del B16B, a partir de las 6.200 rpm.

Este bloque fue usado en el Honda Civic Type R EK9, el primer Civic Type R de la marca. Además, la mecánica interna de ese motor derivó de la del Honda Integra Type R –que usó el motor B18C5–, siendo un poco más alto y con mayor recorrido de bielas.

El Honda Civic Type R EK9, en detalle

El bajo peso del Civic Type R EK9 y el tirón extraordinario que ofrecía el sistema VTEC lo llevaron a marcas de velocidad sensacionales. En su época fue todo un quebradero de cabeza para la policía japonesa durante carreras ilegales como la de los Kanjozoku en el Loop de Osaka y un rival muy poderoso en los circuitos bajo preparaciones como las de Spoon Sports.

Motor V6 C30A: potencia y mocasines para conducir el NSX

Motor del Honda NSX.
Motor del Honda NSX.

Si cazaste la referencia, te llevas el respeto de esta redacción. Temas a parte, el bloque V6 C30A de 3 litros y su posterior evolución C30B de 3,2 litros impulsaron al famoso Honda NSX de primera y segunda generación –o Acura NSX, según el lugar– con hasta 294 CV y 304 Nm de par máximo. Y cómo no, bajo el amparo del sistema VTEC y en posición central trasera.

La base de este bloque está en el V6 de 2,7 litros DOHC (con doble árbol de levas) del Honda Legend, pero se retocó a conciencia para alcanzar en la primera versión prototipo (el C27A1) los 274 CV y aguantar hasta las 9.000 rpm.

Gracias a la experiencia en competición, Honda incorporó al motor del NSX soluciones innovadoras, como la inyección de combustible exacta controlada de forma electrónica para cada cilindro bajo parámetros de velocidad, mezcla y presión atmosférica; control mediante un procesador de 8 bits del ángulo del acelerador y cigüeñal, presiones diversas de líquidos y fluidos del colector de admisión, etc.

Un motor sencillamente espectacular que dio vida a una leyenda como el NSX, que marcó época y que fue puesta a punto por el mismísimo tricampeón del mundo de Fórmula 1, Ayrton Senna.

Motor F20C: un bloque que batió récords con el Honda S2000

Motor F20C de Honda S2000 en un BMW E30 de circuito.
Motor F20C de Honda S2000 en un BMW E30 de circuito.

El F20C fue un motor de 4 cilindros en línea DOHC-VTEC de 2,0 litros y capaz de producir 241 CV y 208 Nm de par máximo con un techo de 9.000 rpm. Y por si ya estás haciendo cálculos, vamos con ello: 120 CV por litro de cilindrada. Esta cifra convirtió al motor del Honda S2000 en el bloque atmosférico de producción en serie con la mejor relación de caballos por litro de su tiempo.

Un nuevo estándar de potencia que ostentó durante varios años, y eso que Honda ya había hecho algo similar con los motores citados anteriormente. Como curiosidad, el motor se colocó en posición central, justo por detrás del eje delantero del S2000.

Fue un coche con un trabajo de ingeniería soberbio detrás. El chasis en estructura X-bone, piezas del propio NSX como el diferencial autoblocante de aluminio (LSD) o un sistema de suspensiones  traído de la competición, hicieron al Honda S2000 ser un coche querido por todos.

Y rápido. Podía hacer el 0 a 100 km/h en solo 6,2 segundos y alcanzar los 241 km/h de velocidad máxima. Una genialidad mecánica muy cotizada hoy en día, como el Civic Type R EK9 y el NSX. Y cotizado, por cierto, es su cuadro de instrumentos digital. Un estilo retro que es compatible con muchos Hondas y que los aficionados buscan incansablemente con precios exorbitantes. 

Clásicos muy modernos y de un rendimiento que poco tiene que envidiar a los coches de hoy en día. Menos si cabe, en circuito. Motores que hicieron historia no solo en potencia, sino en eficiencia, consumos y fiabilidad.