La prueba del Toyota Yaris GR nos confirmó lo que pensábamos: estamos ante uno de esos coches locos que cada cierto tiempo aparecen en el mercado. Piezas que no tienen demasiado sentido y que resultan inventos bastante arriesgados para las propias marcas. Sin embargo, en su objetivo de innovar y de ofrecer algo diferente a sus clientes, dejan de lado la razón y se guían por el corazón.

Hoy te traigo 7 coches locos cuya existencia todavía hoy es todo un misterio. ¿Qué pensaba la marca a la hora de sacar algo así? En algunos casos, especialmente los relacionados con los coches deportivos, el éxito ha asomado a su puerta. En otros, el fracaso absoluto ha reinado y han sido vehículos efímeros. Estos son los coches locos que parece increíble que existieran.

Toyota Yaris GR

No hace falta irse al pasado para encontrar ejemplos: el Toyota Yaris GR 2020 es un coche loco en toda regla. En una época en que Toyota está inmersa en la electrificación de toda su gama, creando coches más y más racionales, se sacan de la manga un coche de rallys con matrícula para que los más quemados tengan un nuevo objeto de deseo. Meter 261 CV y tracción integral a un utilitario y una carga tecnológica espectacular no es lo que esperábamos de Toyota a estas alturas de mundo. ¡Pero nos encanta! Más coches locos así, por favor.

Mini JCW GP

Seguimos con otro coche pequeño pero matón, incluso más que el propio Toyota, aunque sus genes de competición seguro que no emocionarán tanto a los quemados de los rallys. El Mini John Cooper Works GP siempre ha sido un producto loco. Toma un simpático Mini y quítale los asientos traseros, añade rigidez a la carrocería y a las suspensiones, métele una bomba bajo el capó y listo. El ejemplar actual alcanza los 306 CV en 3,88 metros de largo, con una aceleración de cero a cien en 5,2 segundos y sí, ¡tracción delantera! Locura total.

Renault Clio V6

Pero para utilitario loco, el Renault Clio V6. Tomar un pequeño y bondadoso coche de ciudad, destriparlo, meterle un enorme motor V6 donde antes estaban los asientos traseros, enviar todo ese torrente de potencia al eje trasero mediante una transmisión manual. Y por supuesto, crear un kit de ensanche para que sufra al entrar en cualquier parking. Es loco se mire por donde se mire, pero a la vez, es un maravilloso homenaje a toda una saga de compactos deportivos, capitaneados por el mítico R5 Maxi Turbo. ¡Genial!

Volkswagen Golf Country

Si a alguien que no sabe mucho de coches le preguntas: ¿qué tienen en común el Volkswagen Golf y el Mercedes Clase G? Te responderán que no se parecen ni en el blanco de los ojos. Y tienen toda la razón del mundo. Sin embargo, hubo un tiempo, que los astros se alinearon para crear un coche muy loco, pero muy chulo a la vez: el Volkswagen Golf Country. Una versión todoterreno del mítico Golf (olvídate de los SUV, esto es todoterreno de verdad) que fue desarrollada y fabricada por los mismos tipos duros austriacos que fabrican el Clase G. Mola, ¿verdad?

Smart Crossblade

Seguimos con otro coche que no sé ni como clasificar. ¿Un utilitario barchetta deportivo? Podría valer. El Smart Crossblade fue un concepto que llegó a la calle y que todavía no sabemos por qué. Sin parabrisas, sin puertas y sin ser tampoco particularmente deportivo o potente. Un concepto absolutamente irracional y sin sentido se mire por donde se mire, pero como suele pasar con este tipo de creaciones, ¡no puede molar más! Uno de esos coches frikis que sueño con probar algún día.

Renault Avantime

Renault es un auténtico especialista a la hora de crear coches locos. Los franceses tienen poco miedo a innovar y el mejor ejemplo fue el Renault Avantime, un prototipo con matrícula para ir a buscar el pan. La firma del rombo presento un concepto completamente nuevo, un vehículo familiar, casi monovolumen, con formas afiladas, dos puertas gigantescas y cuatro plazas de auténtico lujo. No hay por donde cogerlo y es probablemente el coche más inclasificable de la historia. ¡Pero no me digas que no es adorable!

Mercedes-AMG G63 6x6

Es muy curioso como el Mercedes Clase G ha evolucionado en los últimos 20 años de un todoterreno rudo, robusto y de trabajo a un objeto de lujo. Y cuando el lujo entra en acción, los límites solo los pone la imaginación y la cantidad de ceros en la cuenta corriente. Mercedes vio como sus clientes, especialmente árabes del Golfo Pérsico, empezaban a demandar versiones más capaces y salvajes del Clase G, para no solo sobrevivir en las dunas, sino también para meter miedo sobre el asfalto. La apoteosis llegó con el Mercedes Clase G 6x6, una mole con tres ejes, 544 CV, 159 litros de depósito de combustible y con la ambición de sobrevivir a un Apocalipsis zombie.