Prueba del Nissan Sakura: un adorable eléctrico que deberíamos tener en Europa

Prueba del Nissan Sakura

Conducimos en Japón el Nissan Sakura, un simpático kei car eléctrico que podría ser una gran solución para muchas ciudades europeas. Por desgracia, no nos lo hemos podido traer en la maleta.

He aquí algo que no te esperabas: la prueba del Nissan Sakura. Puede que no te suene de nada, pero este pequeño coche eléctrico es bastante conocido en Japón. Como habrás adivinado, se trata de un kei car y, antes de que cierres la página porque no es tan emocionante como un superdeportivo con motor V12, déjame decirte que es un coche más interesante de lo que parece.

Texto original de Vijay Pattni

En esencia, este un diminuto Nissan con nombre de árbol, disponible con una batería diminuta, una autonomía eléctrica diminuta y unas prestaciones diminutas y cómicamente lentas. Ah, y no se puede comprar en Europa.

Sea como fuere, este diminuto, poco potente y no disponible coche japonés con el nombre que recibe el cerezo en flor podría ser el tónico perfecto para nuestras maltrechas y abarrotadas carreteras llenas de SUVs con demasiada potencia, tamaño y emisiones.

Me explico. Lanzado en mayo de 2022, el Sakura es un kei car, un pequeño vehículo de pasajeros homologado para circular por carretera que solo está disponible en Japón y que se fabrica con un tamaño específico regulado. Un tamaño que podríamos calificar de "adorablemente diminuto", pero que en realidad no supera los 3,4 m de longitud y los 1,5 m de anchura.

Estos kei cars también están limitados a motores de 660 cc, lo que es un vestigio de sus primeros días, en los que eran un medio para que los japoneses dejaran sus bicicletas y se subieran a sus coches después de la Segunda Guerra Mundial. Además, están diseñados para ciudades abarrotadas y aglomeraciones urbanas.

En muchas partes de Europa tenemos ciudades y aglomeraciones urbanas, así como carreteras estrechas, pueblos diminutos y plazas de aparcamiento diseñadas originalmente para coches fabricados en los años 50. Parece la mejor solución de movilidad para nosotros, ¿verdad?

Pero antes has dicho "batería pequeña", no 660cc

En realidad, el Nissan Sakura es un kei car eléctrico. De hecho, aprovecha el largo historial de la firma japonesa en la construcción de coches eléctricos, porque la pequeña batería de iones de litio que utiliza toma algunas enseñanzas del Leaf para ofrecer un total de 20 kWh de capacidad utilizable y un voltaje total de 350 V.

Al parecer, las celdas de esta pequeña batería se han apilado de una forma "especial". No, para consternación de Top Gear, esto no significa que se hayan unido mediante una danza interpretativa, sino que se han apilado de forma compacta para maximizar el espacio interior del habitáculo del Sakura. 

Con todo, el Sakura de tracción delantera ofrece una potencia de unos 63 CV, un par de 195 Nm y una autonomía de 196 km con una carga completa. El tiempo de 0 a 100 km/h no tiene sentido de lo largo que es y tampoco la velocidad máxima de 81 km/h. Eso sí, hay de sobra, ya que hablamos de un modelo con una distancia entre ejes de 2,5 m y un peso en orden de marcha de 1.080 kg.

Por otro lado, en cuanto a las recargas, Nissan habla de ocho horas para una carga completa "estándar" desde el "indicador luminoso de batería hasta carga completa". Eso sí, este tiempo se reduce a sólo 40 minutos en una carga rápida que te llevará de 0 a 80%.

Y cuando está completamente cargado, ¿cómo se conduce?

Prueba del Nissan Sakura

Es respetable. En una ruta corta por la bahía de Tokio, el Sakura demuestra ser un eléctrico urbano muy bueno y bien resuelto. La conducción se lleva a cabo de manera cómoda y sin incidentes, algo que no es así cuando conduces otros coches pequeños y baratos.

La dirección estaba perfectamente equilibrada para la ciudad -ligera, un poco distante y precisa- y la mecánica le permite moverse por el lugar con alegría, entrando y saliendo de los carriles y enfrentándose a los obstáculos típicos de las ciudades japonesas como el tráfico, camiones de mantenimiento, un enorme reptil enfadado... Básicamente, es muy divertido.

Junto a esto, la aceleración es enérgica, como te esperas en un modelo eléctrico. De hecho, tanto es así, que incluso conseguimos provocar un adorable patinaje de las ruedas al salir a fondo. Por otro lado, los frenos son potentes, por si te ves abrumado con tal mayúscula entrega de potencia.

¿Y qué hay del interior?

Prueba del Nissan Sakura

El interior del Nissan Sakura parece un poco escaso, pero está bien acabado y da una sensación de solidez fiable. Nuestro coche de pruebas tiene un bonito acabado en cobre, un toque de estilo en una estética por lo demás muy funcional. También tiene una buena pantalla táctil y el tablero digital es simple, brillante, claro y sin complicaciones.

Así, hay buenas sensaciones en lo general y también es así en apartados como el de la visibilidad. Tienes una gran vista alrededor porque estás en un coche alto y acristalado, así que puedes verlo todo sin problemas. Asimismo, otro detalle que llama la atención en el habitáculo es algo que quizás no te creas: el espacio disponible.

Teniendo en cuenta las dimensiones de este coche, hay mucho espacio en la banqueta trasera (podrían caber tres personas sin problema, a pesar de que Nissan dice que es un coche para cuatro personas) y el espacio para la cabeza es enorme. El espacio para las piernas y las rodillas también. El maletero es pequeño, eso sí, con 107 litros. Algo tenía que fallar, ¿no?

Prueba del Nissan Sakura

Aun así, si quieres uno, que sepas que Japón también. Entre junio de 2022 y septiembre de 2023, Nissan tuvo más de 60.000 pedidos del Sakura, y ha sido el eléctrico más vendido en Japón el año pasado. De hecho, la demanda fue tan fuerte que Nissan tuvo que interrumpir las ventas a finales de 2022 durante un tiempo porque tenía demasiados pedidos.

Cada coche cuesta alrededor de 2,5 millones de yenes o unos 15.500 euros al cambio actual, aunque sigue siendo una pequeña parte del mercado total de kei cars del país asiático. En 2022 se vendieron unos 1,7 millones de estos pequeños coches. ¿Cuántos se venderían en Europa si llegaran hasta aquí? Parece que nos tendremos que quedar con la duda…