Tesla presenta su proyecto para hacer coches eléctricos baratos. Y ahí entra en juego el Tesla Model 2...

Gustavo López Sirvent

Según filtraciones, dicen que rondará los 30.000 euros de precio

El Tesla Investor Day 2023 (Día del Inversor) tuvo lugar hace escasos días en la Gigafactoria que la empresa de Elon Musk tiene en Texas (EEUU). Allí se desgranó el programa estratégico de la marca estadounidense para los próximos años, que pasa por abrir la puerta a una nueva generación de coches eléctricos que sean más baratos.

Teniendo en cuenta los precios de los Tesla actuales, la compañía americana dejó entrever (había un coche tapado con una tela blanca) el hipotético Tesla Model 2, el 'Tesla barato'. Según algunas filtraciones, sería un 37% más económico que un Model 3, así que este Model 2 entraría en el rango por debajo de los 30.000 dólares, entrando a competir directamente con modelos chinos.

Franz von Holzhausen, Jefe de Diseño de Tesla, ha destacado que el próximo automóvil de la compañía llegará "en una fecha posterior". Y, si bien no es oficial, todo indica que será producido en la futura Gigafábrica de México de la que pasamos a hablarte.

Tesla Model 2

Esa nueva fábrica se va a construir en Monterrey, en el estado de Nueva León (México) y desempeñará un papel protagonista para que los Tesla sean más accesibles a nivel económico. En esta presentación se confirmó que será utilizada para la producción de coches eléctricos basados en la nueva plataforma que está en desarrollo, como el citado Model 2.

Tesla destacó que han elegido Monterrey no por casualidad sino por la cercanía con la base de operaciones de Texas. Por lo tanto, se abre la puerta a una cooperación directa entre ambos centros de producción aunque se encuentren localizados en diferentes países.

Otro de los grandes anuncios de la firma tejana en el Investor Day fue que el compromiso de fabricar una nueva generación de motores para sus coches eléctricos. Unos motores eléctricos sin tierras raras (nombre común de 17 elementos químicos con diferentes usos industriales).

Las denominadas tierras raras han sido un verdadero problema para las cadenas de suministro de las que dependen en última instancia los coches eléctricos que llegan a comercializarse. La marca pretende reducir la dependencia de estos elementos químicos en las baterías de esos vehículos.

Como la acumulación de información hay veces que indigesta, Tesla también se guardó para sí los detalles concretos sobre estos nuevos motores que van a llegar, aunque sí dejó entrever que estarán equipados con un imán permanente, que, en principio, no va a utilizar los elementos procedentes de las tierras raras.