Bugatti Bolide: una bestia de circuito con 1.850 CV para 1.260 kilos

Bugatti Bolide
Cifras dignas de un Fórmula 1.

Se llama Bugatti Bolide y la verdad es que de bólido tiene mucho, ya sea espacial o terrestre. Es la nueva arma de Bugatti y la evolución más radical del Bugatti Chiron, que a su vez no deja de ser una evolución sobre el Bugatti Veyron. Ya lo advertimos en su día,  la firma francesa nos iba a dar muchas sorpresas y esta es una de ellas.

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El Bugatti Bolide es un 'carreras/cliente' más similar a un LMP1 de Le Mans que no a un coche de calle. Sí, es cierto que se basa en el Bugatti Chiron, pero las diferencias son muy notables. Lo más importante es la eliminación de cualquier componente innecesario y que pudiese añadir peso, esa es la clave de este coche.

Una relación peso potencia nunca vista

Con una relación de 0,67 kilos por caballo, el Bugatti Bolide consigue unas cifras más propias de un Fórmula 1. El motor W16 se ha modificado en profundidad, gracias en gran medida a que no necesita ser homologado para la calle, y alcanza los 1.850 CV de potencia, el Bugatti más potente de la historia.

Gracias a la eliminación de muchos componentes de lujo y confort, así como al uso de materiales ligeros súper avanzados, como titanio aeroespacial, el Bugatti Bolide para la báscula en solo 1.240 kilos. Esto representa una rebaja de 725 kilos respecto al Bugatti Chiron Pur Sport, el más ligero de la gama de coches deportivos de calle. ¡Menudo cambio!

El motor y la transmisión se han modificado para conseguir una línea roja a mayor régimen de vueltas, consiguiendo una cifra de par que también asusta: 1.850 Nm. El sistema de escape es de competición, así como la dirección y otros componentes para conseguir un rendimiento mucho más eficaz. Lo dicho: un coche digno de Le Mans.

A más de 500 km/h

El Bugatti Bolide incorpora una renovada aerodinámica, inspirada la F1, para conseguir que el coche se mantenga pegado al asfalto en todo momento. A 320 km/h el coche genera un downforce de 1.800 kilos en el eje trasero, gracias al enorme alerón fijo, y de 800 kilos en el eje delantero. ¡Qué barbaridad!

Bugatti Bolide

Para parar esta bestia, los frenos del Bugatti Bolide beben también de la tecnología de la F1, con frenos carbocerámicos reforzados con pinzas ligeras que solo pesan 2,4 kilos cada una. El Bolide incorpora nuevas llantas forjadas en magnesio montando unos neumáticos de locura: 340 mm de ancho en el eje delantero y 400 mm en el trasero. 

Por supuesto, toda la suspensión se ha reforzado y optimizado para un comportamiento más directo y radical. El compromiso GT de lujo del Chiron desaparece por completo y aquí el único objetivo es la efectividad y la velocidad sobre el circuito. 

Sensaciones de carreras

El coche está inspirado en el Bugatti Type 35 y su estructura es similar a la de un LMP1 del mundial de resistencia. Cuenta con un monocasco de fibra de carbono, con una batalla de 2,75 metros y una anchura de 1,99 metros. El piloto estará prácticamente tumbado en un Bucket de carbono de una sola pieza. 

Bugatti Bolide

Todo el interior se ha desarrollado siguiendo los estándares de homologación de la FIA, incluyendo el HANS, un sistema de extinción de incendios automática, ventanillas de policarbonato o arneses de seis puntos. La única pantalla en el interior es un display de competición donde se pueden ver los datos más relevantes.

El Bugatti Bolide es, en definitiva, un coche de carreras absolutamente salvaje. Bugatti vuelve a dar un puñetazo sobre la mesa presentando un vehículo con tecnología aeroespacial, una relación peso/potencia nunca vista hasta la fecha y un diseño alucinante. ¿La última vuelta de tuerca del motor W16 del Veyron? Quizás lo próximo ya sea un coche eléctrico. ¡Ojalá me equivoque!