El impuesto de circulación 2018: qué es, cómo y dónde pagarlo

Papeleo
Si quieres disfrutar al máximo de tu cepo, procura tenerlo todo al día. Que luego vienen los lloros...

¿Te has enamorado de alguno de los coches nuevos que llegarán este año pero tu cuenta bancaria no está para muchas alegrías? Entonces no te queda más remedio que continuar dándole cariño a tu cepo actual... teniendo al día todo el papeleo correspondiente. Hoy vengo a hablarte del impuesto de circulación 2018. ¿Sabes qué es, cómo puedes pagarlo y dónde debes hacerlo? Sigue leyendo: te interesa saber esto. 

¿Qué es el impuesto de circulación 2018? 

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El impuesto sobre los vehículos de tracción mecánica o IVTM -comúnmente conocido como ‘numerito’ o impuesto de circulación- es la tasa que debe pagarse a cada ayuntamiento para tener el derecho a utilizar un automóvil empadronado dentro de su territorio. Su periodicidad es anual y debe abonarse a lo largo de toda la vida útil del vehículo salvo que éste, por antigüedad, pueda beneficiarse de la exención -hablaremos sobre esto más tarde-. 

¿Quién tiene que pagar el impuesto de circulación 2018? 

La responsabilidad de abonar la cuantía del IVTM recae siempre sobre el titular del vehículo que, para quien tenga dudas, puede consultarse en el permiso de circulación del mismo. ¿Acabas de comprar coche nuevo o usado -aquí las mejores perlas que habrás escuchado al hacerlo-? En el primer caso tendrás que apoquinarlo junto al de matriculación y, en el segundo, tendrás que hacerte cargo siempre y cuando el vehículo haya estado a tu nombre antes de terminar el año -las administraciones determinan quién debe pagar revisando quién es el titular a día 1 de enero-. Por supuesto, asegúrate de que el artefacto que quieres comprar está al corriente de pago de todos los ‘numeritos’ previos... o tendrás problemas para realizar la transferencia. 

¿Cómo se paga el impuesto de circulación 2018? 

Cada año todos los ayuntamientos se preocupan de enviar a los propietarios de los vehículos residentes en su localidad la documentación necesaria para llevar a cabo el pago del impuesto de circulación -sí, yo también creo que podrían preocuparse del mismo modo por todo- y, generalmente, ofrecen varias vías para proceder a saldar la deuda: 

  1. Acudiendo personalmente a tu ayuntamiento.
  2. Realizando el pago en una entidad bancaria colaboradora -sin necesidad de que tengas una cuenta abierta con ellas-.
  3. Mediante domiciliación bancaria -es la fórmula más cómoda para todas las partes-. 
  4. Online -a través de la propia web de tu ayuntamiento-. 
  5. Por teléfono -una vía poco extendida pero posible-. 

¿Cuánto pagaré por el impuesto de circulación 2018? 

La cuantía a pagar por el impuesto sobre los vehículos de tracción mecánica se calcula empleando su potencia fiscal que, por si te lo estás preguntando, no guarda relación alguna con los caballos que pueda entregar el motor de tu coche: esta cifra se calcula teniendo en cuenta la cilindrada de tu bloque y, para quienes no quieran pasar media tarde resolviendo una fórmula imposible, siempre viene reflejada en la ficha técnica del mismo -la misma en la que la ITV estampa su sello cuando el resultado es satisfactorio-. 

Sé que ahora esperabas ver una tabla con todos los importes calculados, pero... la realidad es que cada ayuntamiento tiene cierta libertad a la hora de imponer las cantidades a pagar para cada rango de potencia que, en algunos casos, pueden llegar a variar en un 600% entre las más baratas y las más caras. Por si te interesa, la localidad que menos sangra a sus ciudadanos es Melilla, mientras que en San Sebastián se abonan las tasas más elevadas. Si quieres conocer el precio asociado a tu coche no tendrás más remedio que acudir a la administración -a través de su página web, generalmente- o esperar a que te envíen la carta -ábrela una vez hayas tomado asiento-. 

¿Quién está exento de pagar el impuesto de circulación 2018? 

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Aunque pueda parecer imposible teniendo en cuenta la sed recaudatoria insaciable voluntad de garantizar los servicios públicos de cada ayuntamiento, lo cierto es que existen determinados vehículos que pueden beneficiarse de una cuantiosa reducción e incluso la exención del impuesto de circulación. ¿Te interesa saber cuáles son? Los destinados al transporte público de viajeros, los de uso agrícola, los destinados a prestar servicios de emergencias, los destinados al transporte de personas con movilidad reducida... y los que porten matrículas diplomáticas. ¿Y los coches híbridos y eléctricos? En función del municipio pueden ver reducida su cuota hasta en un 100% como medida para incentivar la compra de artefactos de movilidad más eficientes. 

Y si tienes un clásico... infórmate bien: por norma general los automóviles con una edad superior a los 25 años se benefician de cuantiosas rebajar en el IVTM que, en algunos casos, pueden llegar a la totalidad del mismo. Sí, eso significa que si tienes en tu poder un clásico -aquí hablamos de su burbuja- podrías quedar exento de pagar por tenerlo aparcado en tu garaje particular. Siempre y cuando te informes y solicites el trámite: los ayuntamientos suelen ser muy tahúres en este sentido y siempre cargan el impuesto salvo que el afectado se preocupe por el tema. Doy fe de ello. Mi pobre 924 -uno de los Porsche que puedes comprar por menos de 20.000 euros- estuvo a punto de provocarme un buen agujero el año pasado. ¡Ay!

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