¿Qué motor se amortiza antes en un coche? Un estudio de la OCU nos saca de dudas

GLP

Gustavo López Sirvent

Según la Organización de Consumidores y Usuarios, el motor bifuel GLP es el más rentable de todos. El propulsor diésel es el más caro de esta lista.

Vaya por delante que los estudios que realizan las diferentes asociaciones automotrices siempre arrojan un halo de luz al mercado automovilístico. Uno de los últimos en salir publicado ha sido de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que ha ha realizado un estudio en el que analiza qué tipo de motor se amortiza antes en un coche.

Este organismo ha sometido a examen el coste en carburantes o similares de cada tipo de motor y resuelve a partir de cuántos kilómetros recorridos sale rentable cada motorización. Para conseguir los resultados ha tenido en cuenta el coste en combustible cada 100.000 kilómetros. Además, el consumo se ha enfocado a un vehículo de tamaño y potencia medios. 

Según el tipo de motor que se estudie se han puesto sobre la mesa los precios medios de los combustibles y la electricidad. Por si fuera poco, se ha tenido presente diversos factores de consumo dependiendo de la motorización. De esta forma, se han tomado como referencia los siguientes precios y características: 

Un factor importante a subrayar es que tras 10 años de uso en los que se hayan sobrepasado los 100.000 kilómetros, los automóviles más caros de mantener son los propulsados por gasolina. Partiendo de la citada base, la arquitectura mecánica más amable para el bolsillo y la que antes se amortiza respecto al gasto de compra es la de GLP.

Dividiendo los vehículos por motorización, los diésel cuestan unos 2.500 euros más de media que los de gasolina. Además, y el dispendio en gasóleo para 100.000 kilómetros asciende a 8.900 euros. Esto quiere decir, según los datos facilitados por la OCU, que la rentabilidad comienza a partir de los 75.000 kilómetros recorridos.  

Si nos fijamos en los híbridos convencionales veremos que el coste es de 2.500 euros más que los de gasolina. Su alimento para sustentarlo sube hasta los 10.000 euros. Este tipo de vehículos comenzará a ser rentable a partir de los 110.000 kilómetros. 

Donde empieza a haber una diferencia a la baja es en los híbridos enchufables. En este tipo de propulsión los coches cuestan unos 4.000 euros. Ahora bien, sólo sirven 6.400 euros para repostarlos durante 100.000 kilómetros. La rentabilidad de estos automóviles comienza a partir de los 70.000 kilómetros, por lo que es 5.000 kilómetros antes que el diésel. 

La inversión para los motores eléctricos es de 7.000 euros más que si los comparamos con los de gasolina, pero el gasto de recarga baja a 4.000 euros. Según el estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios, empieza a ser rentable a partir de los 85.000 kilómetros de uso. Esa cantidad se reduce hasta los 30.000 si recibe las ayudas del Plan Moves III. 

Y sólo nos queda por analizar los bifuel gasolina-GLP, que como decíamos anteriormente, son los más rentables. Según el análisis de la OCU cuestan solo 700 euros más que los modelos de gasolina. El carburante GLP para 100.000 kilómetros sube hasta los 8.550 euros. Esta ecuación arroja unas cifras de rentabilidad que comienzan a partir de los 20.000 kilómetros.