GTA V es un juego imprescindible para cualquier consola. Asegura horas y horas tanto en su modo de ‘un jugador’ como en el ‘online’. Si por algo destaca esta divertidísima saga es por la cantidad de vehículos que puedes conducir. Por eso, seguramente te hayas hecho la pregunta de ¿ qué coche me compro en GTA V ?.
Vídeo: 10 formas más salvajes de parar el tren de GTA V
Como te decía, si hay algo que ha caracterizado siempre a la serie ha sido la asombrosa cantidad de coches nuevos (y no tan nuevos) que tienes disponible dentro del juego y, esta ocasión no iba a ser menos. En GTA V los hay de lo más variado, desde un simple carrito de caddy hasta un auténtico caza de combate. En total, 275 vehículos, todos ellos diseñados para hacer las delicias de los jugadores mientras recorren la ciudad de Los Santos.
Gracias a su increíble motor de juego, incluso varias compañías como Google o Ford han usado GTA V para probar la conducción autónoma . Y no resulta raro, porque el mapa de Los Santos y el realismo de todo lo que hay dentro, sorprende desde el minuto uno.
Como te decía al principio, existen varias opciones para conseguir los vehículos en el juego y más concretamente los coches, pero aquí vamos a hablar de dos: o los compras o los robas. La primera opción te asegura el coche en tu garaje siempre e incluso si te lo requisa la policía, puedes recuperarlo puesto que está a tu nombre. La opción de robarlos es la más rápida y por supuesto la más barata, pero tiene como punto negativo, que en cuanto dejes el coche fuera de tu propiedad, te lo quitarán.
Los coches de GTA V no usan nombres reales, aunque sí se basan en diseños conocidos. Puedes encontrar coches clásicos, deportivos, muscle cars, coupés, vehículos comerciales y por supuesto motos. Bueno y coches fúnebres, trenes, aviones, barcos y hasta helicópteros. En la galería de arriba te propongo los 10 coches que para mí, no deberían faltar en ningún garaje. Aun así, durante el juego te preguntarás muchas veces ¿qué coche me compro en GTA V? Espero que estos te gusten.
En partidos de hasta 8 jugadores (4 vs 4) simultáneos, nuestro cometido en el juego es conducir un coche en unos campos cerrados, y en los que podemos aprovechar la curvatura de las paredes para cambiar de dirección o propulsarnos a toda velocidad, tratando continuamente de golpear una pelota gigante y dirigirla hacia el interior de la portería contraria.
Sin ninguna regla o elemento adicional que detenga el juego (no hay faltas, fueras de juego o similares), cada encuentro de Rocket League se convierte en una auténtica batalla campal, y en la que resulta fundamental dominar las diferentes posibilidades de nuestro vehículo.
Además de acelerar a toda velocidad y ser casi indestructibles (pueden explotar si se les golpea a alta velocidad, pero vuelven a aparecer rápidamente), los vehículos tienen la habilidad de saltar en cualquier momento, para defender o atacar los balones aéreos, y de aumentar la velocidad gracias a un turbo de duración limitada.
Forza Horizon es la denominación de una de las grandes sagas de conducción actuales. Su tercera entrega es bruta, tiene nervio y emplea una excelente fórmula para mantenernos sentados durante horas. Con una buena base de Forza Motorsport, el primer Horizon ya nos trasladaba a los mundos abiertos de Colorado. Por su parte, el segundo título nos llevaba de viaje entre el sur de Francia y el norte de Italia, y ahora toca empaparnos de las maravillas que nos esperan en Australia.
El tamaño del escenario es el doble de grande del que disfrutamos en Forza Horizon 2, con 488 tramos de carretera por los que competir o disfrutar de un paseo, 173 tramos más que en la anterior entrega. La variedad de ambientaciones es, sencillamente, la más bestial de la historia de la saga. Hay de todo: bosques, desiertos, playas, ciudades, jungla, viñedos, praderas, etc... Así, tenemos que conducir sobre todo tipo de superficies: asfalto, grava, tierra, arena, césped, barro y, por primera vez, sobre agua.
El garaje disponible, de más de 350 coches, es tremendamente variado, ofreciendo todo tipo de vehículos, desde alucinantes bólidos como el Bugatti Veyron hasta buggies y pasando por utilitarios de toda la vida.
48 tramos divididos en 8 grandes pruebas - Nueva Zelanda, Grecia, Montecarlo, Australia, Suecia, Córcega, Indonesia y Reino Unido-, 8 coches - Subaru Impreza WRC 555, Mitsubishi Lancer E4, Ford Escort, Toyota Corolla, Renault Maxi Megane, Seat Ibiza EVO2, VW Golf GTI y Skoda Felicia-, 4 modos de juego distintos -Campeonato, Rally, Contrarreloj y escuela-, opción 2 jugadores con Split Screen, posibilidad de retocar neumáticos, suspensión, frenos o dirección a nuestra voluntad, inclusión de un taller de reparaciones para arreglar los destrozos que causemos a nuestro coche, cuts de Full Motion Video, condiciones meteorológicas variables, 5 cámaras distintas, y un montón de novedades más.
Todo esto traía el mejor juego de Rallys que se ha hecho en la historia. Poco más que decir, aparte de que su jugabilidad era de lo mejor.
Sucesor del internacionalmente galardonado simulador de carreras GTR, esta segunda parte presenta a la perfección los desafíos de carreras de Motorsport. Muy detallado en el aspecto gráfico, el juego presenta un apartado gráfico fotorealista en los potentes coches y los hermosos circuitos. Gracias a la tecnología gráfica y al modelo de conducción mejorada, la adrenalina se irá liberando en aumento con el paso del juego.
Los principiantes pueden comenzar con la autoescuela, donde un instructor nos enseñará los fundamentos de la conducción en carreras profesionales. Gracias a los cambios de día y de clima y gracias a un sistema de daños impresionante, las carreras de la emocionante serie FIA GT se convierten en una experiencia de juego emocionante.
El concepto de juego era totalmente arcade: como en los clásicos como Out Run, el objetivo era alcanzar el siguiente checkpoint antes de que el crono llegara a cero, para ganar un mínimo "time extended" que nos permitiera seguir disfrutando un poco más. El concepto podía parecer sencillo, pero el juego no lo era. De hecho, lo que más motivaba a algunos es que el título de Sega era muy exigente, de tal forma que no cualquier podía aguantar más de un par de minutos en el circuito.
Este juego tenía personalidad más allá de la pura jugabilidad. ¿En qué otro título de velocidad podías parar una máquina tragaperras o activar el karaoke de la canción que sonaba de fondo? No solo teníamos trazados que dominar. También había secretos por descubrir.
Responde a la adición definitiva a lo que se llamó "Conducción Agresiva". La necesidad, nos guste o no, de hacer que nuestros rivales choquen para quitárnoslos de encima, recibir puntos y turbo, y por encima de todo evitar que sean ellos los que nos echen a nosotros. Esta inclusión podría quedarse en una posibilidad opcional, como ocurre con otras en muchos juegos, si no fuese porque Criterion convirtió el Takedown en una parte esencial de la jugabilidad de Burnout 3. No es simplemente llegar el primero y si eso echar a algún coche de la carretera. Es conducir a toda velocidad, esquivar el tráfico y pelear constantemente con nuestros rivales.
Cuando 'Out Run' llegó a salones arcade en 1986, se convirtió de inmediato en un éxito sin precedentes. Sega no era ni mucho menos novata en este campo, sin embargo 'Out Run' logró encandilar al público de una manera especial como ningún otro juego de esta compañía lo había hecho hasta entonces. Su desbordante colorido, su cuidada simulación (para la época), su pegadiza música, el rugido del motor... Todo ello creaba un ambiente especial que incluso hoy en día aún entra por los ojos y sigue siendo capaz de deslumbrar.
El 'scaling' lograba un efecto tridimensional de gran realismo, con sprites que se movían con total suavidad simulando el desplazamiento, y todo ello moviéndose a gran velocidad. La interminable autopista con su asfalto gris, las doradas arenas de la playa, el océano bañando la costa, las palmeras agitadas por el viento... Cada pequeño detalle estaba cuidado al máximo para crear una experiencia genial que cautivase al jugador. Así 'Out Run' se convirtió en un auténtico 'tragamonedas' que vació sin piedad los bolsillos de todo aquel que se acercó a él.
El juego que apareció en el ‘Cerebro de la Bestia’ en 1992, a principios del 93 en nuestro caso, recreaba a algunos de los mejores representantes del universo Mario compitiendo en un juego de carreras alocado y distinto a lo que habíamos visto hasta la fecha. Uno de los tres juegos más vendidos de Super Nintendo y un éxito abrumador que sirvió para iniciar una más que sólida franquicia de juegos querida por muchos jugadores.
Atrapaba a los jugadores desde las primeras carreras sencillitas en la cilindrada de 50cc y acababa picando de mala manera, semanas después, con la desafiante IA de los 150cc –desbloqueable, no disponible de inicio- y la batalla contra nuestros propios cronos en el modo Time Trial. Diversión longeva en el tiempo, donde los jugadores podían pasar horas y horas durante semanas disfrutando de unas carreras rápidas y dinámicas, completadas en cinco vueltas y un tiempo total que podía oscilar entre los dos y tres minutos. Un juego ideal también para hacer partidas cortas.
En octubre de 1994 llegaba a los salones arcade un juego muy especial, tan especial que incluso hoy en día en posible encontrar esta máquina en algunas de estas salas, si es que encontramos primero un salón recreativo que haya sobrevivido, claro. Durante décadas el imponente mueble de este juego, que simulaba un coche de rallies, solía presidir los arcades formando ya parte habitual del entorno.
Y es que 'Sega Rally' dio un paso de gigante en el campo de los juegos de carreras siguiendo los pasos de sus predecesores. El salto técnico fue asombroso, y todo a pesar de estar corriendo sobre la placa Model 2, la misma que utilizaba el ya de por sí sorprendente 'Daytona USA'. Sega estrujó el hardware de esta placa y el resultado en pantalla no pudo ser más espectacular. Las fieles recreaciones de los vehículos reales de Lancia y Toyota se lanzaban a toda velocidad y con total fluidez por unos preciosos trazados llenos de vida y color.
Se puso especial cuidado en recrear con el mayor realismo posible el comportamiento del coche sobre distintas superficies, pudiendo notar así los efectos de si conducíamos sobre asfalto, sobre grava, o sobre barro. Nuestro objetivo sobre la pista consistía en llegar al siguiente checkpoint antes de que finalizase el tiempo dado para cada sección. Esta mecánica no era muy diferente de la del resto de juegos arcade de este tipo, pero su mayor realismo hacía que fuésemos más recompensados de lo habitual por conducir bien.
Gran Turismo es la primera entrega de una de las sagas de conducción más importantes, de hecho el primer Gran Turismo es el juego más vendido de PlayStation con cerca de 11 millones de copias vendidas en todo el mundo. El juego salió a la venta en Japón en 1997, y Estados Unidos y Europa en mayo de 1998. En Gran Turismo podíamos ponernos al volante de 170 coches, y disfrutar de los 11 circuitos del juego. Eso sí, para poder jugar con todos los vehículos debíamos superar diferentes pruebas, ya que no todos estaban disponibles desde el comienzo.
Gran Turismo introduce numerosas novedades, como por ejemplo la utilización del sistema de control Dualshock y una vibración realista nunca antes vista en PlayStation. Gráficamente era bastante espectacular para la época, y si no recordad la superficie de los coches y como brillaba cuando la luz se reflejaba sobre ellos. Además, en Gran Turismo podíamos cambiar la configuración original de los coches, dándole al juego un pequeño plus de personalización. Por otro lado, los coches presumían de un comportamiento muy realista tanto en las curvas, como en los momento de aceleración y frenado.