Los variados problemas de los coches con motor de gasolina y diésel

Imagen de archivo de un motor diésel.

Gustavo López Sirvent

Las trabas se acumulan a medida que se acerca el 2035

Las marcas automotrices están buscando el maná, la panacea a los coches con motores gasolina y diésel, ya que, como todos sabéis tendrán fecha de caducidad. El 2035 se acerca sigilosamente y la vida de los propulsores de combustión se va diluyendo al mismo ritmo sin que ni los combustibles sostenibles ni otro tipo de elementos puedan remediarlo. De momento.  

Si tienes que comprarte un coche de gasolina o diésel en la actualidad ya puedes detenerte en enumerar los pros y los contras que podrías tener en los próximos años, ya que hay más trabas que puntos positivos. Y las marcas lo saben, por lo que optan por otras vías alternativas menos contaminantes. 

El hecho de que las compañías estén apostando por los vehículos eléctricos 100%, de hidrógeno, híbridos o híbridos enchufables, no hace más que complicar la vida a los carburantes fósiles. 

A todo ello hay que añadir el problema del precio. La mala noticia llegó el pasado martes, que fue cuando el Gobierno eliminó la bonificación de 20 céntimos por litro al repostar. Por si fuera poco, los indicativos apuntan a que la gasolina volverá a subir a partir del 1 de enero. Los únicos beneficiados serán los transportistas, que mantendrán ese descuento.

La guerra entre Rusia y Ucrania tampoco benefician al precio del petróleo, como bien es sabido, aunque ahora los precios no lleguen a los máximos históricos que tuvimos hace unos pocos meses, donde tanto la gasolina como el gasóleo sobrepasaron los dos euros por litro repostado.

Seguimos con las piedras en el camino. La carga impositiva a la hora de comprar un ICE (motor de combustión interna en inglés) será mucho mayor que la de un EV (eléctricos). La compra de un automóvil a combustión requiere el pago del 21% de IVA, aunque en el caso de las personas con movilidad reducida este porcentaje baja al 4% siempre y cuando se trate de uno nuevo.  

Con los eléctricos se va a llegar a un punto similar, aunque diversas patronales y actores del sector de la automoción han presentado pedidos formales para que se lo retire.

Por último, y no menos importante, nos topamos con las restricciones de movilidad que van a presentar más de 150 ciudades españolas, que van a restringir el tráfico a los vehículos con etiqueta B, con lo que es otra traba más a la hora de realizar desplazamientos urbanos, que suelen ser los más comunes entre los españoles.

Etiquetas: gasolina, Diésel