Opinión: ¿Ha matado la transmisión ZF 8HP a las cajas de doble embrague?

Transmision ZF 8HP

Parece que es la caja de cambios definitiva

Hace unos años, cuando todo el mundo no poníamos en duda que una transmisión de doble embrague era lo mejor de lo mejor, recuerdo leer un artículo de uno de los dirigentes técnicos de BMW afirmando que el futuro eran los cambios por convertidor de par, no el doble embrague

Afirmaba que era más refinada, más fiable y con una velocidad de transición entre marchas que, con un poco más de desarrollo, podría estar a la par de la de un doble embrague, o al menos, acercarse mucho ¿el mejor cambio automático?. Sinceramente, en ese momento no me lo llegue a creer del todo…

Pero el otro día, esas palabras volvieron a mi cabeza con una fuerza atronadora. Estaba probando el nuevo Audi RS5 y tarde dos días en darme cuenta que estaba trabajando sobre una transmisión de convertidor de par y no sobre una caja S-Tronic de doble embrague.  

Audi RS5 2020

Sí, me tenía que haber leído la ficha técnica antes de empezar la prueba, pero esto sirvió para que yo, en completa ignorancia, fuera consciente del monumental salto tecnológico que han sufrido este tipo de transmisiones y de la eficacia de las mismas. ZF tiene mucha culpa de ello con el desarrollo de la transmisión ZF 8HP que prácticamente están montando todos los fabricantes. 

¿Ha matado ZF a la caja de doble embrague? Visto lo visto, parece que sí: ni siquiera las propias marcas se están esforzando lo más mínimo en invertir cantidades ingentes de dinero en el desarrollo de una caja propia: este fabricante con sede en Friedrichshafen, Alemania, ha demostrado que una empresa especializada en algo puede ser mucho más eficaz y eficiente que una que se dedica a hacer de todo, como un fabricante de coches.  

Transmisión ZF por convertidor de par: más fiable, más barata

Y es que no importa el tipo de marca o vehículo, desde un coche híbrido hasta un superdeportivo, todos llevan la misma transmisión y todos parecen estar más que contentos. Es una caja con un funcionamiento realmente espectacular: muy suave en cualquier cambio en modo automático y con una respuesta rápida y satisfactoria en modo manual. 

Lo mejor es que cada fabricante puede modificar la gestión electrónica de la caja a su gusto, dándole un toque más o menos deportivo o salvaje: un buen ejemplo es el reglaje que utiliza Maserati en su modo Sport. ¡Espectacular!

Además, la principal ventaja es que permite mayores cifras de par y eso es lo que termina marcando la diferencia respecto a un doble embrague en coches como el anteriormente citado Audi RS5

Un buen ejemplo son los comentarios que llegan desde Audi, concretamente desde Florian Beck, ingeniero de motores de las versiones deportivas del Audi A4 y Audi A5: “la nueva transmisión de ocho velocidades es muy consistente y eficiente. 

Con ocho marchas puedes viajar tranquilamente a muy bajas revoluciones consiguiendo grandes consumos. Es la perfecta combinación entre poder y eficiencia. Con motores con mucho par esta caja es la combinación ideal, el doble embrague funciona bien hasta los 400 Nm.”

Así pues, con una velocidad de cambio más que aceptable, las transmisiones de convertidor de par y, en particular la ZF de ocho velocidades, parecen que han mojado al doble embrague. Es más eficiente, más fiable y muy probablemente más barata de producir y eficiente económicamente para las marcas. 

Tiene todas las papeletas pues para convertirse en la transmisión automática de referencia entre los coches nuevos. ¿Todas las papeletas? Creo que ya lo es y ha dejado claro a los fabricantes que quizás sea mejor y más rentable delegar que no enfrascarse en desarrollos económicamente poco viables teniendo empresas que se dedican a ello en cuerpo y alma. ¡El poder de la especialización!

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