Mercedes diésel: así era el primer motor OM de la historia

Mercedes 260d primer motor diesel
Su potencia hoy en día sería ridícula. ¡Pero marcó un antes y un después en términos de eficiencia!

Los motores diésel hoy son los grandes odiados del mercado, pero seamos honestos: cambiaron el curso de la historia y la movilidad sobre cuatro ruedas. El primer motor OM Mercedes llegó 50 años después de la presentación del motor Otto alimentado por gasolina y derivaba del mundo del vehículo industrial. ¿Cómo nació el primer Mercedes diésel

Rudolf Diesel inventó los motores diésel a finales del Siglo XIX pero no fue casi 50 años después cuando por fin este tipo de mecánicas llegaron a los coches. Mercedes tampoco fue la primera en intentar unir lo mejor de los motores diésel con los vehículos de turismo, pero sí la primera que decidió una implantación masiva.

¿Por qué motores diésel en coches?

Hasta la fecha, los motores diésel habían demostrado su mayor eficiencia e incluso su mayor fiabilidad. Eran por lo habitual motores de gran tamaño, pensados para trabajar en industrias pesadas o para mover grandes vehículos como barcos, maquinaria agrícola o camiones de carga. Sin embargo, esa mayor fiabilidad y eficiencia de combustible atrajo también a varias marcas de coches.

Mercedes 260d primer motor diesel

Mercedes presentó en el Salón de Berlín de 1936 el Mercedes 260D, un sedán de lujo y batalla larga con una sorpresa mayúscula bajo el capó. Habían quitado el motor de gasolina y habían incorporado una pequeña mecánica diésel de cuatro cilindros, aspiración atmosférica e inyección mecánica Bosch. 

Un motor pensado para ser más eficiente y ofrecer una alternativa de movilidad con todas las ventajas que los motores diésel ya habían puesto de manifiesto en la industria pesada: más fiabilidad, más ahorro de combustible y prestaciones muy similares. Este primer motor OM diésel de Mercedes era capaz de otorgar 45 CV a 3.200 vueltas pero lo mejor de todo era su consumo: 9 litros a los cien, prácticamente un 30% menos que el motor gasolina equivalente por prestaciones.

El diésel encontró su hueco y triunfó

Muchas marcas habían intentado triunfar creando motores diésel más eficientes pero solo Mercedes logró encontrar la fórmula del éxito. El principal problema en aquella época era similar a lo que ocurre ahora con combustibles alternativos como el GNC o la electricidad: había pocas estaciones de suministro.

Mercedes 260d primer motor diesel

Sin embargo, en las grandes ciudades se empezó a popularizar y dada su gran eficiencia empezó a ser usado notablemente por taxistas. Una de las grandes problemáticas de los motores diésel era su refinamiento: su sonido y vibraciones eran mayores que las de un propulsor alimentando por gasolina. Tanto es así que Mercedes tuvo que abandonar la idea de crear un motor diésel de seis cilindros porque el propio chasis del coche no aguantaba las vibraciones.

Con este cuatro cilindros se asentó la base para seguir desarrollando esta tecnología. La Segunda Guerra Mundial fue un duro golpe para la producción de vehículos diésel pero Mercedes siguió fiel a la idea de popularizar los motores diésel para mejorar los consumos y la eficiencia de combustible. Una locura similar a la que hoy vemos con los coches eléctricos.

Y el diésel triunfó

Tras la guerra, Mercedes lanzó el Mercedes 170D con un motor diésel OM636 todavía más pequeño y eficiente. Aunque todavía tendrían que pasar generaciones para mejorar el refinamiento, los coches diésel conseguían una eficiencia en consumos tan elevada que poco a poco se fueron popularizando, mientras otras marcas se sumaban a su desarrollo.

Lo que está claro es que Mercedes fue clave en el desarrollo del diésel: primera marca en crear un vehículo de turismo diésel, del que se vendieron más de 1.600 ejemplares, y la marca que lanzó el primer coche con motor turbodiésel, el mítico Mercedes 300SD del que ya os hemos hablado en alguna ocasión. 

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