Por qué los retrovisores virtuales no son necesarios para los eléctricos

Retrovisores digitales Honda E
¿Les odias? Tranquilo, todavía hay esperanza...

Los retrovisores virtuales en los coches eléctricos se han convertido en toda una moda; sin embargo, no son pocos los compañeros de profesión que los han probado y han terminado con ganas de sentarse en una esquina y llorar. Bueno, igual soy un poco dramática... pero realmente no han gustado demasiado. 

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Si eres de los que piensa que son una de las mayores aberraciones que las marcas han traído al mundo con las nuevas tecnologías, tranquilo, porque no son necesarios. O al menos, eso es lo que nos cuentan desde Volkswagen

Una de las principales ventajas de estos retrovisores virtuales son, según los fabricantes que ya los han incorporado a sus coches, que mejorar la aerodinámica y, por tanto, ayudan a la eficiencia y permiten estirar aún más la autonomía de los coches eléctricos.

Sin embargo, resulta curioso que, por ejemplo, el recién presentado Volkswagen ID.3 no los tenga, tan siquiera como opción extra en el catálogo. Para conocer el motivo, aproveché mi asistencia al workshop del ID.3 para preguntar a Christine Leuderalbert, responsable de Marketing del nuevo eléctrico de la familia Volkswagen ID. 

"Los retrovisores virtuales, por coste y por utilidad no necesarios", explica Leuderalbert, asegurando que hay otros elementos en el vehículo que pueden ayudar igualmente con la eficiencia energética, "como es el caso de las llantas"; y es que, en rasgos generales, a mayor tamaño de estas, mayor resistencia a la rodadura y por tanto, mayor consumo de energía...

Para que veas un ejemplo, la autonomía del Porsche Taycan fluctúa entre los 387 y 453 km -aproximados- en función de si hablamos del Taycan Turbo o del Turbo S y una de las causas son sus diferentes tamaños de llantas (de serie son de 20 pulgadas pero también se ofrecen de 21 pulgadas como opción). 

También el diseño influye, por supuesto, puesto que puede permitir o no el mayor o menos flujo de aire. Por eso, el Volkswagen ID.3 ofrece una opción inspirada en las del Volkswagen ID.R, el concept prestacional que ha conseguido el récord de los eléctricos en el circuito de Nürburgring.

Y preparadores de la talla de ABT tienen llantas aerodinámicas, que incorporan una cobertura en forma de anillo de fibra de carbono que se encarga de minimizar el flujo de aire. Entonces, ¿qué conclusión podemos sacar de todo esto?

¿Serán los retrovisores virtuales una moda pasajera?

No te voy a engañar, yo tuve ocasión de probar los retrovisores virtuales en el Audi e-tron y lo cierto es que tienen ventajas y desventajas. Hay que acostumbrarse a ellos, desde luego, pero en túneles, con lluvia y condiciones de baja visibilidad, por ejemplo, su eficacia es excelente. 

Sin embargo, en el caso de que se rompan o averíen, el desembolso que hay que hacer para repararlos es mucho mayor que el de los convencionales. No son, por tanto, baratos y para un coche que pretende ser asequible como el Volkswagen ID.3, su incorporación elevaría el precio final y como nos decía Christine, sin una diferencia funcional notable en cuanto a eficiencia no tendría sentido. 

Honda e-Prototype

También el Honda E, cuyo precio parte de 34.000 euros, los trae de serie... Habrá quien tenga el capricho de que su coche los lleve y entonces, adelante: son un extra más como cualquier otro; pero has de tener claro que la autonomía de tu vehículo eléctrico no se está viendo enormemente beneficiada por ello. 

Encuentra más información del Volkswagen ID.3 en nuestras fichas