Si hay una marca de coches americanos que fue capaz de alcanzar la perfección en estética, esa fue Packard. Aunque desapareció en 1958, han llegado hasta nuestros días auténticas joyas que valen millones de euros. Y un buen ejemplo de ello es este Packard Deluxe Eight Individual Custom Convertible Victoria de 1932.

Packard, la marca de coches de lujo estadounidenses que triunfó al desaparecer

Va a ser vendido en una subasta de coches de la casa RM Sotheby's por más de 1,3 millones de euros. Un vehículo de lujo carrozado por la famosa compañía Dietrich y una de las cuatro unidades de la gama Deluxe Eight que aún quedan vivas en el mundo.

Lujo extremo en este Packard Deluxe Eight Individual Custom Convertible Victoria by Dietrich de 1932

Los Dietrich Invidivual Custom son el culmen en diseño y personalización de los coches de Packard. Carrocerías creadas a petición de sus clientes y construidas directamente sobre los chasis Senior del fabricante entre 1932 y 1934.

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Esta versión se entregó, según los archivos, a un concesionario de Packard en Park Avenue, Nueva York, el 13 de abril de 1932 y en aquella región pasó los primeros años de su vida. Hasta que Russell Lewis, un coleccionista de Packard de Washington lo adquirió.

Según el hijo de aquel propietario, era el automóvil favorito de su padre. Un hombre que, por cierto, fue uno de los fundadores del Classic Car Club of America. Lo mantuvo en su garaje hasta 1968, cuando pasó a manos de un compañero y aficionado amigo suyo, Richard Cantwell.

A partir de entonces cambió de manos en multitud de ocasiones, aunque siempre entre amantes del motor. De hecho, uno de ellos, llamado Richie Clyne, lo llegó a pilotar al límite en Las Vegas Motor Speedway sin ningún problema. Aunque justo a finales de la década de 1990 recibió una restauración y permaneció en el Palacio Imperial de la Ciudad del Juego.

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Después de aquellos trabajos y de la atención exquisita de RM Auto Restoration en Blenheim, Ontario, el coche conserva un lustre sensacional. Y su motor de 8 cilindros en línea carburación de 110 CV sigue funcionando sin problemas. Una auténtica joya.

Durante la década de 1930 llegó a costar más de 3.000 dólares de la época. Unos 55.000 dólares de la actualidad con el cálculo de la inflación en estos casi 100 años. Será absolutamente imposible que volvamos a ver coches con un precio tan comedido y semejante nivel de detalle. ¡Los tiempos cambian!