Estos fueron los coches más caros de la década de 1930

Duesenberg Model J

Después de la Gran Depresión llegó una época dorada del automóvil liderada por varias marcas de lujo históricas.

Tras el Crack de 1929 surgió una época de breve recuperación antes de la Segunda Guerra Mundial en la que se forjaron los nombres de grandes marcas de vehículos de lujo. Y hoy vamos a repasar los coches más caros de la década de 1930 que solo unos pocos afortunados podían comprar.

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No digamos ya hoy en día, que se han convertido en verdaderos clásicos de colección muy cotizados. Estos coches son ni más ni menos que el Bugatti Royale, el Duesenberg Model SJ, el Cadillac 452 V16 y el Chrysler Imperial Phaeton.

Bugatti Type 41 Royale

Bugatti Type 41 Royale

El Bugatti Type 41, también conocido como Bugatti Royale, fue un vehículo de lujo que se produjo entre 1927 y 1933 con solo 8 unidades para todo el mundo. Contó con un motor de 8 cilindros en línea de 12,8 litros y un peso de poco más de 3.000 kilogramos.

También fue uno de los grandes referentes para la prensa del automóvil de la época. En la revista Autocar catalogaron a este Bugatti como "exquisito" y cada uno era completamente personalizado, incluyendo el diseño de la carrocería. Su precio alcanzó 43.000 dólares de la época y en un principio, iba a ser un coche solo para la realeza.

El Rey Alfonso XIII de España estuvo a punto de recibir la primera unidad antes de ser depuesto. Además, Bugatti se negó a vender una unidad al Rey Zog de Albania por sus modales y siete unidades acabaron en manos del propio Ettore Bugatti como coche personal, coleccionistas y empresarios. Hace unas décadas se vendió el Royale 100141 por 8,7 millones de euros en 1983.

Duesenberg Model SJ

Duesenberg Model SJ

RM Sotheby's

Hace unas semanas publicamos un artículo con la historia de Duesenberg, la única marca de automóviles desaparecida de esta lista y que lanzó al mercado solo tres modelos a lo largo de dos décadas de vida, prácticamente. Su culminación fue este Model SJ, del que solo se construyeron unas 36 unidades hasta 1937.

Equipó un motor de 8 cilindros en línea sobrealimentado con 365 CV y fue capaz de alcanzar una velocidad máxima de 206 km/h. Todo un hito para un automóvil de estas características en la época. Su precio en la época fue de 9.500 dólares y la personalización podía sumar otros 3.000 dólares a la factura. Todo un derroche en aquellos tiempos.

Actualmente, si buscas un Duesenberg SJ en alguna subasta, podrías llegar a desembolsar más de 2,5 millones de euros, como ha sucedido con algunas unidades en la conocida casa de venta de vehículos clásicos, RM Sotheby's.

Cadillac 452-A V16

Cadillac V16

RM Sotheby's

El Cadillac V16 fue el primer coche de producción con un motor de combustión de este tipo con 16 cilindros a 45º y hasta 7,4 litros de cilindrada. Se vendió a lo largo de una década con más de 4.000 unidades vendidas y cerca de 50 tipos distintos de carrocería.

Toda una obra de ingeniería y carburación llena de lujo exterior e interior. Sin duda, las unidades más bellas fueron las del carrocero Fleetwood. Dependiendo de la versión, en su momento podían superar fácilmente los 7.000 dólares de precio en formato berlina.

Si buscas uno en la actualidad, oscilan en subastas de coches entre 180.000 y 600.000 euros. Aunque su mecánica puede ser un error financiero interesante. Si mantener un 8 cilindros antiguo ya es complicado, imagínate el doble...

Chrysler Imperial Phaeton

Chrysler Imperial Phaeton

RM Sotheby's

El despegue de Chrysler con este vehículo fue gracias a la carrocera LeBaron, fundada en 1920 por Raymond Dietrich y Thomas Hibbard. Ellos se encargaron de diseños para Duesenberg, la propia Chrysler, Packard o Pierce-Arrow.

En el caso del Chrysler Imperial Phaeaton, fue el coche de mayor precio de la compañía y también ofreció carrocerías de Derham o Fleetwood. Este fue el único vehículo de su rango en usar un motor de 6 cilindros en línea de hasta 5,1 litros, ya que era el único bloque que había desarrollado la recién fundada empresa norteamericana.

Se fabricó desde 1926 hasta 1930 y fue el coche de seguridad de Indianapolis 500 en aquel primer año. A mediados de la década incorporó un motor de 8 cilindros con una estética de "torpedo" en su versión Airflow con un precio que superaba los 5.000 dólares. Desafortunadamente, las ventas disminuyeron por su diseño un tanto extraño en contraposición a sus rivales.