Prueba del Pagani Utopia: una obra de arte con motor V12

Pagani Utopia

Hemos probado el último hiperdeportivo creado por Horacio Pagani. Uno de los automóviles que han alcanzado la perfección en los últimos tiempos.

Después de casi dos años desde su presentación, os traemos la prueba del Pagani Utopia. El tercero de su nombre. Una escultura móvil, una obra de arte rodante. El entorno más elaborado que se ha creado jamás alrededor de una caja de cambios manual. Y es que la transmisión es crucial en este hiperdeportivo.

Asistimos a la presentación del nuevo Pagani Utopia: estas son sus mejores fotografías

No solo condiciona las características de conducción del Pagani, sino que ha sido objeto de una gran atención por parte de un equipo de desarrollo de unas 260 personas en la marca italiana. Tal es su importancia que cerca del 50% del centenar de unidades del vehículo, se han comprado con palanca y embrague.

Diseño e interior del Pagani Utopia

La inspiración proviene de muchas tendencias: art déco, el futurismo de los años 50, steampunk, estilo victoriano... No deberían funcionar juntos, pero funcionan. El diseño del Pagani Utopia es una genialidad. ¿Realmente bello? Puede que sí o puede que no. Lo que es cierto es que el vehículo rebosa carisma y creatividad.

Tampoco es especialmente moderno. Probablemente, el Pagani Huayra puede parecer incluso más refinado. Pero este diseño no va a envejecer. Las marcas hacen coches con diseños que se quedan anticuados para que compres el siguiente, totalmente a propósito. Pagani no vive de eso.

Una cabina con forma de lágrima, dos ópticas delanteras cubiertas de vidrio y divididas en cuatro faros, aerodinámica por todas partes... Y una parte trasera realmente curiosa. Grupos de luces redondos (dos a cada lado colocados verticalmente), los cuatro escapes clásicos en el centro y un alerón que une estos elementos y que cuenta con flaps móviles.

Hagas lo que hagas desde la distancia, mires por donde lo mires, sus detalles son seductores. La precisión de fresado de las pinzas de freno, las estructuras de aluminio de las luces posteriores flotantes, las hebillas de cuero de la carrocería... Y pese a no reparar en lujos, solo pesa unos 1.340 kg en orden de marcha. Menos que un McLaren 750S.

El interior es otra oda al diseño. Entre el renacimiento y el retrofuturismo. Como estar dentro de un sueño febril de Leonardo Da Vinci. Comienza con los maravillosos pestillos que abren las puertas hacia arriba y revelan esta sinfonía de metal y cuero. Es como descender a un teatro barroco en miniatura enfocado en la deportividad.

Nada de pantallas multimedia centrales enormes. Solo una entre el cuentarrevoluciones y el velocímetro, que brinda información dinámica y reproduce incluso Apple CarPlay. Un toque de siglo XXI en un habitáculo que representa todo lo contrario.

Palancas metálicas de estilo aviación, actuadores de todo tipo, instrumentación analógica, fibra de carbono expuesta en los paneles de las puertas o los asientos... Todo está rematado con un lujo soberbio. Unas 777 piezas de aluminio mecanizado que juegan con tus sentidos y te harían pasar horas dentro tocándolo todo.

Incluso tienes maletas integradas dentro de la carrocería, en bolsas de carbono y cuero. No son especialmente grandes y deberás desabrochar las hebillas de seguridad de los paneles del coche para levantar todo el capó trasero (un trabajo de dos personas). Y en el interior, tienes más de estas maletas en el túnel de transmisión y tras los asientos traseros.

Motorización y dinámica del Pagani Utopia

Pagani Utopia

Condujimos el Utopia durante dos días. Durante la mayor parte del tiempo, llovió a cántaros y aprendimos más sobre la falta de canaletas de lluvia que sobre la dinámica del coche. Justo al final, se secó. Y fue como abrir las puertas de un mundo nuevo.

Bajo la lluvia, algunos aspectos eran todavía impresionantes. Podías conducir al superdeportivo sin temor a un despertar inicial sobrecogedor. La suspensión adaptativa (de los especialistas británicos de Tractive) cumple de forma maravillosa.

Sin  embargo, empujarlo al límite es adentrarse en una zona difícil. Carretera resbaladiza, un enorme par motor, llantas de 22 pulgadas y gomas de 325 mm fueron una receta casi perfecta para derrapar y que el vehículo pareciera complicado de conducir.

En seco, el motor V12 de 6,0 litros biturbo ni siquiera necesita alcanzar las 7.000 rpm para emocionarte. Nunca pierde la sensación de calma y control, incluso cuando desata la violencia. Hay muy poco turbolag y son silenciosos... Hasta que no.

En ese momento aparecen los 863 CV y 1.100 Nm de par máximo. Con una melodía distante al principio, pero profunda y vibrante, que se convierte de manera repentina en un aullido insistente. La clásica suavidad de los motores V12.

La caja de cambios consigue lo imposible. U Horacio Pagani han hecho magia o la tecnología ha evolucionado lo indecible desde los tiempos del Lamborghini Diablo. Embrague de triple disco manejable y suave. Tanto que un cliente ha pedido que lo hagan más pesado para ganar brusquedad.

En sí mismo, la palanca de cambios es otra obra de arte. Mecánica a más no poder, bruta, simple y a su vez llena de detalles. Podría decirse que es igual de digna de admirar que de usar. Siete velocidades con un desplazamiento algo gomoso si lo comparamos con la "holgura cero" del GMA T.50 de Gordon Murray.

¿Vale la pena el Pagani Utopia?

Pagani Utopia

Es un coche deportivo radical y extremo, con el que podrías incluso viajar. Sus asientos son cómodos, al igual que la suspensión, la dirección... Está más conectado con la carretera y el conductor de lo que cabría esperar y los frenos carbonocerámicos no tienen rival.

Es, enfáticamente, un hypercar para el conductor. No tienes que buscar emociones fuertes (que puedes), sino disfrutar de los modales del Utopia en carretera y de los componentes que estás manejando. Ahí reside la verdadera emoción. No hay nada como un Pagani, y la marca lo sabe.

¿Que si vale la pena? Es el sueño de cualquier persona con gusto en el mundo del motor. Tanto es así que estamos seguros de que algunos hubieran pagado dos o tres veces los 2,15 millones de euros que cuesta el coche. Y de media, los compradores gastan casi medio millón más en personalización y opciones adicionales.

Solo se van a fabricar 99 unidades de esta versión coupé que ya están vendidos, pero pronto llegará el roadster, versiones más radicales, de circuito, ediciones especiales en pequeñas series... El éxito está completamente asegurado.

Nuestro veredicto

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