Hace 33 años nació el Lamborghini Diablo: el último V12 'puro' de la marca

Lamborghini Diablo

El Lamborghini Diablo fue presentado en 1990 como el heredero del Countach y se convirtió en todo un mito de los deportivos.

Tal día como hoy, en 1990, se presentó el Lamborghini Diablo durante el Salón del Automóvil de Ginebra. Un coche deportivo con motor V12 que además, fue el último en no incorporar las modernas ayudas electrónicas que conocemos en la actualidad.

Prueba del Lamborghini Huracán STO y Tecnica: ¿Cuál es mejor superdeportivo?

Ahora, este Lamborghini es un verdadero clásico muy querido por los amantes de los superdeportivos y de la estética italiana. Su valor ha aumentado con los años y ha tenido (o tiene) un lugar especial en las paredes de muchas habitaciones y smartphones, en forma de maqueta, wallpaper o poster.

Lamborghini Diablo: a caballo entre Chrysler y Volkswagen

Lamborghini Diablo SE30

Courtesy of RM Sotheby's

La historia del Diablo se remonta a finales de los años 80' y el diseño de Marcello Gandini. Su trabajo no terminó de convencer a Chrysler y la marca estadounidense (propietaria en aquel entonces de Sant'Agata Bolognese) decidió darle la vuelta.

Así fue como surgió la estética que conocemos, algo más perfilada y elegante sin prescindir de la deportividad y de ese perfil en cuña que innauguró el Countach y que ha acompañado desde entonces a Lambo.

Motor V12 6.0 del Lamborghini Diablo SE30

Courtesy of RM Sotheby's

Su primera versión contó con un motor V12 atmosférico de 5,7 litros con inyección multipunto controlada electrónicamente. Generó 492 CV y 579 Nm de par máximo con tracción trasera y caja de cambios manual.

Pudo acelerar de 0 a 100 km/h en 4,09 segundos y alcanzar 325 km/h de velocidad máxima, aunque no contó con ABS, control de tracción o incluso dirección asistida. Un coche para valientes en toda regla.

Fallos, nuevas versiones y evolución

Lamborghini Diablo VT 6.0

Courtesy of RM Sotheby's

El coche era un peligro y eso es innegable. Por ello, se lanzó el Lamborghini Diablo VT (que contó con versión Roadster descapotable) con el sistema Viscous Traction del LM002. Tracción integral, nuevos frenos y un equipamiento interior más completo.

Estos son los mejores motores V12 de la actualidad

En 1994 surgió el Diablo SE30 con una preparación radical que elevó su potencia hasta los 604 CV, redujo su peso e incorporó novedades como los 30 kit JOTA (aunque finalmente se construyeron solo 15), llantas OZ o una admisión de magnesio.

Sin embargo, pronto los faros retráctiles fueron sustituidos por... ¡Los del Nissan 300ZX! Tras el lanzamiento del Diablo SV (Super Veloce), una denominación que se sigue usando en coches como el Lamborghini Aventador, Volkswagen entró en juego al comprar la marca.

Lamborghini Diablo VT 6.0

Courtesy of RM Sotheby's

El grupo con dominio principal de Audi fabricó el Diablo GT o el Diablo VT 6.0. En el caso del primero, elevando su velocidad máxima hasta los 340 km/h con una estética ciertamente renovada y nuevos acabados para el interior.

Volkswagen también decidió comenzar a apostar por las ayudas electrónicas como el ABS para controlar el vehículo, que en su momento, fue el Lamborghini más vendido de la historia y ostentó el récord de unidades entregadas en solo un año.

En la actualidad... ¡Todo un icono!

No es difícil encontrar unidades en venta del Lamborghini Diablo por todo el mundo y en subastas de coches, aunque su precio puede alcanzar sin problemas los 500.000 euros.

De hecho, el más caro que subastó RM Sotheby's fue un Lamborghini Diablo GT de 1999 completamente negro y legal para circular en la calle pese a su preparación de GT2 para competición. Alcanzó en 2018 un precio de 815.000 euros.

Solo se condujo durante 276 kilómetros y es la 12ª unidad de 80 GTs de edición limitada. Si bien, la producción general cesó en 2001 con su reemplazo ya en manos de VAG: el Lamborghini Murciélago.

Desde entonces, todos los deportivos de la compañía han batido récords de ventas hasta llegar al SUV estrella de la marca, el Lamborghini Urus. Un coche que ha marcado el máximo exponente financiero para los italianos y que difícilmente será superado.