La historia de Duesenberg es como la de tantos artistas que murieron pobres y en el olvido. Y de repente, mucho tiempo después, saltan a la fama y sus obras se vuelven desorbitadas. Ese es el caso de estos coches clásicos que superan un millón de euros de precio.

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Y no solo hablamos de una marca que fabricó coches de lujo. Sus aspiraciones en competición fueron muy lejos. Tanto que fueron el primer fabricante americano en ganar una prueba de la antigua Fórmula 1. Así que aquí está su historia, para que no caiga en el olvido.

Duesenberg y los coches clásicos de 1 millón de euros

Duesenberg Automobile & Motor Company nació en 1920 en Indiana, Estados Unidos. Fue fundada por los hermanos Fred y August y muy pronto se convirtieron en una referencia de la época, popularizando tecnologías como el motor de 8 cilindros en línea y los frenos hidráulicos en las cuatro ruedas.

Durante la primera guerra mundial, antes de fabricar coches en masa, ambos se dedicaron a construir motores de aviación. Pero después del conflicto, pudieron enfocarse en su pasión con su primer modelo: el Duesenberg Model A con 88 CV de potencia.

Fue el primer automóvil de producción en masa con un motor de 8 cilindros en línea y en la época, el precio rondaba los 6.500 dólares, más de 100.000 dólares actuales. Sin embargo, la ambición de la marca chocó con las limitaciones técnicas de la empresa y apenas pudieron fabricar y vender unas 650 unidades en seis años.

Después de aquel periodo y durante algunos problemas financieros, Duesenberg se centró en la fabricación de coches de carreras mientras se trazaba un plan para lanzar otros modelos: el Model X y el famoso Duesenberg Model J.

El primero fue en esencia, una actualización del modelo original de la marca con 100 CV y algunos refuerzos y modificaciones en el chasis. Solo se fabricaron 13 unidades y en la actualidad, se sabe de la existencia de solo cinco modelos.

El Model J se produjo desde 1928 hasta 1937, en plena Gran Depresión. El objetivo de fabricación de 500 unidades se quedó corto con solo 300 vehículos, pero supuso un hito en muchos sentidos. Sin ir más lejos, con su enorme motor de 8 cilindros en línea de 7,0 litros con la posibilidad de equipar un supercargador.

Aunque el diseño era de la marca, esos motores fueron construidos por Lycoming Engines (una filial de Cord, que poseía una buena participación en Duesenberg). En su versión atmosférica, llegó a producir 265 CV con 4 válvulas por cilindro y doble árbol de levas en cabeza.

Cifras que se incrementaron hasta los 320 CV y los 225 km/h de velocidad máxima en el caso de la versión supercharger, que podía acelerar de 0 a 100 km/h en 8,0 segundos. Toda una declaración de intenciones en la época.

Como curiosidad, la forma de distinguir esta versión es con los colectores de escape situados fuera de la carrocería, en el lado derecho del morro y justo por detrás de la aleta con cuatro tubos independientes (uno para cada dos cilindros).

Triunfos en competición y desaparición

El espíritu deportivo de la marca fue enorme. Duesenberg se convirtió en la primera marca americana en ganar un gran premio, concretamente el Gran Premio de Francia de 1921 durante los albores de la primigenia F1, donde Jimmy Murphy y Ralph DePalma superaron a los deportivos de Talbot, Ballot, Mathis o Fiat.

Por otra parte, Duesenberg ganó las 500 Millas de Indianápolis en 1922, 1924, 1925 y 1927. Victorias con una enorme carga emocional, ya que Indiana era el hogar de la compañía e Indianapolis 500 es una prueba muy querida y admirada en Estados Unidos.

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Al final de sus días, la marca decidió desaparecer por todo lo alto y se fabricaron dos modelos especiales: los Duesenberg Model J SSJ para los actores Gary Cooper y Clark Gable con 400 CV de potencia. El primero de ellos, por cierto, se vendió en 2018 por 22 millones de dólares.

A nivel de diseño, todos los modelos de la compañía se ofrecieron con diversas carrocerías, aunque los Convertible fueron los más famosos. Tanto en formato sedán como coupé. Actualmente son difíciles de encontrar, pero casas de subastas como RM Sotheby's han vendido decenas de ellos en subastas por más de 2 millones de euros.

Sin duda, la marca dejó su huella en la historia del automóvil y el experto Donald Davidson los catalogó como "Los automóviles de pasajeros más prestigiosos de la historia de Estados Unidos", equiparándolos a grandes vehículos de la época como los Rolls-Royce y los Hispano-Suiza.