Un Mercedes Clase G limusina, AMG y a prueba de balas. ¿Por qué no?

Mercedes Clase G limusina Inkas
Un cóctel de lo más exótico.

El Mercedes Clase G es uno de nuestros coches favoritos, no es ningún secreto. Y sí, la versión firmada por AMG todavía nos gusta más. Ahora bien, como cuando tu abuela te pone una ración de comida inasumible para tu estómago, en esta ocasión se han pasado de la ralla: un Mercedes Clase G limusina, AMG y blindado para sobrevivir a cualquier atentado.

Bueno, esto es como todo: quizás si vives en algún país ex-soviético y tienes muchos enemigos porque has robado una planta de gas a tu vecino, este Mercedes Clase G limusina puede ser tu coche ideal. Imponente como siempre, más lujoso que nunca y con un nivel de blindaje que soporta la explosión de dos granadas DM51.

Mercedes Clase G limusina y blindado

Lo primero que llama la atención de este Mercedes Clase G modificado por Inkas es su tamaño. Gracias a su extra de longitud supera los seis metros de largo, más o menos lo mismo que medía el Maybach 62, la limusina más cara y lujosa que ha creado el Grupo Daimler en las últimas décadas.

Y es que con una batalla de más de cuatro metros, el interior de este Mercedes es suntuoso. En las plazas traseras cuenta con un habitáculo completamente independiente con respecto a las plazas delanteras. Las dos butacas son dignas de la primera clase de un avión, completamente reclinables y con una televisión de grandes dimensiones para su uso y disfrute.

En la galería de fotos se puede ver en detalles todo lo que ofrece este SUV tan especial, probablemente el más lujoso y exótico que puedas comprar. Por supuesto cuenta con otros lujos como una nevera, un sistema de audio premium o un sistema que imita la luz del sol para iluminar las plazas traseras.

Como te decía, el blindaje también es clave y podrá soportar el fuego enemigo de un rifle de calibre 7,62mm. Viendo el habitáculo trasero y viendo el nivel de blindaje, no tengo duda que será el coche ideal de narcos, políticos corruptos o presidentes de empresas con muchos enemigos a sus espaldas. ¿Su precio? Fácil y para toda la familia: un millón de euros.