Opinión: ¿Tienen razón de ser los SUV deportivos?

¿Tienen razón de ser lo SUV deportivos?

Miguel Lorente

No nos gustan los SUV pero... ¿y si son deportivos?

Por concepto un SUV es un Sport Utility Vehicle, es decir, un vehículo utilitario deportivo. La última palabra es la que siempre más me ha chirriado, ¿por qué? Porque, si todo SUV que se vende como coche nuevo debería tener un carácter deportivo, la gran mayoría de las marcas nos mienten cuando quieren que compremos uno de sus SUV.

Dicho esto, qué es un vehículo deportivo. Un coche con características deportivas debería ser aquel que es diferente a su versión o equivalente de base, con mayores prestaciones, unas sensaciones al volante más extremas, una conducción más exigente y, a la postre, más divertido.

Ahora me planteo ¿he conducido algún SUV deportivo? Sí. ¿Todos los SUV que he conducido han mostrado carácter deportivo? No, claramente, no.

¿Qué lógica tienen los SUV deportivos?

Volvamos al planteamiento de los conceptos de SUV y deportivo por separado y hagámoslo concurrir en un mismo vehículo, sin prejuicios previos. Debería ser un coche. Un utilitario. Un deportivo. 

Busquemos en nuestra mente aquellas situaciones que entendamos que son deportivas (lo siento, para mí el ajedrez sigue sin parecerme un deporte, pero por suerte, no veo yo una situación similar a esta exigente actividad mental relacionada con un coche). 

Hacer deporte conlleva una actividad física más exigente que en estado de calma, una preparación mental o aprendizaje, genera una serie de neurotransmisores que provocan sensaciones placenteras... Esto lo traslado al mundo del automóvil incluso sin meterme en competición. Conducir un SUV debería exigir una mayor capacidad física, una destreza mental y provocar unas sensaciones placenteras.

¿Existes vehículos así en el segmento de los SUV? Sí. Por lo tanto ¿es correcto asignar a ciertos vehículos la cualidad de ser un SUV? Así es, tanto dentro del grupo de los llamados crossover como fuera.

Otro tema es si tiene sentido que haya SUV con prestaciones de infarto, casi equiparables o superando a turismos de competición. También, lo tiene.

Últimamente, desde Italia se están presentando modelos muy sugerentes, empezando por el más extravagante, el Lamborghini Urus. El modelo mama y hereda lo que en el siglo pasado, sus antecesores no lograron vender. Por ejemplo, el Lamborghini LM002 de la prueba que hicimos, es un vehículo militar. Poco refinado, sin atractivo para el público general, con unas cualidades mecánicas poco justificables y menos soportables ni para tan siquiera, un potencial comprador, a la larga, un capricho poco justificable. Sin embargo el Urus, es el SUV de la Lamborghini actual, tan integrado en la familia como podría haber estado el Lamborghini Estoque. Pero el mercado manda y se vende mejor un SUV de lujo que una berlina de lujo. 

Sobre el Urus, cabe plantear su modo Corsa. ¿Puedes hacer una carrera con un Urus? Al uso, no lo veo, a menos que fueras un jeque o muchimillonario y quisieras embarcarte en una especie de Gumball 3000 o adaptar tu coche de alta gama para hacer TT. Pero ¿tiene justificación el uso del Corsa en carretera? Sí. La respuesta del Lamborghini Urus pone de manifiesto que esta configuración no solo puede tener uso en competición.

Querer una respuesta más radical, más instantánea, más exigente, más precisa... más divertida, no solo puede ser útil en carrera ni ser para salir de los límites de la legalidad. 

Siempre lo digo y no todo el mundo lo comprende: me gustan los coches potentes, rápidos y radicales... porque me gusta que, cuando salgo a autopista, la herramienta que uso para adecuarme a la vía a la que me incorporo no suponga un peligro ni para mí, ni para los demás. Pero no me gusta ir más rápido de lo que debo.

El Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio Verde, otra maravilla del diseño italiano con cualidades de deportivo. Su versión con el trébol verde es tan atractiva a la vista como a la conducción. De hecho, ha logrado el récord en el Circuito de Nürburgring dentro del grupo de tiempos para SUV, con el ajuste Race activo, claro está.

¿Tienen razón de ser lo SUV deportivos?

Y ¿para qué retar al dios Cronos en el Infierno Verde? ¿Cuánta gente que compre ese coche lo meterá en circuito? Una minoría pero ¿tiene sentido hacer ese test? Todo el del mundo si lo que se busca es un SUV deportivo porque este Alfa Romeo lo es.

Prueba: Alfa Romeo Quadrifoglio Verde

Por debajo de estos dos estaría el tercero del trío de SUV deportivos italianos, el Maserati Levante. Maserati, otra marca vinculada a la competición y a la conducción espirituosa. Levante, el viento fresco que intentará darle a la marca un empujón de ventas ¿cómo? Consiguiendo que los dueños de otras marcas de deportivos de alta gama quieran un SUV de traje italiano y espíritu deportivo. 

Si leíste la prueba del Maserati Levante, lo sacamos fuera del asfalto, lo pusimos en nieve y barro y este coche salió con la cabeza muy alta ¿eres de los que vas a la nieve a esquiar? ¿alguna vez has salido con tu bici y has buscado el barro? No pain, no gain/no game, que se dice. Pues algo así nos pasó con este SUV. 

¿Tienen razón de ser lo SUV deportivos?

Por lo tanto, me reafirmo ¿tienen sentido los SUV deportivos? Sí, toda la del mundo del automóvil. ¿Es correcto llamar a cada cosa con ruedas, con chasis elevado, carrocería, a veces dificilmente diferenciable de un monovolumen, que ni es bueno en asfalto, ni mucho menos fuera de él SUV? No, no lo es. 

Etiquetas: SUV, SUV deportivo