Después de que la F1 tomara las calles de Londres, nos llegaban unas sorprendentes declaraciones de Eric Boullier, director deportivo de McLaren. El francés ha explicado en referencia al futuro de Fernando Alonso que apuesta por su continuidad en el equipo, pero siempre que esté seguro del proyecto.  De lo contrario, parece que no vería con malos ojos decir adiós a uno de los  mejores pilotos de la Categoría Reina.

"Prefiero que Alonso se quede con nosotros, pero con la condición de que crea en nuestro proyecto. Un piloto que no cree en nosotros no es muy útil", declaró Boullier al portal Nextgen-Auto.com. 

O sea que después de casi tres años de fracasos, el francés le pide casi un acto de fe a Alonso. Porque pensar que la formación inglesa va a salir del hoyo fácilmente sería tan realista como creer en los Reyes Magos o el Ratoncito Pérez.

Preguntado sobre si piensa que Fernando ya no cree en McLaren, Boullier echó balones fuera: "Habría que preguntárselo a él, no me corresponde a mí dar una respuesta".

Quizás para suavizar esas palabras, y en relación a la negativa de Vettel y Hamilton a tener de compañero a Alonso dijo: "No me sorprende. Mezclar al lobo con las ovejas nunca ha sido una buena idea. Cuando se tiene el estatus de número 1 dentro del equipo, como es el caso de Vettel en Ferrari y Hamilton en Mercedes, aunque no lo digan oficialmente, no quieres que nadie venga a molestarte".

Asimismo expuso: "Todos los campeones quieren medirse con los mejores, pero no necesariamente dentro del mismo equipo. Normalmente, el objetivo es vencer a los demás. Y también expuso que "no se debe de meter a dos gallos en el mismo corral".

En todo caso, después de escuchar estas declaraciones de Eric Boullier, parece ser que las quejas e insinuaciones de Alonso sobre sus opciones de futuro no le han gustado al risueño galo. Hay que recordar que anteriormente fue Honda quien expresó su malestar en este mismo sentido. 

Por cierto, habría que preguntarle al directivo si él pudiera salir corriendo a otro equipo, no lo haría. Ya lo dice el refrán: "donde no hay harina, todo se vuelve tremolina". Pues eso es lo que pasa en Woking.