Muere Niki Lauda: por esto le recordaremos como una leyenda

Niki Lauda joven
Hoy es un día triste para el mundo del automovilismo...

Esta es una de esas noticias que a nadie le gusta dar: muere Niki Lauda y con él, se va una leyenda de la Fórmula 1, una parte de la historia de este deporte que tantas alegrías y disgustos nos da, como el que protagonizó Lauda en 1976, tras el fatal accidente en Nürburgring que casi le cuesta la vida.

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Pero Niki era un luchador; plantó cara en su juventud a su familia, que no estaba de acuerdo con que se dedicara a las carreras y se enfrentó en más de una ocasión a los organizadores de la Fórmula 1, cuando pensaba que las condiciones meteorológicas o de los circuitos no eran lo suficientemente seguras para conducir, como ocurrió en el GP de Japón de 1976, cuando se retiró al considerar que la pista no podía drenar todo el agua que estaba dejando la lluvia. 

Sin embargo, a nosotros nos gusta recordarle más por todo lo bueno que hizo por la Fórmula 1. "Sus logros como atleta y emprendedor son y serán inolvidables, su ánimo incansable por la acción, su determinación y su coraje permanecerán”, expresa su familia en un comunicado. 

En 2018, Niki Lauda fue sometido a un transplante de pulmón que le alejó de los circuitos, donde era un asiduo, sobre todo junto al equipo Mercedes desde 2012; a principios de 2019, fue ingresado a causa de una gripe y desde entonces, entre poco y nada volvimos a saber de él... hasta hoy, que lamentamos su fallecimiento; su recuerdo se quedará siempre con nosotros, por eso aquí recordamos algunos de sus datos más importantes. Descansa en paz, Niki.

Muere Niki Lauda: sus cifras

Niki Lauda tuvo una dilatada trayectoria en la Fórmula 1: su primer Gran Premio fue el de Austria en 1971 y el último, en Australia en 1985: entre uno y otro, disputó 171 grandes premios, logró 25 victorias, 24 pole positions, 24 vueltas rápidas, 54 podios y tres campeonatos del mundo, dos con Ferrari (1975 y 1977) -acabando así con la sequía de los de Maranello- y uno con McLaren (1984).

Muere Niki Lauda: el día negro

El GP de Alemania de 1976 se disputaba en Nürburgring. Niki Lauda estaba teniendo una gran temporada, pero el traicionero trazado alemán le jugó una mala pasada, el austriaco se salió de la pista, chocó contra las barreras y su Ferrari 312T2 acabó en llamas con él en su interior. Finalmente consiguieron rescatarlo, en estado muy grave y con más del 70% de su cuerpo quemado... así que nadie era demasiado optimista sobre su estado. Pero Lauda sobrevivió y tras una durísima recuperación de tres meses, ¡volvió a competir en el Gran Premio de Italia de ese mismo año! Estaba hecho de otra pasta...

Muere Niki Lauda: 'rendirse' es solo una palabra

Tras unos años un tanto turbulentos, en los que Niki Lauda se despidió de Ferrari y pasó, sin demasiado ruido, por las filas de Brabham, el piloto se retiró del Gran Circo en 1979; sin embargo, ni su propia compañía de vuelos fue capaz de mantenerle entretenido así que en 1982, regresó a la pista, en esta ocasión con McLaren y con Alain Prost como compañero de equipo. La sorpresa es que nadie se esperaba que tan solo dos años después, en 1984, se alzaría con su tercer título mundial, con Prost pisándole los talones.