Los 5 peores fórmula 1 de la Historia: fracasos a toda velocidad

Los peores f1

Javier Prieto

Si vas a crear tu propio fórmula 1 porque te sobran unos millones de eurillos, lee este post.

Hoy vas a conocer los 5 peores fórmula 1 de la Historia, proyectos que nacieron como un sueño y se convirtieron, en menos que canta un gallo, en una pesadilla. 

La escasez presupuestaria, las malas decisiones, los pésimos conocimientos técnicos, unidos al trabajo de los peores pilotos de la especialidad, dieron unos resultados para echarse a llorar... o a reír. Te hablamos de los monoplazas cuyo paso por la Categoría Reina duró lo que dos peces de hielo en un whisky on the rocks. 

Pero no debemos restarle un ápice a estos penosos bólidos puesto que reinventaron el concepto de fracaso e improvisación en la F1. A su manera, fueron unos pioneros en el arte de meter la pata a toda velocidad. Y éso no está a la altura de cualquiera, se requiere un talento especial para ello.

F1 failure

Sus diseños y mecánicas, establecieron nuevos parámetros en el mundo de la chapuza y el despropósito, que a día de hoy solo McLata ha conseguido emular. No solo no se comieron una rosca, desde el punto de vista competitivo, sino que fueron el hazmerreír del paddock.

Por todo ello, queremos rendirle nuestro homenaje a esos campeones del fracaso que al fin y al cabo supieron destacar en lo que mejor sabía hacer: fallar.

Solo con una depurada y lamentable forma de trabajar y después de perseverar en sus continuos errores, consiguieron alcanzar esas cotas tan significativas de la Categoría Reina.

F1 firing

Bólidos que no superaron los test crash, que jamás lograron clasificarse para un GP, que explotaron en los primeros metros de su fugaz paso por la especialidad, o que simplemente no llegaron ni a arrancar. Seguro que a estas alturas, te preguntas quienes son los 5 peores fórmula 1 de la Historia. Pues aquí los tienes.

Si te gustan las emociones fuertes o quieres pasar un rato divertido en este lunes, no te pierdas lo que viene a continuación. Las risas están garantizadas.

 

Maki F101: chapuza a la japonesa

Nuestro particular Top Five de los peores fórmula 1 de la Historia arranca con una lamentable creación oriental de 1974: el Maki F101. Su nombre ya te preparaba para lo que esperaba. Y la verdad es que no solo se cumplieron los malos augurios al respecto, sino que se superaron.

Pues, sí. Este bólido supo estar a la altura de lo que prometía su denominación (Maki) y dejó constancia de que los japoneses si se lo proponen, también pueden ser un auténtico desastre y de desarrollar uno de los coches más feos. Pensamos que F101 fue una gran fuente de inspiración para el McLata de Fernando Alonso, uno de los mejores pilotos.

Maki F10

¿Cómo nació el Maki? Pues, muy sencillo. Unos cuantos iluminados con los ojos rasgados pensaron que si Honda había competido con cierto éxito en los años 60, ellos podían emular a la marca de Sakura. Y se pusieron manos a la obra con tanto entusiasmo como desconocimiento.

En el año de su estreno triunfal solo se presentaron a cuatro Grandes Premios sin conseguir clasificarse para ninguno. Había que ser un auténtico kamikaze para ponerte al volante de aquel hierro. 

Suponemos que esa letra F del chasis hacía mención al universo de fallos y falta de fiabilidad que ofrecía el presunto coche de carreras. Era lento, pesado y difícil de manejar, un verdadero tronco.

Los pilotos víctimas de la siniestra máquina fueron el nipón Hiroshi Fushida, el neozalandés Howden Ganley y el británico Tony Trimmer. Se rumorea que después de esa traumática experiencia, alguno de ellos colgó el casco o se dio a la bebida. Normal. 

En la temporada siguiente (1975) el Maki FC101C Cosworth consiguió hacer bueno a su predecesor. Así en el GP de Los Países Bajos el V8 Cosworth explotó cuando habían logrado por primera vez acceder a una carrera.

Tras esa desventura, el fallido intento en el GP de Japón 1976 fue su despedida. Un alivio para familiares y amigos del equipo Maki y para su sponsor, la marca de relojes Citizen.

 

Lola Mastercard: un coche sin crédito

En ocasiones, las cagadas en la F1 provienen de las previsiones excesivamente optimistas o directamente de un acceso de locura de un patrocinador que se mete donde no le llaman. Toda una garantía de desastres deportivos y económicos.

Y el mejor ejemplo de ello lo constituye el Lola T97/30 Mastercard de 1997, cuarto clasificado entre los 5 peores fórmula 1 de la Historia.

No se puede definir de otra manera las cuentas de la lechera que hizo la multinacional de las tarjetas de crédito. Según sus mentes pensantes, los gastos de la escudería serían financiados por sus propios clientes.

¿Cómo? Pues a través de unas aportaciones o cuotas que les darían acceso VIP a los pilotos del equipo, las instalaciones y otras mamandurrias.

Como es natural, los consumidores no mordieron el anzuelo y aquello comenzó a desmoronarse antes de arrancar. Desde el principio, su socio en esta aventura, la escudería Lola, desconfió de esas previsiones económicas. 

Lola T97/30 Mastercard

Sin embargo, lo más sorprendente de esta historia es que Lola era una compañía con experiencia en el Gran Circo. De hecho, había estado presente en 1962 y 1967 con Honda, 1987 al lado de Larrousse y seis años después acompañando a la Scuderia Italia.

O sea que no eran unos pardillos ni unos recién llegados a los circuitos, lo que les confiere todavía mayor culpa. Y dirás, ¿qué falló? Se puede resumir en una palabra: TODO.

Para empezar a la multinacional de las tarjetas de plástico la entraron las prisas. Y el monoplaza que debería haber debutado en 1988, lo adelantaron a 1987. Ya se sabe que las prisas son malas consejeras.  

Los ingenieros y diseñadores se pusieron manos a la obra y en tan solo tres meses se sacaron de la manga el lamentable T97. La falta de carga aerodinámica, la ubicación errónea de la caja de cambios, el difusor o las suspensiones, ponían los pelos de punta al más valiente.

Tomaron como base de la criatura, la chatarra del Lola T95/30 que nunca llegó a competir. Y claro, ya te puedes imaginar lo que fue ese trasto en el asfalto.

Sus dos sufridos corredores, Ricardo Rosset y Vincenzo Sospiri, solo pudieron realizar dos test.Uno de ellos en una recta en Santa Pod (Inglaterra) y otro en Silverstone que se suspendió por la lluvia. 

Con este pésimo bagaje se presentaron a la primera cita del año, el GP de Australia 1997, donde se quedaron ¡a más de 11 segundos de la pole! Ni que decir tiene que no superaron el 107% para la cita dominical. El glorioso propulsor Cosworth ED4 V8 tuvo un gran protagonismo prestacional en el ridículo cosechado.

Después de aquello, y antes del GP de Brasil, los directivos sufrieron un súbito ataque de cordura y decidieron marcharse a su casa. Felicidades.

PA123: dos hermanos que fabrican de karts

Ya se sabe que la juventud es muy osada, algo característico de las edades tempranas. Pero es que los hermanos Luciano y Gianfranco Pederzani se pasaron de rosca.Allá por 1962 los dos jóvenes talentos habían tenido cierto éxito fabricando karts con la compañía Tecnokart en su Bolonia natal. Y ni cortos ni perezosos decidieron crear un F1. Con un par de co**nes. 

Bien es cierto que antes tuvieron el acierto de pasar por la F3 en 1967. Pero aquello era poca cosa para su talento.

Así se presentaron err el GP Alemania 1969 con un F2 donde dieron un nuevo sentido a la palabra ridículo. Solo pudieron completar nueve vueltas al Circuito de Nürburgring con François Cevert sentado en el incalificable T00.

Pero como esta pareja de pipiolos era inasequible al desaliento, siguieron con su plan para llegar a la F1 en un pispás.

Tecno PA123

Después de un proceso de fabricación repleto de retrasos y problemas, llegó el día de su puesta de largo en el GP de Bélgica 1972. El único PA123 en pista tuvo que abandonar con problemas en la suspensión después de un toque con otro competidor. El chasis, ante sus alarmantes deficiencias aerodinámicas, sufrió diversas evoluciones que no sirvieron para (casi) nada. Al año siguiente, la cosa fue peor que en el anterior.

Los de Martini se dieron cuenta de la castaña de coche construido por los Pederzani brothers y decidieron desarrollar uno por su cuenta. Aquello acabó como el Rosario de la Aurora, con el fabricante de bebidas espirituosas por un lado y los jóvenes por el suyo. Es lo mejor que le pudo suceder a todos ellos. Desde entonces, ostentan el dudoso honor de haber sido los autores de uno de los peores fórmula 1 de la Historia.

Andrea Moda S921

Una mañana de 1991, un empresario italiano del calzado que estaba forrado se levantó con un antojo: comprarse un equipo de F1. Sí, has leído bien.

El señorito en cuestión, Andrea Sassetti, además de un playboy empedernido era un fanfarrrón de mucho cuidado. Y como le sobraban 8 milloncejos de libras, compró los escombros del equipo Coloni.

Desde luego tenía un ojo para las inversiones increíble. Con su ego por las nubes, ordenó acoplar un propulsor Judd a un bólido Simtek. De esa explosiva combinación nació un Frankenstein de la velocidad llamado S921, uno de los peores fórmula 1 de la Historia. 

Andrea Moda S921

 

Sus corredores Pedro Moreno y Perry McCarthy, se sintieron muy aliviados al ver cómo tras el GP de Bélgica terminaba la pesadilla. En dicha cita no fueron capaces de bajar de los 2 minutos en la sesión de clasificación.

Y lo que es peor, uno de ellos sufrió un piñazo muy grave al montarle erróneamente unos componentes. La FIA les excluyó del Mundial.

Por cierto, Sassetti había sido detenido por estafa.  Parece ser que su incursión en la F1 quebró su patrimonio más de lo esperado. Y es que ya lo dice el refrán: zapatero a tus zapatos.

 

 

Life L190: de lo malo, lo peor

Sin duda alguna el campeón de los peores fórmula 1 de la Historia es el L190. La tétrica formación Life, que no hizo honor a su nombre dio a luz a un bólido, perdón por llamarlo así, el L190. En la carpa del Gran Circo cundió el pánico cuando los ¿responsables? técnicos de Life desplegaron su (nula) sabiduría.

Cómo sería de malo el engendro que no pasó los test crash de la FIA en 1989. Sin embargo, su director deportivo, Ernesto Vita, era un hombre muy persistente en sus propias equivocaciones. Por eso, volvió a la carga al año siguiente, partiendo del penoso chasis del First al que le instalaron un W12.

Life L190

 

Vita contrató a Gary Graham -más tarde reemplazado por Bruno Giacomelli- con el fin de atraer patrocinadores que no llegaron. Sin embargó el L190 sí mostró todo su potencial en 1990. Era capaz de quedarse a 35 segundos de la pole (GP de Phoenix) o de quedarse tirado en la segunda recta de Brasil. En nuestro país (GP de Jerez) dejó muestras de su calidad al ser 20 segundos más lento que el mejor tiempo marcado en los entrenos oficiales. Vistos los glorioso resultados, no comparecieron en las dos últimas citas del certamen. Bien hecho.

 

 

Si te ha molado el post de los peores fórmula 1 de la historia, te encantará la galería con los bólidos más feos de todos los tiempos que aparece bajo estas líneas.

 

 

 

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