Prueba del Alfa Romeo Giulia Competizione: ¿te gusta conducir?

Prueba del Alfa Romeo Giulia Competizione

Hemos probado el Alfa Romeo Giulia Competizione, una de las variantes disponibles de esta berlina italiana llegada en 2015 al mercado, la cual sigue siendo una de las mejores alternativas para disfrutar al volante.

Hace mucho que soy un fiel defensor de las berlinas. En mi opinión, son en ocasiones la mejor alternativa si buscas un coche práctico y espacioso, así como muchas de ellas son lo mejor si quieres sumar a esto el placer de conducir. Esto es algo que me ha dejado muy claro esta prueba del Alfa Romeo Giulia Competizione.

Fue en 2015 cuando Alfa Romeo presentó este modelo y apenas ha cambiado desde entonces, pero lo cierto es que no le hace falta. Sí, los gustos son algo totalmente subjetivo, pero no diría que la apariencia de esta berlina se vea anticuada en 2023. De hecho, me sigue pareciendo de las más bonitas que puedes comprar.

Ahora bien, tampoco quiero decir que el Alfa Romeo Giulia no haya cambiado nada en este tiempo. Ahora tiene unos nuevos faros LED matriciales adaptativos en el frontal y unos pilotos traseros transparentes ahumados. Ahí terminan las novedades, pero me acompaña la variante Competizione, la cual agrega algunos ingredientes más a la mezcla.

Por ejemplo, un detalle claramente llamativo de esta versión está en las llantas de 19” que porta esta unidad y que ayudan a lograr un aspecto más deportivo. Asimismo, hay una inscripción en las aletas que identifica a esta variante y el toque final lo aporta una pintura gris mate que realza las formas del coche y me parece espectacular. Y eso que no soy fan de las pinturas mate…

Siguiendo con el interior del Giulia Competizione, reconozco que aquí se notan más los años. Hay un cuadro digital de 12,3” bien integrado y con gráficos claros, pero la pantalla central de 8” se queda algo pequeña. Además, su funcionamiento no es todo lo fluido que debería.

Aun así, lo cierto es que el resto del habitáculo no me decepciona. Hay materiales blandos con buen tacto y toques deportivos gracias a elementos como el gran volante, muy ergonómico y con dos buenas paletas del cambio de aluminio cuyo tacto es una delicia. 

Asimismo, delante me siento en unos asientos deportivos realmente cómodos, con buen mullido y agarre. Eso sí, debo mencionar que el espacio en las plazas traseras no te dejará viajar tan cómodo si eres alto. Las butacas están bien, sí, pero el espacio para las rodillas y la cabeza lo veo algo justo para alguien de más de 1,85 de altura.

280 CV bajo el capó

Prueba del Alfa Romeo Giulia Competizione

El motor del Alfa Romeo Giulia Competizione que me acompaña es un cuatro cilindros turbo de 2 litros de cilindrada con 280 CV de potencia y 400 Nm de par. Esta fuerza se gestiona a través de una caja de cambios automática de ocho velociadades y, dado que estoy con una versión Q4 de la marca italiana, la potencia se envía a ambos ejes.

De esta forma, sobre el papel esta berlina italiana es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos y de firmar una velocidad máxima de 240 km/h. Nada mal de entrada y una muestra del cierto aire deportivo que pretende ofrecer esta variante.

¿Qué se siente al conducirlo?

Para comprobar si todo lo que aparenta este modelo es cierto, inicio mi prueba del Alfa Romeo Giulia Competizione e inmediatamente noto detalles que me llaman la atención. Por ejemplo, la propia dirección, sorprendentemente rápida y que apenas requiere ángulo de volante para muchos de los giros en ciudad.

Esto es algo a lo que hay que acostumbrarse al principio, pero no es algo que cueste y, una vez hecho a ello, la conducción se hace realmente cómoda en entornos urbanos. Esto se acompaña de un motor que responde y suena realmente bien, aunque cuando llegas a una rotonda o semáforo, frenas y aceleras antes de parar por completo, puede tardar un poco en responder.

Más allá de esto, en una conducción diaria diría que este es un coche realmente cómodo. La dirección permite moverse por zonas reviradas y aparcamientos por facilidad, el motor cumple con creces y la suspensión cómoda que filtra muy bien los baches, pero ofrece suficiente información de la carretera. Eso sí, si quieres más rigidez, necesitas elegir el modo más deportivo de conducción.

Prueba del Alfa Romeo Giulia Competizione

Por supuesto, esto no es algo que necesites en una conducción normal ni tampoco en trayectos largos por carretera. Aquí, si optas por la configuración deportiva, claramente notarás una respuesta mayor del motor y una relación del cambio diferente en automático, pero el trayecto puede ser incómodo al cabo de un tiempo. 

Por esta razón, a la hora de viajar basta con otras configuraciones y ahí no tendrás quejas, ya que los asientos y la suspensión del Giulia Competizione te permitirán devorar kilómetros sin que te des cuenta. Eso sí, si lo que quieres es ir a una buena carretera para disfrutar al volante, agradecerás esa última configuración entre los modos de conducción de esta berlina italiana.

Con esa selección, la mayor rigidez de marcha y el cambio en manual -o en automático con relaciones diferentes, si lo prefieres-, no necesitarás más para pasártelo en grande. Si la dirección ya era útil en ciudad, en carreteras de curvas es aún mejor, ya que te permite colocar el coche con mucha facilidad en la curva. Además, con la tracción total, es un coche realmente ágil en este entorno.

Todo esto se acompaña de un motor que empuja con ganas y que ofrece un sonido realmente atractivo, mientras que los frenos muerden con mucha eficacia y aportan una mayor sensación de seguridad cuando aumentas el ritmo. También ayuda en esto la estabilidad que ofrece la suspensión y todo resulta en una experiencia de conducción que, por desgracia, no es tan habitual.

Precio y rivales del Giulia Competizione

En estos momentos, el precio del Alfa Romeo Giulia es de 48.900 euros, aunque una versión como la probada asciende a unos 67.000 euros, así que no estamos ante un coche económico. Tampoco lo son sus rivales, eso sí, aunque se presentan más actualizados. Entre ellos encontramos dos muy claros: el BMW Serie 3 y el Mercedes Clase C.

En el caso de la berlina de BMW, la variante 330i con 245 CV te puede costar 51.818 euros con el cambio automático deportivo y por encima está el sobresaliente M340i, con 374 CV enviados a ambos ejes y un precio de 77.000 euros. Mientras tanto, en Mercedes tenemos el C300, con 258 CV y 23 CV de su propulsor eléctrico, así como con un precio de 58.067 euros.

Nuestro veredicto

7.5

Etiquetas: Berlinas, Motor