Prueba BMW 440i Cabrio: ¡ponle un poco de color a la vida!

Prueba BMW 440i Cabrio
La gente sigue comprando aburridas versiones diésel. ¿Por qué?

La prueba del BMW 440i Cabrio ha hecho que vuelva a rondar una frase que ya utilicé en su día: un superventas soñado, una frase que ya utilicé en la prueba del Seat León Cupra. Así es amigos, este es un coche que en España es un auténtico unicornio y que debería estar en otro lugar, debería ser, sin lugar a dudas, la versión más vendida del BMW Serie 4 Cabrio. Sigo pensando que en España, mucha gente, sigue dando al motor la misma importancia que algunos elementos de decoración: no, ponle el motor diésel que menos gaste pero gastare 15.000 euros en ponerle unas llantas bonitos y un paquete M que parece hacerle ganar 100 CV solo con su aspecto. E-R-R-O-R.

Y es que sed sinceros: ¿cuántos BMW 420d con paquete M habéis visto por la calle? Seguro que muchos. No puedo creer que toda la gente que se está gastando más de 60.000 euros en un coupé o descapotable de este tipo no pudiese apostar por los 67.050 euros que cuesta esta versión. No me lo puedo creer, pero la gente en este país lo tiene claro y eso es algo que me da bastante pena: prefiere apostar por la estética antes que por el motor.

Pues bien, tras la prueba del BMW 440i Cabrio puedo decir que este motor lo es TODO. Un seis cilindros que sienta como un guante a un coche así. Es más: BMW debería vender solamente esta versión. Un elegante descapotable con un motor a la altura del coche, del chasis y de su razón de ser, 326 CV apoyados en un fantástico sonido que te hace sentir mejor y más especial que unas llantas grandes o un kit de carrocería ‘deportivo’. Creedme, vale la pena apostar por él.

Prueba BMW 440i Cabrio: un motor excepcional

Bien, hoy se me ha ido la pinza y esta prueba del BMW 440i Cabrio la empiezo por el final, por la conclusión, pero vamos a rebobinar un poco y a echar un vistazo a lo que ofrece este coche. El BMW Serie 4 Cabrio de esta prueba es un descapotable de tamaño medio con cuatro plazas reales y que recientemente sufrió un ligero restyling con el que su imagen se mantiene en plena vigencia. Vale: no es un coche que apueste por un diseño o por un estilo espectacular, es más bien un coche conservador, elegante y ciertamente discreto, apoyado en un sistema de techo duro retráctil que le hace tener dos caras: coupé cuando tiene el techo puesto y descapotable cuando se desprende de él: la verdad es que es algo lento en su funcionamiento pero muy eficaz, dando la sensación de estar en un coche cerrado cuando se circular con el techo puesto.

Prueba BMW 440i Cabrio: así se abre su capota eléctrica

Reconozco que soy fan de las capotas de lona, pero también entiendo que este mecanismo tienes sus ventajas. En cualquier caso: mi unidad de pruebas me parece un auténtico espectáculo (gracias BMW España por configurarlo tan bonito). Luce un sensacional color Sunset Orange metalizado que me parece una pasada. Luce un color naranja profundo cuando le pega el sol directo, pero a su vez es más oscuro, sutil y elegante cuando el sol no le pega de pleno, con muchos matices interesantes. 

Luce el acabado Luxury, algo que también me gusta, apostando más por la elegancia que por la deportividad del paquete Sport o del paquete M. Luce un frontal con los paragolpes en acabado cromado, con unas llantas multiradio perfectas por diseño y por tamaño (19 pulgadas), mientras que en la parte trasera destaca la ya clásica doble salida de escape de estas versiones pata negra del BMW Serie 3 y Serie 4. ¿Quién no recuerda con cariño el primer modelo en lucirlas, aquel BMW 335i E92 y su espectacular sonido?

Prueba BMW 440i Cabrio Sunset Orange

Este es su sustituto: en el interior me encuentro con un espectacular cuero en color blanco que le da un rollo muy interesante, con sabor a mar, con sabor a mediterráneo, cálido y que te invita a disfrutar con él desde el primer minuto. Los asientos, pese a su estilo tipo backet, con el sistema de calefacción en el cuello integrado, apuestan claramente por el confort y destacan por un mullido importante y un agarre lateral que no termina de ser lo suficientemente contundente. Son auténticos butacones de salón: sí, estamos en un BMW descapotable de más de 300 CV pero aquí la deportividad está en un segundo (o tercer) plano.

Prueba BMW 440i Cabrio: un interior sobrio y de calidad

Debo decir que en general, el interior del BMW Serie 4 no ofrece un aspecto muy moderno y tecnológico, como el que sí empieza a lucir rivales directos como el del Audi A5 o el Mercedes Clase E Cabrio. Apuesta por la sencillez y por la calidad, sobrio, sin alardes: quizás el paso de los años ya le empieza a pasar factura, mientras que muchos de sus rivales se han presentado recientemente. En cualquier caso, uno se siente cómodo y a gusto desde el primer momento: hundo el botón de arranque y el seis cilindros toma vida con un ligero ronroneo y un ralentí tremendamente agradable y refinado. ¡Vamos allá!

Prueba BMW 440i Cabrio interior

La gente todavía no entiende cómo un motor puede modificar por completo el carácter de un coche. Un vehículo exclusivo como este debe estar asociado, siempre, a una mecánica sofisticada, refinada y prestacional. No descubro nada si digo que BMW produce grandes motores de seis cilindros y este no es una excepción: hablo de un seis en línea de tres litros, doble turbo, 326 CV y 450 Nm de par. Las cifras tampoco son impresionantes, pero son las adecuadas para un coche así: acelera de cero a cien en poco más de 5,4 segundos, mientras que la velocidad máxima es de 250 km/h.

Números, números y más números. No son necesarios: esta prueba del BMW 440i Cabrio va de sensaciones. El aire golpeando los pelos del cogote, el sonido del motor subiendo vueltas, esa sensación de fuerza bajo el pedal derecho, ese aplomo infinito. Es un coche agradable, esa podría ser su mejor definición. Creo que no es un buen deportivo, si buscas eso, deberás acudir al BMW M4. Es un coche para ir tranquilo, equilibrado. Es un coche capaz de volar en la autopista a cruceros lejos de la legalidad con un aplomo y una nobleza que sorprende: un auténtico quita puntos, ya que no te sensación de velocidad en cualquier momento.

Vídeo: así funciona el LapTimer de BMW para mejorar tus tiempos

Cosas que me gustan: la suspensión. Está claramente orientada al confort, filtra con nobleza, pero mantiene esa tensión propia de cualquier BMW de altas prestaciones. En curvas balancea más de lo deseado si buscas deportividad, pero tampoco se puede decir que se sienta mal en este apartado: me gusta mucho su dirección, especialmente el tacto algo más duro de lo normal. Consigues un buen ‘feeling’ entre el volante y lo que pasa bajo las ruedas. Quizás lo peor aquí sea un tacto de frenos demasiado gomoso de primeras y con poca contundencia, prácticamente en cualquier momento. No me he ido de tramo con él, pero me da la sensación que terminarían pasándolo mal: ten en cuenta que estamos hablando de 1.845 kg. Ese peso también le dota de un carácter más enfocado al lujo y al confort que a la deportividad extrema. 

Creo que al BMW Serie 4 le empiezan a pesar los años, pero aún así, este BMW 440i Cabrio de esta prueba me parece un coche fantástico y no me importaría, para nada, llevármelo a mi garaje. Tiene carácter, es refinado al extremo, su motor es una maravilla, progresivo, elástico pero con un sabor añejo que lo hace especial, muy confortable y con una imagen que difícilmente podrá pasar de moda. Se puede afirmar que su estilo es demasiado conservador, demasiado clásico, pero en esos casos, siempre puedes optar por una combinación de color tan espectacular como la de este ejemplar para solucionar el problema de un plumazo. ¡El mundo sería mejor si hubiese más de estos por nuestras carreteras!

Nuestro veredicto

0.85