Prueba del Opel Grandland 2021: renovación bien profunda

Prueba del Opel Grandland 2021

Con un nuevo frontal

El coche de la prueba, el Opel Grandland 2021, ha sido definido por la firma del Rüsselsheim como su nuevo buque insignia; algo que no me pilla por sorpresa al pertenecer al segmento que, por suerte o por desgracia, más demanda tiene en el mercado: el de los SUV. Si me impresionan los profundos cambios a los que ha sido sometido.

Tan amplio es el trabajo realizado que creo que es la actualización de mitad de ciclo más grande que han visto estos ojitos en los casi 20 años que llevo en esta bendita profesión. Y para que veas la importancia ha cambiado hasta el nombre, que ha perdido la X.

Prueba del Opel Grandland 2021

Como ocurrió en su día con el Opel Mokka y como ha adoptado la sexta generación del Astra, el nuevo Grandland recibe el Opel Vizor, la pieza de policarbonato que recoge los faros y el logo del rayo.

Este elemento junto con los nuevos grupos ópticos -pueden ser los EcoLED o los matricules Intell-iLux LED Pixel-, los paragolpes de nueva factura y las llantas de aleación consiguen que este todocamino parezca otro. 

Por cierto, ojo al nombre de las de 19 pulgadas: IronMan. ¿Estaré ante un supercoche? Tampoco hay que exagerar, que seguro que Thony Stark elegiría uno con tres plazas menos.

Lo mismo ocurre en el interior, donde el Opel Pure Panel se lleva todo el protagonismo. Y es que gracias a él, el puesto de conducción está digitalizado con dos pantallas panorámicas de 7" en un mismo módulo. 

Esas medidas son de serie, no como las de Pamela Anderson. De forma opcional o en equipamientos superiores son de 12 y de 10, respectivamente. 

Mantiene los botones físicos para las funciones importantes como subir o bajar la temperatura, encender el climatizador o controlar el volumen de la radio. Bien, Opel. También los plásticos de tacto gomoso en los paneles de las puertas y el salpicadero, incluso en la zona media de éste.

Prueba del Opel Grandland 2021

Por su parte, las plazas traseras tienen un muy buen espacio para las piernas y un hueco enorme para la cabeza -mido 1,78 m-. Además, el túnel de transmisión es bastante bajo, por lo que la plaza central, para trayectos cortos, no es incómoda. 

Respecto al maletero cubica unos generosos 514 litros, cifra que se ve reducida a 390 si se trata de la versión híbrida enchufable, independientemente de si es la tracción delantera o total. Eso sí, lo que no le quita la batería son las formas regulares y su piso de doble altura.

La gama de motorizaciones está compuesta por cuatro opciones: el diésel 1.5 de 130 CV, el gasolina de 1,2 litros y 130 CV y dos mecánicas híbridas enchufables, una 4x2 de 224 y otra 4x4 con 300 CV. Yo he tenido la oportunidad de probar la de gasolina y la PHEV más potente y sin lugar a dudas me quedo con la segunda.

Mi madre dice que no soy tonto porque me gusta lo caro. Como siempre, mi santa progenitora tiene razón...

Los motivos son sencillos: el de gasolina es un tres cilindros que no se caracteriza por su empuje o por su baja rumorosidad. Se mueve bien, pero echo en falta algo más de punch

En el caso del híbrido enchufable monta un cuatro cilindros de 181 CV, mucho más silencioso y suave en su funcionamiento, que junto con el eléctrico suma 300 CV. Otra razón es el peso de la dirección. En el primero es demasiado ligera, mientras que en el segundo, al ser automático, tiene modos de conducción en los que en algunos se endurece. 

Y la última es el tacto del cambio manual. No peca de impreciso, las cosas como son, pero sí tiene unos recorridos bastante largos.

Los 7 híbridos enchufables con mayor autonomía eléctrica

Bueno, también añadiría el empuje que tiene desde abajo y nada más pisar el pedal derecho. Acelera con ganas, independientemente del perfil escogido y del rango de revoluciones en el que trabaja -si se trata del propulsor de explosión- . Y para muestra un botón su aceleración: realiza el 0 a 100 km/h en 6,1".

Como he podido verificar durante la prueba del Opel Grandland 2021, es un SUV cómodo al que no se le atragantan los caminos revirados. Además, gracias a su altura libre al suelo puede meterse por pistas de dificultad moderada. Su efectividad off-road mejora si es la versión de tracción total y si equipa el sistema Grip Control (419,99 euros).

El Opel Grandland 2021 está disponible con tres acabados: Business Edition, GS Line y Ultimate. Desde el de acceso el equipamiento de serie es bastante completo puesto que incluye llantas de 17", luces EcoLED, pantalla multimedia y cuadro de instrumentos digital de 7", luces antiniebla delanteras, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, cámara posterior 180º y sensor de lluvia.

Prueba Opel Grandland 2021

En el caso del más alto, el Ultimate, incluye una de las novedades del Grandland, la iluminación matricial Intell-iLux LED Pixel. No así la otra gran primicia en el modelo y que es opcional: la visión nocturna Night Vision, capaz de detectar peatones y animales en la oscuridad a una distancia de hasta 100 metros.

El precio parte de 23.600 euros (campañas incluidas) en el caso del 1.2 130 CV con el acabado Business Edition y de 34.600 euros (descuentos aplicados) en el del PHEV de 225 CV. 

Nuestro veredicto

8

Etiquetas: SUV, SUV compacto