Deberías reconocer este coche, es un clásico de los coches de rendimiento genuinos. Es el Audi S8, un modelo que sirvió de base para docenas de berlinas deportivas que le siguieron, ya fueran de Ingolstadt o de otros lugares.

También es una especie de estrella de cine. Sería bastante negligente hablar sobre el S8 original sin hacer referencia también a sus bulliciosas escenas de persecución en Ronin. El S8 está tan ligado a su apariencia en la pantalla grande como el Aston Martin DB5.

Salto en el tiempo: prueba del Audi S8 2022. El nieto llega con ganas de juerga

El Audi S8 ha estado con nosotros durante cuatro generaciones hasta ahora, y el que ves aquí tiene el nombre en código 'D2'. Todos los S8, excepto el D3 (también conocido como segunda generación), han tenido motores V8 y tracción a las cuatro ruedas. En un breve momento, un V10 relacionado con el Lamborghini Gallardo se coló en la berlina más sutil a la venta.

Ver galería

Audi S8 (6 imágenes)

Pero un V8 se siente más pertinente en este Audi, especialmente cuando es el V8 atmosférico de 4,2 litros del D2, un motor familiar para el mejor RS4 y los primeros R8. Aunque aquí es un motor diferente, ya que produce 370 CV y 429 Nm para transportar los 1.750 kilos del S8 de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos en su camino a una velocidad máxima de 250 km/h. 

Un nuevo S8 logrará alcanzar esa velocidad más rápido gracias, en parte, a una caja de cambios mejor, pero el D2 más que es 'de su tiempo'. Este usa una transmisión automática de cinco velocidades que usa palanca agradablemente gruesa en lugar de una pequeña mancha forrada de cuero como en los Audi rápidos actuales. 

Prueba retro del Bentley Continental R: El padre del Continental GT

Más divertidas aún son las 'paletas' de su volante, que se asemejan a los controvertidos botones de las primeras transmisiones Porsche PDK. Con la apariencia de selectores de volumen en los radios de las nueve y las tres en punto, te permiten desplazarte hacia arriba y hacia abajo en el cuadro con cualquiera de los pulgares.

¿Cómo se conduce?

El S8 más antiguo se maneja de manera inteligente, sin cumplir ninguno de los clichés gastados de Audi (conducción rígida, mucho subviraje, etc.) por hacer sus cosas con cuidado. Todo ello queda subrayado por una encantadora línea de graves del ocho cilindros.

Coloca el selector de la transmisión automática de cinco velocidades del D2 en Drive y te alejarás de la misma manera tan suave como la seda que el D5 de ocho velocidades. Ambos tienen el potencial de una aceleración descortés, pero fomentan una forma educada de viajar.

Sin turbos, el motor de aspiración natural necesita trabajar duro para obtener los grandes números del velocímetro que un D5 moderno los obtiene sin pensarlo. Aunque vale la pena recordar que el S8 fue el buque insignia de Audi en el cambio de siglo, su coche más potente y caro.

¿Y cómo es por dentro?

Conducir el D2 sigue siendo una forma de transporte lujosa y envolvente por encima de todo, incluso si sus cuartos traseros parecen tener menos espacio que un Skoda Octavia actual.

Todo mejora cuando te acurrucas en los lujosos asientos de cuero de la parte delantera. Los diales son analógicos, el volante es grande y encuentras el equivalente de los años noventa al acabado de carbono: la madera. No grita 'deportividad ligera’, sino todo lo contrario.

Ver galería

Interior del Audi S8 (7 imágenes)

Eso sí, todo ha envejecido con la gracia de Paul Rudd. Míralo de cerca y estamos seguros de que eventualmente encontrarás alguna arruga o un poco de gris en su barba incipiente, en cuanto veas el navegador por satélite de baja resolución o te rías a carcajadas con ese borde de madera pálida si te fijas en sus detalles.

Pero, al colocarte en el asiento del conductor, te das cuenta de lo similar que es el interior al del S8 actual. La excelente ergonomía y la agradable atmósfera de una cabina de Audi se remontan más atrás de lo que podrías pensar, incluso si las imágenes son completamente diferentes. La combinación de lo analógico y lo digital también se hace de manera exquisita, además.

Conclusión

El Audi S8 original es una superberlina. Si no hubiese redefinido a los coches de alto rendimiento de cuatro puertas, a finales de los noventa, es justo suponer que los Mercedes Clase S AMG y Jaguar XJR no habrían mejorado tanto en los años siguientes. 

El hecho de que el S8 siga a la venta, siguiendo la misma receta, pero con ingredientes ligeramente más potentes, dice mucho. ¿Logrará sobrevivir este buque insignia en el mundo de RS Q8 y el e-tron GT? Sólo el tiempo lo dirá, pero hay esperanza.