Prueba del Skoda Scala TSI 150: ¿te habías olvidado de él? No deberías...

El Skoda Scala es un compacto de 4,39 metros de largo que utiliza la plataforma MQB y por lo tanto disfruta de sus ventajas: buen confort de marcha y conducción agradable. Ahora se renueva.

Hace unos años, si un fabricante tiraba cualquier cosa con ruedas en el mercado y decía que era un compacto, lo vendía como rosquillas. Pero llegaron los SUV y el segmento de moda quedó en un discreto segundo plano. 

Y algo parecido le ocurre al Skoda Scala TSI 150 de esta prueba: ¿te acordabas de que la marca checa había lanzado un modelo como este unos años atrás? 

Es el típico coche que hace todo bien, pero sin demasiadas estridencias. Y quizá por eso este compacto de 4,36 metros de largo pasa inadvertido para muchos.

También para los clientes de Skoda, que probablemente quedan deslumbrados por el Kamiq o el Kodiaq, los dos modelos más exitosos de los de Mladá Boleslav en España.

Pero en 2024 el Scala se ha renovado y yo he podido probarlo: hay que reconocer que los checos no ha tirado la casa por la ventana a la hora de cambiarlo. 

Más bien lo ha sometido a leves cambios para mantenerlo al día a pesar de que, las cosas como son, tiene algunos detallitos que le impiden llegar más lejos, como la ausencia de motores con pegatina 'Eco', aunque ahora toda la gama es de gasolina.

Los cambios del Skoda Scala 2024

Prueba Skoda Scala

Como puedes imaginar, lo principal se lo lleva el frontal. Aparece una calandra nueva algo más afilada con una parte baja de mayor aspecto de deportividad. En la parte superior, los faros son más estrechos y pueden ser LED Matrix y los intermitentes son dinámicos.

También el paragolpes trasero recibe un par de retoques para potenciar esa imagen más 'deportiva' y en los pilotos se reubican las luces. Aparte, aparecen nuevos juegos de llantas y las luces antiniebla son de LED.

En el interior, también hay algunos cambios. Por ejemplo, los guarnecidos de las puertas son negros, me dan mejor sensación al tacto y aparecen materiales más aparentes en el salpicadero.

Lo que más me llama la atención es que puede aparecer un cuadro de relojes digital de 10,25 pulgadas unido al pack de navegador, que también conlleva la instalación de una pantalla central que pasa de ocho a nueve pulgadas.

El diseño no es que sea la alegría de la huerta, pero el manejo no está mal. Como siempre, los botones táctiles hacen mejor su función (genial que se mantenga el climatizador físico), pero vas a tener que bucear en un par de menús para desactivar las siempre desesperantes alertas obligatorias que se vuelven a conectar cada vez que arrancas el coche: un acceso directo sería genial...

¿Cómo se conduce?

Esta prueba me vuelve a recordar lo que tenía aparcado en algún lugar en el fondo de mi mente: el Skoda Scala es muy agradable en todos los sentidos: va bien de A a B con una gran calidad de rodadura y un confort de marcha más que adecuado.

El tacto general es sólido y no vas a encontrar inconsistencias. Así, el rediseñado compacto cumple como primer y único coche, especialmente si eres de los que busca la mejor relación calidad precio.

Al volante consigues la postura adecuada en un par de movimientos porque los asientos son cómodos y están bien diseñados. A mí me hubiera gustado un poco más de apoyo para los muslos, pero es un pequeño pecado que se puede perdonar.

Durante la prueba, el Scala me ha parecido estable y sólido: todo lo hace bien. Es razonablemente silencioso (incluso con los neumáticos de invierno que montaba esta unidad) y estable.

También en zona de curvas, donde no está demasiado cómodo si vas demasiado rápido, pero que te premia con mucho agrado de conducción si te tomas las cosas con calma.

En cuanto al motor, si me preguntas cuál es el mejor en el nuevo Scala, con el corazón te diría que el de 150 CV, que se muestra alegre y con ganas de subir de revoluciones. Además, te ofrece la suavidad de los cuatro cilindros y cuenta con el siempre útil sistema de desactivación de cilindros para ahorrar gasolina. 

Sin embargo, con la cabeza te diría que los otros motores de la gama, tricilíndricos 1.0 de 95 y 115, son la mejor opción (sobre todo el más potente) porque aunque tienen menos potencia, encajan mejor con el carácter del coche y su utilización es más agradable en recorridos interurbanos, donde sin duda va a pasar la mayor parte de su vida.

Nuestro veredicto

7

Etiquetas: Coches compactos