Prueba Volkswagen Beetle Cabrio: un paseo con mucha personalidad

Prueba Volkswagen Beetle Cabrio

Javier Leceta

Un coleóptero en peligro de extinción...

“¿Te apetece hacer la prueba del Volkswagen Beetle Cabrio”, me preguntan en la redacción hace unos pocos días... Y aquí tienes la respuesta. Sí, reconozco que este es uno de esos coches que tenía especialmente ganas de conducir por diferentes causas. En primer lugar porque el Volkswagen Escarabajo es, y siempre será, un modelo especial por todo lo que ha significado en la historia automovilística. Además, porque me despierta especial simpatía. Y, finalmente, porque la marca alemana ya ha confirmado que dejará de producirlo próximamente (aunque últimamente han aparecido noticias que hablan de su posible resurrección... ya sabes, como modelo eléctrico).

El legendario Coche del pueblo volvió a la vida en el año 2011 como New Beetle, y a finales de 2016 sufrió una actualización que, como te comentaba anteriormente, va a ser la última y que prescindió del 'New'. Los cambios del Volkswagen Beetle 2016 no fueron especialmente llamativos: nuevos paragolpes, llantas y no mucho más. Pese a esto, el Volkswagen Beetle continúa siendo uno de los coches que más llaman la atención por la calle cuando lo conduces. Y si se trata del Volkswagen Beetle Cabrio de esta prueba mucho más.

Este es precisamente el punto fuerte del Beetle descapotable. Aunque en algunos aspectos ya se ha quedado un tanto anticuado, sigue siendo uno de los cabrios más cool del mercado gracias a su inconfundible diseño redondo, su interior, funcional pero con toques retro, y su techo de lona, que se pliega sobre el maletero y que, a diferencia de la mayoría de descapotables, no se oculta en el interior.

Prueba del Volkswagen Beetle Cabrio

A la hora de darte mi veredicto en esta prueba del Volkswagen Beetle Cabrio es importante que tengas en cuenta que este Escarabajo es un coche diferente, para lo bueno y para lo malo. Sí, es más dinámico que su predecesor, pero continúa estando por detrás de otros hermanos de marca en cuanto a cualidades dinámicas. Si buscas un coche para divertirte al volante, más sofisticado y que ofrece más sensaciones de conducción, olvídate de este coleóptero y cómprate un Volkswagen Golf: te lo pasarás mucho mejor. De hecho, este Beetle está basado en la plataforma de la generación anterior del Golf, la sexta, y no en esta.

Con esto no quiero decir que el Volkswagen Beetle Cabrio de esta prueba sea un hierro, pero tampoco es un comecurvas. Ofrece bastante aplomo en carretera, su suspensión tiene hasta un punto durito en algunos baches y su dirección es bastante directa -me gustaría, eso sí, que fuera un pelín más dura-, pero no es un vehículo que te invite a buscar carreteras divertidas. Ya me entiendes...

Prueba Volkswagen Beetle Cabrio (zaga)

Su cambio manual de seis marchas funciona perfectamente, y el motor de la unidad que he probado, el gasolina 1.4 TSI de 150 CV, le sienta perfectamente: es una potencia perfecta para mover con total soltura al cabrio alemán en cualquier circunstancia. Pasadas las 2.000 vueltas empieza a empujar, y es entre 2.500 y 3.000 cuando notas mayor empuje, aunque a partir de ahí estira también sin problemas. Lo único que no me ha gustado es que hasta que llega a las citadas 2.000 rpm es un pelín soso, algo que no importa salvo cuando circulas en segunda velocidad: aquí sí que notarás que el coche se queda un poco 'KO' en algunas ocasiones y tarda un poco en reaccionar.

 
Estética imbatible -si te gusta-

Pero es que como ya te he comentado a lo largo de esta prueba del Volkswagen Beetle Cabrio, este Escarabajo descapotable es un coche muy diferente. Su carácter disfrutón no es el mismo que el de otros compactos: pliega la capota, baja las cuatro ventanillas y disfruta de conducir la versión sin techo de uno de los coches más diferentes de la historia. Sí, ya sé que las sensaciones que causa este Volkswagen son encontradas: o te encanta o lo odias. Ya sabes de cuáles soy yo... Ah, y prepárate para las miradas, porque cuando circulas descapotado te aseguro que el coche capta muchas más miradas que otros modelos más exclusivos que puedas conducir.

Prueba Volkswagen Beetle Cabrio (interior)

Y es que su personalidad no radica en su comportamiento, sino en todo lo demás. Con el techo abierto, y a velocidades no muy elevadas, puedes circular con los cristales bajados sin que te moleste el viento. Eso sí, en autopista mejor súbelos para minimizar el efecto de las turbulencias. Con el techo puesto, el aislamiento acústico no es de los mejores del mercado, pero cumplen con su trabajo. Además, ayuda que el motor no es especialmente ruidoso.

El interior es otro de los aspectos diferenciadores. Combina elementos modernos con toques retro, como los apliques en color y la pequeña guantera en la parte superior. El efecto es muy llamativo, aunque no acaba de convencerme la sensación de plástico que transmiten estas molduras. Por otro lado, algunos elementos -sobre todo el sistema de infotainment- se ven ya un tanto anticuados.

Prueba Volkswagen Beetle Cabrio (puesto conducción)

Las plazas traseras, de configuración 2+2, lógicamente no son un prodigio de espacio, pero permiten llevar a adultos siempre y cuando no sean jugadores de baloncesto. De todas formas, te recomiendo que en esos casos mejor abras el techo para reducir la sensación de agobio. Si estás pensado viajar con un menor, ojo: la postura de las banquetas traseras hace que las sillas infantiles se inclinen un poco hacia adelante, por lo que, en vez de un Beetle, tu hijo puede creer que está montado en el Dragon Khan. Finalmente, el maletero se beneficia de que el techo no se aloje en su interior: ofrece 225 litros de volumen de carga.

Prueba Volkswagen Beetle Cabrio (habitáculo)

Conclusión de esta prueba del Volkswagen Beetle Cabrio

Original, diferente... Son algunos de los adjetivos que mejor describen a este Beetle Cabrio. Un coche lleno de personalidad por su diseño, toque retro, etc., pero no así por sus sensaciones de conducción. Un descapotable que, si tienes muy claro lo que ofrece, te dará muchas horas de satisfacción mientras circulas sintiendo el viento en tu cara en un coche que dentro de poco dejará de estar entre nosotros.

Si buscas un vehículo de este concepto pero que te ofrezca más al volante, el Mini Cooper Cabrio puede ser una mejor elección. Y, si directamente lo que te importa es el feeling al volante, por los 30.660 euros que cuesta este Volkswagen Beetle Cabrio Design 1.4 TSI 150 CV tienes otras opciones mucho más interesantes en el segmento de los compactos, como el Golf o el Seat León (si ya quieres ser feliz del todo por sólo 3.000 euros más tienes el GTI de 230 CV o el León Cupra de 300).

Nuestro veredicto

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