Recurrir a un nombre que tuvo su relevancia en el sector de la automoción en España durante más de 30 años y que ahora vuelve pero sin tener nada que ver con aquella enseña es una magistral estrategia de mercadotecnia. Eso es lo que va a hacer Ebro, que lanzó su primer vehículo, que fue un tractor (Ebro E-38), en 1955. Ahora regresa para lanzar una pick-up eléctrica.

En su historia como compañía, la firma, que tuvo su base de operaciones en la  Zona Franca de Barcelona -aunque también hubo fábricas en Ávila y Navarra-, construyó  coches, camiones, furgonetas y tractores. Esta vez, ya desvinculada de aquella actividad, esta empresa ha apostado por la citada camioneta de cero emisiones, que desarrollará 300 CV, dos motores y tracción 4x4.

Los citados propulsores estarán alimentados por una batería de iones de litio de 100 kWh que le proporciona una autonomía de unos 440 kilómetros en ciclo combinado, según el fabricante. 

Su fecha de lanzamiento está fijada para el principio de 2025 y se fabricará en Barcelona, en la misma planta donde ya se construye el Omoda 5. Curiosamente, esta factoría perteneció a Nissan hasta 2021, pero antes, la propietaria fue la propia Ebro. Cosas del destino...

El Salón de Barcelona del pasado año fue el escenario elegido por esta marca para presentarlo en sociedad en un primer avance. Construido sobre la base del Nissan Navara, este nuevo Ebro mide 5,21 metros de largo, 1,84 metros de ancho 1,78 metros de alto. 

En cuanto al aspecto, vemos un frontal prominente, con faros LED integrados en una sección oscura que recorre todo el ancho del vehículo y un parachoques cuadriculado. Además, dispone de una parte que cuenta con una protección de plástico.

En sus laterales destacan unos voluminosos pasos de rueda, aparte de montar unos estribos laterales. Dispone de una cabina doble con puertas traseras, barras longitudinales de techo y la cama trasera con una división carenada que continúa la línea de la cabina, donde también se ha instalado la tercera luz de freno.

En la retaguardia se ha implementado la puerta de la cama de carga, que sobresale por la inscripción ‘EBRO’ en un considerable tamaño, pilotos LED en diseño vertical y un robusto parachoques. El conjunto reposa sobre llantas multirradio con neumáticos todoterreno. 

La hoja de ruta de la compañía española no se va a quedar tan sólo en la citada pick-up, ya que también está planificada una furgoneta eléctrica de última modelo, que se cimentarán en la ya existente Nissan e-NV200.

¿Quién está detrás de la nueva Ebro?

El regreso de Ebro ha sido posible gracias al apoyo de un conjunto de empresas, como Jaton Racing, Api Brothers, Btech, Nexus Projectes y EV Motors, y de una serie de 70 accionistas, entre los que se encuentran el presentador Jesús Calleja. 

La empresa china Chery (grupo muy potente en la movilidad eléctrica) es la cabeza visible de este proyecto, tal y como confirmó hace dos días el ministro de Industria, Jordi Hereu. Ebro es la primera marca española que rubrica un acuerdo con un fabricante chino para la producción de vehículos en España, y la recuperación de empleo en la Zona Franca.