España retrasa dos años el despliegue de puntos de recarga y complica así el futuro de los coches eléctricos

que debes saber antes de pensar en hacer viajes largos con un coche eléctrico

Gustavo López Sirvent

El Ejecutivo se hace cargo de que incumplirá el calendario calculado de los 45.000 puntos de recarga que tenía previstos instalar antes de que acabase el año porque a estas alturas de 2023 tan sólo hay en funcionamiento algo más de 20.000. Como compensación, el Gobierno ha impulsado un paquete de incentivos en forma de subvenciones para instalar puntos de carga o compra de vehículos eléctricos.

Hace unas semanas te contábamos en ésta, tu revista, que uno de cada cuatro puntos de carga en España está fuera de servicio. Pues la cosa, en ese apartado, puede agravarse, ya que según publica La Información y de la que se hacen eco nuestros compañeros de Business Insider, el Gobierno va a retrasar dos años su plan para llenar las carreteras de puntos de recarga.

 El Ejecutivo se hace cargo de que incumplirá la promesa que tenía calculada de los 45.000 puntos de recarga que tenía previstos instalar antes de que acabase el año. A estas alturas de 2023 tan sólo hay en funcionamiento algo más de 20.000. 

Por este motivo, el  Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha decidido retrasar dos años su intención de tener instalados en las carreteras entre 80.000 y 110.000 puntos de recarga, cifra que debía cumplir antes de que acabara el año en curso.

Un factor muy importante y que deja en paños menores a nuestro sistema de puntos de carga es que se calcula que España necesitaría seis años para lograr lo que estaba previsto para 2023, ya que el ritmo de instalación va a pedales en vez de a luz. 

Según publica el citado medio anteriormente, el Gobierno ha alegado que el incumplimiento de las cifras previstas se debe a los retrasos generados por las interrupciones en la cadena de suministro, que han afectado a los componentes de los vehículos eléctricos y a su infraestructura.

Como compensación por esta demora, el Ejecutivo español ha impulsado un paquete de incentivos en forma de subvenciones para instalar puntos de recarga, comprar vehículos eléctricos o realizar innovaciones en electromovilidad. Estas subvenciones se parecen a las que ya contempla el Plan Moves III.

La administración estatal se ha comprometido a alcanzar una suma agregada de 238.000 vehículos eléctricos y puntos de recarga activos con 2025 como fecha tope. Además, la Comisión Europea ha dado su aprobación a las modificaciones españolas al entender que retrasar la agenda prevista dará tiempo a España para que pueda "preservar su nivel de ambición original".  

Otro de los pilares que se ha derrumbado y que perjudica el plan nacional de infraestructuras es que las comunidades de vecinos o garajes individuales se equiparan de esos puntos de recarga. Pero no ha sido así por el alto precio de los coches eléctricos y el elevado coste de la energía.

Y como todo el engranaje de la infraestructura de carga es como una cadena que si falla un eslabón, falla el resto, la compra de coches eléctricos se ha visto afectada de manera exponencial. La meta de tener circulando a 250.000 vehículos eléctricos durante 2023 está muy lejos de la realidad, ya que en la actualidad tan sólo hay 143.000 coches con esa tecnología.