Una estación de servicio china recarga 3.300 coches eléctricos en tan sólo 24 horas

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Gustavo López Sirvent

El megacentro, que llega gracias a la asociación entre la petrolera Shell y el fabricante chino BYD, se encuentra en la localidad de Shenzhen y cuenta con 258 puntos de recarga. Esto quiere decir, que en su fase de pruebas, cada cargador abastecería a 12 ó 13 coches en un sólo día. Además, esta electrolinera cuenta además con servicios como tienda, cafetería o zona de descanso mientras los conductores esperan la carga de su coche.

La industria automotriz china está enseñando el camino al resto del mundo respecto al modo de fabricación, de tratamiento y de comercialización de los coches eléctricos. Es el referente y como tal ha dado un paso más en el terreno de la movilidad sostenible a través de un megapunto de recarga para vehículos electrificados.

La petrolera Shell y el fabricante de automóviles chino BYD han unido fuerzas para construir una estación de carga que abasteció, en su fase de pruebas, a 3.300 vehículos en tan sólo 24 horas. Esta gigante electrolinera está situada en Shenzhen (sureste de China), a unos 2,5 kilómetros del aeropuerto de esta localidad. 

Esta mastodóntica instalación cuenta con la disponibilidad de 258 enchufes de carga rápida, si bien desde la compañía petrolífera no se han dado datos sobre qué potencia tiene cada uno de ellos. Si hacemos cuentas, nos percataremos de que cada cargador habría abastecido entre 12 y 13 coches en un solo día. Eso significa que las recargas no pueden haber sido superiores a dos horas.

Para hacer más agradable la estancia mientras los clientes esperan la recarga, los responsables de este macro centro han instalado locales de ocio como una tienda o una cafetería, así como un salón para el descanso de los conductores mientras su coche se está cargando. 

Todas estas cifras y forma de gestionar un punto de recarga de tal envergadura puede servirnos como referencia del futuro a medio plazo que nos espera en Europa, donde las estaciones de servicio de combustibles podrían convertirse y ser eléctricas, tal y como están demostrando los chinos. 

Los 27 estados miembros de la Unión Europea tienen claro que los puntos de recarga cada pocos kilómetros abriría el espectro de compra de coches eléctricos, por lo que esa medida se va a implantar en corto espacio de tiempo. Ahí, las empresas petrolíferas podrían tener un nicho de mercado si ofrecen puntos de recarga en sus estaciones. 

No hace falta buscar mucho para ver que la propia Shell ya ha comunicado que en este mismo mega centro de recarga continúa ofreciendo surtidores para que los vehículos de combustión interna también puedan repostar.

El éxito o el fracaso de estos espacios estará en los servicios extra que puedan ofrecer a los conductores para que la espera de la recarga sea más amena. Ya hemos podido ver que Audi y Porsche tienen en Alemania sus propias estaciones de recarga que ofrecen servicios complementarios para dar mantener el estatus premium que tienen sus enseñas.