Abarth rinde homenaje al más pequeño de la familia con la edición limitada 75º Anniversario del 695 con una tirada limitada a 1.368 unidades.

¿Y por qué ese número? Quizá porque suena bien, quizá porque es una cifra adecuada... o también porque coincide con los centímetros cúbicos del pequeño 1.4 T-Jet de cuatro cilindros que anima al 695 como un cantante de un grupo de rock and roll bien afinado.

Acompañando al solista aparece el mismo turbocompresor Garrett GT 1446 para obtener los mismos 180 CV y 250 Nm a 3.000 vueltas. Con ellos se obtiene un 0 a 100 de 6,7 segundos que es igual que en el resto de la familia del 695 y una máxima de 225 km/h.

Entonces, ¿no cambia nada?

Claro que sí. El 695 70º Anniversario tiene una carrocería pintada en negro con decoración en dorado, como el enorme escorpión que cubre todo el techo o las palabras ABARTH en los laterales.

También llega con cristales tintados, un juego de llantas doradas de 17 pulgadas y un buen equipamiento de serie con climatizador, navegador, asientos de carbono,  Alcántara negra y las funciones conectadas My:Assistant, My:Remote Control, My:Car y My:Journey.

Además, con 180 CV, el 695 75º Anniversario puede ser de todo menos lento. Y además ofrece mucho feeling a sus propietarios, algo que en la marca italiana saben hacer muy bien.

Parte de la responsabilidad recae en los amortiguadores Koni FSD, el escape activo icónico Record Monza y los frenos con pinzas Brembo de aluminio y discos ventilados y perforados de 305x28 mm.