Prueba del Abarth 500e Turismo en circuito: atómico en las curvas

Abarth 500e Turismo

Tras meses de espera, hemos podido pilotar el nuevo Abarth 500e en circuito y compararlo directamente con su predecesor, el 695 Competizione.

A finales del año pasado se anunció este coche eléctrico entre mucha expectación y hace unos días, por fin llegó el momento de la prueba del Abarth 500e. La electrificación del pequeño compacto deportivo era todo un reto y hemos podido exprimirlo en la pista para conocer sus verdaderas capacidades.

El Circuito de Balocco fue el lugar escogido para conducir este Abarth y a su predecesor, el 695 Competizione. Una oportunidad perfecta de comparar a la vieja escuela de los motores de combustión con este nuevo Abarth 500e. ¿Vale la pena?

Diseño del Abarth 500e

Abarth 500e Turismo

Del diseño exterior hay poco que remarcar, porque ya os pudimos enseñar el vehículo hace meses en su presentación internacional. Destacan sus ópticas frontales con las "cejas" oscurecidas respecto al Fiat 500, así como nuevos parachoques, emblemas y detalles decorativos como las letras de Abarth o un nuevo logo del escorpión atravesado por un rayo en los laterales.

La prueba del Abarth 500 eléctrico, sin embargo, si que me permitió disfrutar y descubrir verdaderamente su interior. Un habitáculo mucho más amplio que el de su predecesor e innegablemente más cómodo. Algo que se agradece, sobre todo si eres alguien de gran estatura.

Asientos estilo baquet, tapicería en tela de Alcántara con costuras bitono, volante deportivo con centrador y una pantalla multimedia de 10,25 pulgadas que me atrevo a decir que tiene uno de los mejores sistemas de navegación del mercado. Fiable, rápido e intuitivo. Como toda la interfaz digital del coche.

¿Algo malo? Por destacar al menos algo que no cuadra del todo, el cambio de marchas se realiza mediante unos botones situados en la consola central. Algo un tanto extraño cuando tu mano busca continuamente una palanca o algún dispositivo especial. Será acostumbrarse.

Al volante del Abarth 500e

Abarth 500e Turismo

Durante el evento, primero nos subimos al Abarth 695 Competizione. Un pequeño monstruo de 180 CV y 250 Nm de par gracias a su motor 1.4 T-Jet con turbo Garret y caja de cambios manual. Además, sistema de escape Record Monza con cuatro salidas, suspensiones Koni FSD y frenada Brembo con pinzas de 4 pistones y discos delanteros y traseros de 305 y 240 mm respectivamente.

El peso del bólido es de 1.065 kg y en su interior cuenta con asientos baquet de fibra de carbono, muchos detalles en este material y un aspecto especialmente agresivo a nivel estético. Un concepto claramente diferente al del nuevo Abarth 500e Turismo.

Su comportamiento en curvas es realmente bueno y las sensaciones al volante son muy puras, como si de un coche clásico se tratase. Además es muy (muy) rápido y el empuje del turbo se deja notar a partir de las 3.000 rpm con mucha fuerza. Es un festival de emociones.

¿Y el Abarth eléctrico? Pues sorprendente. Para empezar por su Sound Generator, un sistema de sonido que emula al escape del motor gasolina de la generación anterior y que se deja escuchar bastante bien tanto dentro como fuera del coche. Te deja sumergido en esa apacible burbuja de nostalgia, y se agradece.

Abarth 500e Turismo

En curvas, me sorprendió todavía más. El Abarth 500e Turismo cuenta con 155 CV y 235 Nm de par junto a una batería de 42 kWh y una autonomía de hasta 250 kilómetros. Bastante menos en circuito, por supuesto. Y esa batería se encuentra en los bajos del vehículo con un peso de 250 kg.

Así que imagínate el centro de gravedad del compacto dónde se encuentra. Además, la distancia entre ejes ha aumentado 24 mm y el ancho de vías otros 60 mm. Un peso total de 1.350 kg pero con un aplomo en curvas sencillamente sobervio. Sobre la pista, muchísimo mejor que su predecesor.

La llegada a las frenadas es mucho más impetuosa y en los giros, se desenvuelve con precisión. A la salida de los vértices, aquí no hay turbolag hasta las 3.000 vueltas. Par instantáneo, aunque hay que decir que la velocidad no ha sufrido un gran salto evolutivo. En líneas generales, no tiene rival frente al cronómetro dentro de la gama de la marca.

¿Vale la pena el Abarth 500e?

Abarth 500e Turismo

Todo depende de muchos factores, aunque el principal es que Abarth ha querido claramente dejar de lado ese tinte agresivo del mundo de la competición que siempre ha caracterizado a la marca para democratizar este nuevo coche eléctrico.

El Abarth 500e es un buen coche urbano, con una autonomía solvente y unas capacidades mucho más dinámicas que el Fiat 500e. Además, sobre el circuito o en un tramo no tiene nada que envidiarle al 695 Competizione, aunque te tocará llevarlo preferiblemente en remolque...

El Abarth 500e cuenta con versión de techo duro y cabrio junto a dos tipos de acabados. El estándar, parte desde los 37.360 euros con llantas de 17 pulgadas, climatizador automático y el citado sistema multimedia. El Abarth 500e Turismo es el más radical, con llantas de 18 pulgadas, tapicería en Alcántara y sonido de escape por 41.340 euros.

¿Vale la pena? Pues todo depende del uso. Como coche urbano para aficionados a la deportividad puede ser un vehículo a tener en cuenta. Y como juguete de montaña para los propietarios de un remolque, también. Desde luego que diversión no te va a faltar, aunque su autonomía es el principal lastre.

Nuestro veredicto

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