El BMW M5 Touring no es un coche del que se hable habitualmente, pero en su momento fue capaz de plantar cara a coches de la talla del Audi RS6… y estamos hablando de algo que a los de Ingolstadt se les da muy bien: las berlinas familiares rápidas. Muy rápidas. De hecho, acaba de estrenar una: el Audi RS6 2020.
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En realidad, si te paras a pensar, nunca ha habido un BMW M3 Touring y de las seis generaciones del BMW M5, incluyendo el F10 actual, solo dos han sido Touring de manera oficial. El primero, el E34, fue excelente y luego estaba el BMW M5 E61 Touring, que se fabricó entre 2005 y 2009, que es del que vamos a hablar aquí.
Este BMW M5 familiar montaba un V10 de 5.0 litros que ofrecía 507 CV, capaz de girar a 9.000 rpm, y contaba con una transmisión manual automatizada de siete velocidades de última tecnología, que transmitía toda la potencia a las ruedas traseras.
Esto le convertía en un misil capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en poco más de cuatro segundos, alcanzar los 321 km/h, y todo eso con capacidad de cargar todos los ‘trastos’ que una familia puede ser capaz de mover (sí, a menudo de forma innecesaria).
BMW M5 Touring: su sentencia de muerte
Sin embargo, los SUV pronto llegaron y empezaron a convertirse en el objetivo de todos aquellos que buscaran deportividad y espacio... así que el BMW M5 Touring pronto se convirtió en un coche 'prescindible' para los de Múnich, que sucumbieron a los encantos de la carrocería de moda presentando el BMW X5 M.
Era además un coche tragón que homologaba consumos de 22 litros a los 100 km en ciudad y combinados de 15 litros, pero resultaba algo más barato que los rivales de la época, el Audi RS6 del que ya hemos hablado y también el Mercedes-AMG E63. Así que en cierta forma compensaba, pero tampoco fue suficiente.
Aunque los SUV tengan el trono hoy, las carrocerías familiares -llámalas Touring, Avant...- siguen enamorando a muchos clientes a lo largo y ancho del mundo. ¡Y es que tienen muchas virtudes para una conducción divertida y a su vez, práctica! (súmales a esto la mano de obra de las divisiones más deportivas de las marcas). Quizá sea por eso que otros fabricantes no hayan renunciado a ellas a pesar de que las ventas no sean tan bonitas como les gustaría. ¿Se animará BMW algún día a volver a la lucha?
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