¿Está pinchando la burbuja de los superdeportivos?

La crisis de los superdeportivos
Foto del redactor Luis I. GuisadoFoto del redactor Luis I. Guisado

Tras la locura, llegan las dudas

Hace dos o tres años, en cualquier conversación con chicos de la City de Londres se podía escuchar: “¡mierda! tengo que comprar algunos Bitcoin, ya que mi compañero ha vendido los suyos por 16.000 euros cada uno”. 

Mucha gente empezó a comprar superdeportivos o coches clásicos. Pura especulación. Pocos los compraban para disfrutarlos. Las condiciones perfectas para una burbuja. Los ignorantes empezaron a comprar coches deportivos pensando que la oferta era limitada y la demanda ilimitada.

¿Nos estamos volviendo locos con los hiperdeportivos?

Se equivocaban. El Bitcoin pronto cayó por debajo de los 4.000 euros. El precio de algunos superdeportivos se hundió poco después. “Algunos compradores, los listos, todavía ganaron. Pero muchos de sus compañeros tuvieron que acarrear grandes pérdidas”. Lo comenta un tipo que vende este tipo de coches a este tipo de clientes. 

Es un experto conocedor del mercado y de los precios, además de un apasionado del motor. Los concesionarios nunca hablan públicamente del mercado o de las decisiones de sus clientes, por lo que sus declaraciones, lógicamente, serán completamente anónimas.

Entonces, ¿quién ha ganado y quién ha perdido? 

“Los ganadores son los que se anticiparon a los acontecimientos. Los que compraron antes de la locura y recibieron sus coches antes que nadie. Los perdedores son aquellos que llegaron tarde al mercado”. Lo explica con un ejemplo: “Los que reservaban un Ferrari 812 a comienzos del pasado año, cuando se pagaban 20.000 euros sobre el precio para la entrega inmediata, pensaban: ‘si no me gusta, lo vendo y gano dinero’”. Pero el problema está en que los que recibieron el coche a comienzos de 2019 lo habían reservado a mediados de 2017. Los que lo compraron en 2019 pensando que podían ganar 20.000 euros con él se han encontrado que el coche cuesta 100.000 euros menos cuando pisa la calle por primera vez.

Ferrari 812 GTS

Y no es un problema de la crisis actual provocada por la pandemia del coronavirus. “No creo que el Covid haya tenido un impacto directo en esta tendencia, pero quizás sí la ha acelerado”. 

Este problema está afectando a coches muy diversos, desde un Aston Martin V8 Vantage a un Bugatti Chiron. 

“Si recibes hoy un Chiron nuevo, perderás 750.000 euros si lo quieres vender”

¿No había tres años de lista de espera en los nuevos Chiron? “Ya no”. Por lo tanto, ya no puedes hacer caja por la impaciencia de otros compradores. Sin embargo, nuestro hombre afirma que los hiperdeportivos más raros están a salvo: “El Divo no tendrá problemas ya que su target de mercado es diferente".

"Pero el que haya pagado más de tres millones de euros por un Chiron puede tener problemas si lo quiere vender ya”. Hace unos años, con el “trío sagrado” formado por el 918, P1 y LaFerrari, los precios en el mercado de ocasión eran una locura. Con la nueva generación de hiperdeportivos, el resultado puede ser diferente. “Hace un año había una expectación por parte de los inversores en los Valkyrie, AMG Project One, Speedtail o Koenigsegg. Hoy ese mercado está nervioso”. Ya se han cancelado pedidos del Aston.

Aston Martin Valkyrie Track Pack (lateral)

Si los especuladores se han marchado corriendo y sin mirar atrás, ¿quién sigue comprando? “Una amplia variedad de personas. El constructor que lo ha hecho bien, el financiero que se lleva su bonus o el que ha vendido su empresa por una fortuna. O un jubilado que solo quiere actualizar su 488 por el nuevo F8 Tributo”. 

Algo que la crisis del Covid ha podido intensificar es el postureo: “Si estás teniendo que despedir a tus empleados, es poco elegante comprarse un Ferrari en rojo brillante. Un 911 de color negro puede ser más fácil de justificar que no es más que un medio de transporte”.

Sin embargo, el mercado es realista y la gente con dinero sabe cómo distribuir sus fortunas. “El 90% de los compradores están preocupados por el valor residual. No quieren comprar un coche por 250.000 euros y que en poco tiempo valga la mitad”. Y esta es una gran diferencia respecto a hace dos años.

Así pues, los fabricantes deben minimizar el riesgo de depreciación para que sus clientes compren. ¿Cómo? Con contratos de renting o la compra flexible. “A comienzos de año Aston Martin y McLaren tenían un problema de stock con los 600LT y los V8 Vantage”. Ambas marcas introdujeron contratos que permitían a los usuarios devolver el coche a los dos años. 

La santísima trinidad de Bugatti: el EB110, el Veyron y el Chiron

“Consiguieron eliminar sus coches parados y aquellos que compraron lo hicieron bien: pagarán su entrada y su cuota mensual, pero saben lo que van a recibir en el futuro. No están expuestos. El McLaren 765LT se ve fantástico pero no quiero arriesgarme a perder 100.000 euros si lo tengo que comprar”. La devaluación excesiva puede ser un grave problema para estas marcas. “Si sus predicciones son erróneas pueden verse con una gran cantidad de activos sobrevalorados en su poder”.

La demanda de los últimos deportivos en edición limitada, como los Ferrari Monza, Aston Martin Zagato o McLaren Senna creció gracias a los especuladores. Estos coches han generado grandes beneficios para las marcas, beneficios que han utilizado para el desarrollo de los nuevos coches de producción.

Aston Martin DBS GT Zagato trasera

Ferrari es una marca que lo ha hecho relativamente bien. Todos sabemos que tienen una lista VIP de compradores. Para estar en esta lista debes comprar otros cavallinos menos deseables, como el Portofino o el GTC4Lusso. “Son coches con una gran depreciación, pero los dueños esperan sacar un gran beneficio con los coches especiales que Ferrari les asigne”. 

Para ello la marca les invita a una cena espectacular en Italia y les dicen que tendrán algo especial. A la vuelta, su concesionario les pide un cuarto de millón de euros para reservar y firmar un contrato asegurando que no venderán el coche en dos años. “Muchos clientes, especialmente los que ya pierden dinero en coches, les mandan a freír espárragos”.

Sin embargo, Ferrari tiene una lista B e incluso una lista C. Nuestro experto asegura que los de Módena no tendrá problemas para vender los Monza. “Pero en Maranello han cabreado a algunos de sus mejores clientes”. La firma italiana ha conseguido generar valor en sus deportivos, cosa que otras no han sabido hacer. “El resto de constructores no tienen una lista B, quizás el único puede ser Porsche. Con el 991 GT3 RS, que parecía que iba a ser bastante raro, ha ocurrido que se ha convertido en super popular y todos lo han podido comprar”.

Porsche 911 GT3 RS

Lamborghini tiene un problema 

En el caso de Lamborghini, la cosa está complicada, porque tanto el Huracán como el Aventador son productos viejos que sobreviven a base de restyling y ediciones limitadas. “El Urus ha sido un gran éxito, pero poco a poco la gente está empezando a ver que en el mercado de ocasión pueden encontrar ejemplares con 6 meses por casi 100.000 euros menos. Esto afecta a la demanda de coches nuevos”. De momento ningún SUV ha llegado a considerarse un clásico cotizado.

“Los coleccionistas de coches no suelen suspirar por detalles importantes para el resto, como tener el último Ferrari con motor V8 atmosférico, sino que buscan lo último y lo mejor”. Las cajas de cambios manuales o los motores atmosféricos interesan a los historiadores o a los periodistas (guiño, guiño) pero no a los que compran. Ellos quieren un cambio automático eficaz y un bonito sistema de navegación.

Chevrolet Corvette Stingray
Chevrolet Corvette Stingray

Cambio de tendencia: coches para disfrutar y no especular

Esto significa que la gente cada vez más se está haciendo con esos modelos para disfrutarlos y no tanto para especular con ellos. “Creo que este es un buen punto de partida. Un Aston Martin Zagato Shooting Brake por 800.000 euros es un despropósito, pero con 5.000 km puede ser interesante por  350.000 euros, ya que el valor residual será más sólido: es un coche limitado, con un diseño precioso y un V12 atmosférico. Lo mismo pasa con el McLaren Senna: por un millón de euros no es una buena compra, pero por 500.000 quizás sí y permitirá a sus propietarios disfrutar de él en el circuito o viajar hasta el sur de Francia con tranquilidad”.

No cree que los precios se recuperen rápido: “estamos en un momento de corrección. Todos estos coches parecen haber alcanzado un máximo en su cotización y están a la baja. Pero un Senna o un Zagato encontrarán pronto su precio estable”. 

Un texto de Paul Horrell

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Etiquetas: HiperdeportivosSuperdeportivos, Opinión