Bugatti Type 57 Roadster Grand Raid Usine: único, misterioso y espectacular

Bugatti Type 57 Roadster Grand Raid Usine

Así es uno de los Bugatti más raros

Hablar de Bugatti es hablar de exclusividad. La marca de Molsheim ha creado algunos modelos que solo unos pocos han podido experimentar o incluso admirar en persona. Sin embargo, hay un coche que se encuentra en otra liga, ya que solo existe una unidad en todo el mundo: el Bugatti Type 57 Roadster Grand Raid Usine.

Para conocer este descapotable, es necesario que nos remontemos a la década de 1930. Concretamente, al Salón de París de 1934, donde se presentó en sociedad la versión “Grand Raid” del Type 57. Se trataba de una variante de competición de aquel coche, de la cual se fabricarían solo 10 ejemplares, pero fue uno de ellos el más llamativo.

Se trataba del Roadster Grand Raid Usine, un ejemplar único fabricado sobre el chasis 57222 que destacaba por una llamativa carrocería de aluminio. Además, como toque final, estaba pintado en la combinación de colores favorita del fundador de la marca, Ettore Bugatti: negro y amarillo. Sin duda, era y es un deportivo sorprendente, pero también muy misterioso.

Hay muchas dudas sobre su origen, ya que la palabra “Usine” jamás fue una denominación oficial de este fabricante. Además, lo que más define a este ejemplar es su aspecto, pero tampoco se conocen todos los detalles sobre ello. Eso sí, se dice que el diseño del Bugatti Type 57 Roadster Grand Raid Usine fue obra de Jean Bugatti, hijo del fundador.

Bugatti Type 57 Roadster Grand Raid Usine

Al margen de quien sea su creador, la estética de este clásico es espectacular. En general, podemos apreciar una carrocería enfocada a maximizar la aerodinámica, con unas formas suaves y unos pasos de rueda traseros carenados. Sin embargo, lo más llamativo aquí es la zaga, marcada por los pliegues de los pasos de rueda y los nacidos en los reposacabezas.

Eso sí, no debemos olvidar que la función de estos elementos no era dar lugar a una apariencia llamativa, sino ayudar a un mejor rendimiento en competición. Así, tras ser desvelado en París, el coche participó en el rally París-Niza con el piloto Pierre Veyron -sí, de él proviene el nombre del superdeportivo- al volante. 

Aquella prueba marcó el debut de este clásico, pero su principal triunfo llegó al año siguiente. En abril de 1935, el Bugatti Type 57 Roadster Grand Raid Usine participó en la subida de Chavigny, donde se hizo con la victoria con Robert Benoist como piloto. Así, este modelo demostró su valía antes de ser vendido a un particular tras la Segunda Guerra Mundial, en 1946.

Entonces, el descapotable pasó a un nuevo dueño, el cual aprovechó para realizarle algunas modificaciones. De esta forma, quedaron alterados elementos como los faros de los pasos de rueda delanteros, pero todo quedó revertido años después. Actualmente, este bólido ha sido restaurado y presenta la misma configuración con la que fue desvelado en París hace 88 años.

Así permanecerá, ya que se trata de uno de los coches más exclusivos del planeta, una joya que puede ser admirada desde 2001 en el museo Louwman de La Haya. Allí permanece expuesto este Bugatti Type 57 Roadster Grand Raid Usine, junto a muchos otros automóviles y motocicletas sensacionales. Un lugar adecuado para una obra de arte, sin duda.