Bugatti no siempre fue azul... ¡Esta es la historia de su famoso amarillo y negro!

Colección Bugatti de los hermanos Schlumpf (Museo Nacional del Automóvil de Mulhouse)

El azul no es el único color conocido del fabricante de superdeportivos de lujo

La historia de la marca Bugatti ha estado marcada por un color: el French Racing Blue, al igual que la de Ferrari lo está por el Rosso Corsa. Sin embargo, la combinación cromática favorita del fundador de la compañía, Ettore Bugatti, fue otra.

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Los colores amarillo y negro destacaron desde los primeros tiempos de los coches clásicos de lujo de Ettore, y han perdurado hasta la actualidad a través de los diseños de su hijo, Jean Bugatti, y los modernos deportivos de la marca.

Un color vibrante nacido en la competición

En los albores de la competición durante aquellos primigenios grandes premios (que aún nada tenían que ver con la Fórmula 1), la influencia del Art Deco llevó a Bugatti a vestir a sus bólidos en algunas ocasiones con esta curiosa combinación que más tarde se trasladó a los modelos de calle.

Ejemplo de ello es el Bugatti Type 1 Royale de Ettore, o el Type 40 Roadster con el mismo esquema de decoración. El famoso Bugatti Type 55 que diseñó Jean con un motor de 8 cilindros en línea derivado de la competición es uno de los grandes deportivos de la marca, y muchas de las unidades fabricadas se pintaron de amarillo y negro, además del blanco, rojo y azul.

En la era contemporánea, la compañía presentó en 2014 el Bugatti Veyron 16.4 Grand Sport Vitesse en amarillo y negro como homenaje al fundador que incluso vistió la combinación de amarillo y negro también en su interior, con el cuero oscuro y las costuras en el vibrante tono.

También el primer Bugatti Chiron entregado en América del Norte se vistió de fibra de carbono amarilla y negro brillante. Más tarde, con el Chiron Pur Sport de 2020, los diseñadores de Molsheim concibieron un tono amarillo que contrasta con reflejos turquesa de su fibra de carbono, colocando en consonancia los dos especiales colores.

"En casi todo lo que hacemos nos inspiramos en la familia fundadora de Bugatti, inventando nuestras propias tecnologías y superando los límites del diseño y la elegancia. [ ] Como dijo Ettore: 'Si es comparable, ya no es Bugatti", afirmó Achim Anscheidt, director de diseño de Bugatti.

"Por eso el amarillo y el negro sigue siendo una combinación tan importante para nosotros, tanto como equipo de diseño como marca. Aunque, por supuesto, siempre intentamos reinventarlo", continuó.

En la actualidad, la colección de los hermanos Schlumpf (la mayor compilación de coches Bugatti del mundo), expone en el Museo Nacional del Automóvil de Mulhouse más de 400 bólidos de los cuales muchos visten las galas preferidas por Ettore hace más de un siglo.