Divide y vencerás: La separación de poderes entre Renault, Nissan y Mitsubishi da sus frutos

Jean-Dominique Senard, Renault (izquierda) e Hiroto Saikawa, CEO de Nissan.

Gustavo López Sirvent

Se basan en la estrategia de 'líder-seguidor'

La separación de poderes siempre se ha dicho que es una garantía democrática en cualquier índole de la vida. En el mundo de la automoción hay ejemplos donde el "divide y vencerás" está siendo rentable para todos los implicados. Se trata de la alianza automovilística Renault-Nissan-Mitsubishi. Se han basado en la estrategia de 'líder-seguidor' que pasamos a explicar.

La idea contempla ceder el liderazgo en cada país o región a una de sus marcas y repartir entre ellas el desarrollo de los diferentes modelos y de las tecnologías de propulsión y conectividad, que, más adelante, se expondrán para que las utilice el resto. 

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Cada enseña será la referencia en una familia de modelos y el resto seguirán la senda marcada. Mientras Renault se encarga de las arquitecturas y plataformas electrificadas, Mitsubishi establecerá los estándares en híbridos enchufables, quedando los sistemas de conducción autónoma y las motorizaciones eléctricas de la mano de Nissan.

Hay tres objetivos claramente marcados, de cara a que esta unión sea fructífera: 1- reforzar la competitividad; 2- Reducir los costes; 3- Aumentar la eficiencia en cada diseño.

Ya se está aplicando el plan a trazar. Habrá una operativa que designe a una empresa para encabezar un proyecto, al que el resto de firmas se adherirán. Esta decisión permitirá reducir un 40% las inversiones necesarias para el lanzamiento de nuevos vehículos.

De esta manera, se van a reforzar las medidas de estandarización en la alianza en todas las áreas, al tiempo que en cada segmento de producto se establecerá un 'vehículo matriz' que contará con parientes consanguíneos de otras marcas desarrollados por la firma que lidere. 

La meta que se busca es que estos modelos líderes se desarrollen de la forma más competitiva y eficiente, tal y como ya se está haciendo en el segmento de vehículos comerciales. 

Las tres marcas en liza ya se han encargado de dividir en regiones sus operaciones mundiales, con el fin de que cada una de las compañías centre su operativa en su región de referencia que sirva de guía para el resto en dicha zona. 

Bajo este croquis, Nissan será la marca referencia en China, Norteamérica y Japón. Renault liderará en Europa, Sudamérica, Rusia y Norte de África. Por último, Mitsubishi se queda como marca de referencia en Oceanía y el sudeste asiático.

Esa política de 'líder seguidor' asegura que cada compañía continúe compartiendo la inversión en plataformas, mecánicas y tecnologías. Además, provocará que las compañías saquen el mayor rédito posible de su experiencia y competitividad y reforzar la colaboración entre ellas.

Si nos fijamos en la actualidad, el intercambio tecnológico ha triunfado en el desarrollo de motores y plataformas muy eficientes como y la CMF-B del Renault Clio y el Nissan Juke, o la plataforma kei car para Nissan Dayz y Mitsubishi eK Wagon. Las plataformas CMF-C / D y CMF-EV serán las siguientes.

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