Opinión: ¿por qué los coches chinos no vienen a Europa?

Qoros 3 GT
La verdad, sería un puntazo...

Los coches chinos despiertan una gran intriga fuera del lugar al que pertenecen y eso es, en buena parte, por la mala fama que les rodea. Sin embargo, si eres de los que piensa que subirte a uno de ellos es hacerlo en una copia y jugarte el pellejo, estás equivocado (en cierta parte).

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Es cierto que hay coches chinos que no alcanzan, ni por asomo, la calidad que se podría esperar de un vehículo legal para circular por la vía pública, pero hay otros que serían totalmente capaces de competir con los grandes fabricantes europeos y alguno americano movido por electricidad. Sí, por si cabía alguna duda, hablo de Tesla.

Pero entonces, ¿por qué los coches chinos no vienen a Europa? Actualmente, marcas como Qoros, el gran gigante asiático Geely -que, te recuerdo, trabaja ya junto a Volvo y Smart en una 'joint venture'- o Great Wall tienen en su portfolio vehículos muy capaces, equipados con las últimas tecnologías, un diseño muy atractivo y ‘europeo’ y sobre todo, solidez y buenos acabados. 

Sin embargo, no podemos adquirirlos dentro de nuestras fronteras. Y el motivo está claro. China es un país con más de 1.395 millones de habitantes y, como pude comprobar durante mi visita al país en general y al Salón de Shanghái 2019 en particular, entre ellos hay un gran aprecio por el producto nacional.

Coches chinos en Europa: ¿qué necesidad?

Por tanto, el éxito de estos fabricantes en su propio país es tan importante que, realmente, no tienen necesidad de salir de allí para demostrar absolutamente nada. ¿Sería interesante ver de qué manera se ganarían la confianza en Europa?

Desde luego que sí. De hecho, algunos de los coches de Geely, como el Geely Binrui, ofrecen una calidad y sensaciones muy similares a sus primos de Volvo -así como imagen- y lo hacen a un precio bastante asequible: en torno a 14.600 euros. 

Supongo que en este caso, traer algo parecido a Europa sería apostar por el canibalismo y habrán decidido que cada mochuelo a su olivo, pero con este ejemplo queda claro que si los grandes y más potentes fabricantes europeos no vienen a Europa, hay un gran motivo. Y poca necesidad de hacerlo...