El Peugeot 404 Diésel Record es uno de esos oasis en la historia del automóvil. Hoy, muchos no pueden entender que un coche diésel pudiese ser protagonista para conseguir récords de velocidad y de resistencia, pero en 1965 las cosas eran muy diferentes. La década de los 60 fue la década del auge del diésel: muchas eran las marcas que querían popularizar este combustible para usarse en coches de calle y Peugeot tenía el arma para demostrar su eficiencia.

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Y muchas fueron las marcas que luchaban por convencer a la gente que no hablábamos de un combustible únicamente interesante para vehículos pesados o máquinas de trabajo industrial. Los fabricantes alemanes apostaban por el diésel, especialmente Mercedes, pero desde Francia también creían en el buen rendimiento de este combustible: especialmente interesante en términos de fiabilidad y eficiencia.

El Mercedes C111 fue uno de los buenos ejemplos de coche creado para mejorar la imagen del diésel, pero en Francia también tuvieron su particular prototipo atractivo para convencer a la gente. El Peugeot 404 Diésel Record no puede ser más atractivo. Sobre la elegante y bella carrocería del coupé francés se creó un monoplaza único en su especie.

Su carrocería se afiló en todos los sentidos, su diseño tenía mucha personalidad y su habitáculo tenía una parabrisas muy aerodinámico y una zaga rompedora. Sin duda, estéticamente era muy chulo, especialmente en su espectacular combinación de color donde azul, blanco y amarillo se combinaban con gusto.

Demostrar el potencial del diésel

¿Y cómo podía mejorar la imagen del diésel? Apostando por las grandes cualidades de ese combustible en aquella época: una buena fiabilidad, especialmente en condiciones extremas, y unas prestaciones que podían ser más que aptas para un coche de calle. 

El Peugeot 404 Diésel Record viajó hasta el Autódromo de Monthléry, cerca de París, en junio de 1965. El objetivo era completar un maratón de 72 horas y 5.000 kilómetros. No solo lo hizo sin sufrir fallos mecánicos y con un gran estilo (son espectaculares las fotos de esta flecha azul rondando por el peralte), sino que consiguió batir 22 récord mundiales.

Y es que la velocidad media fue de 160 km/h, nada mal para estar 3 días rodando sin parar. Este esfuerzo extremo dejo patente la buena fiabilidad de los motores diésel. Pero por si esta hazaña fuera poca, se decidió mejorar. ¡Semanas después el Peugeot 404 Diésel Record logró otros 18 nuevos récord tras completar 11.000 km!

Sin duda, el Peugeot 404 Diésel es uno de los coches franceses más chulos de los 60 y de la historia. Su carrocería tiene mucho estilo y lo que consiguió fue espectacular. Decenas de récords pulverizados. Hoy, este ejemplar se conserva en el Museo de la Aventura de Peugeot, en Sochaux, Francia, y sigue siendo inspiración para los diseñadores de la marca. ¡Un coche muy especial con una historia aún más especial!