¿Puede el Seat Arona robarle ventas a su hermano el Seat Ateca?

El hermano pequeño del Seat Ateca ha llegado y podría convertirse en el peor enemigo del mencionado SUV.

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Llegas al concesionario dispuesto a comprarte ese SUV de 2017 del que tanto has oído hablar, el Seat Ateca. Dando un paseo por su carrocería ves al lado uno igualmente atractivo pero a un precio más contenido. Echas un ojo y lo único que te hace pensar es que su cuerpo es algo más pequeño. Entonces piensas, ¿realmente necesito ese espacio de más? Quizás me sirva con éste. Y es que el precio… Podría ser una escena habitual en un concesionario Seat. El hermano pequeño del Ateca ha llegado y podría convertirse en el peor enemigo del mencionado SUV. Pero, ¿hasta qué punto? ¿Puede el Seat Arona robarle ventas a su hermano el Seat Ateca?

El Seat Arona aterriza finalmente en los concesionarios españoles. Cuando la marca española aún pasa la “resaca” del triunfo del Seat Ateca se atreven a lanzar otro SUV, esta vez más pequeño. La configuración es similar, una carrocería atractiva, un interior bien terminado y una gama mecánica completa. En teoría, los objetivos son diferentes, pues mientras que el nuevo Seat Ateca se dirige a un público más amplio, que utilizará el coche tanto para ir a trabajar como para salir de aventura el fin de semana, el pequeño Arona se limita más a la vida urbana. Aunque esto es solo en teoría.

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La carrocería del pequeño SUV de la casa española cuenta con unas cotas interesantes. Su carrocería mide 4,13 metros de largo por 1,78 de ancho y 1,55 metros de alto. Como era de esperar es más corto que el Ateca más bajo y menos ancho, aunque tampoco le separan distancias abismales. Igualmente, su maletero cumple, con una capacidad declarada de 400 litros, uno de los mejores baúles del segmento B-SUV. Aquí tienes los rivales del Seat Arona.

En el mismo habitáculo, no le falta equipamiento. A pesar de ser un todocamino orientado al mundo urbanita, su interior está tan bien terminado como el de su hermano mayor. En él podemos destacar una pantalla de 8 pulgadas de accionamiento táctil con conectividad Android y Apple Car, cámara de visión trasera, control de crucero, asistente al aparcamiento, iluminación LED, display en cuadro de instrumentos… Un conjunto que nada tiene que envidiar al que ofrece el Seat Ateca.

La oferta mecánica de Arona y Ateca, clave

La oferta mecánica del pequeño todocamino es otro de sus argumentos de peso. Su lista arranca en el motor gasolina de 95 caballos de potencia del grupo, estirándose hasta un 150 CV que monta la versión FR. Su hermano mayor, ofrece a los clientes una oferta que termina con una mecánica de 190 caballos de potencia, aunque hablamos de un coche más corpulento y por tanto más pesado. Luego está el precio, que en el caso del Seat Arona arranca en unos 13.900 euros mientras que con el Seat Ateca coquetearemos con los 20.000 euros.

Entonces, definitivamente, ¿puede el Seat Arona robarle ventas a su hermano el Seat Ateca? La respuesta no es cara o cruz, no hay blanco o negro, sino gris. Seat sigue con su ofensiva lógica y quiere darle al cliente todo lo que busca. Si el Ateca le parece grande o caro tiene otra gran alternativa igual de interesante pero en formato contenido. La idea es que el cliente no salga del concesionario sin un apretón de manos que cierre una operación con el comercial. Sí, puede que el ritmo de ventas voraz del Seat Ateca vea como algún cliente se escapa, pero seguirá quedándose en la marca.

Las diferencias están bien marcadas. El cliente potencial del Seat Ateca demandará ese espacio demás, mientras que el del Seat Arona buscará, como premisa indiscutible, un precio contenido y una imagen atractiva. El Nissan Juke es una de las referencias del segmento SUV urbano, siendo su hermano mayor, el Nissan Qashqai, un superventas en el segmento C-SUV. Un buen ejemplo de adaptación.

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