Sé que vas a creer que es imposible, pero uno de los cepos que nos hacen pensar que los coches americanos molan más y un pequeño utilitario italiano pudieron haber sido hermanos para siempre... de no haber sido por la cabezonería de unos cuantos diseñadores. ¿Quieres saber qué tienen en común el Plymouth Barracuda y el Fiat Panda? Toma asiento y prepárate, porque lo que te voy a contar puede que te haga marearte un poco. 

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Es muy probable que el simpático nombre de Panda te haga sonreír al evocar a uno de los modelos más queridos que han nacido en el seno de nuestros vecinos italianos... y que Seat tuvo dentro de su gama hasta la aparición en el mercado del Marbella y después el Arosa. ¿Cómo te quedarías si te dijera que el nombre de ese simpático osito asiático también conocido como Ailuropoda melanoleuca -estás flipando ahora mismo, lo sé- estuvo a punto de ser el que luciría uno de los iconos americanos de los años 60 y 70? Pues va completamente en serio. 

Según cuenta uno de sus diseñadores, la plana mayor de Plymouth estaba completamente convencida de bautizar a su nuevo modelo con el mismo nombre que años después llevaría el icono italiano de la simplicidad y el pragmatismo: "los jefes llegaron a nosotros con la idea de ponerle Panda a nuestro coche", afirma John Samsen. "Nos pareció escandalosamente horrible y nos ordenaron proponer alternativas, de las cuales salió elegida la de Barracuda". Sinceramente, creo que fue una de esas ocasiones en las que el destino juega a favor de quienes se encuentran en una situación difícil. ¿Te imaginas que se hubiera terminado llamando así. Probablemente hoy lo estaríamos incluyendo entre los coches con los nombres más horrorosos que existen. Y con razón. 

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Ahora ya sabes qué tienen en común el Plymouth Barracuda y el Fiat Panda. Ve a vacilar a tu cuñado. ¿No dice él mismo que su Málaga tenía motor Porsche?