La concienciación de las marcas automotrices ante el cambio climático permite a la ciencia investigar combustibles para que las emisiones a la atmósfera sean lo más limpias posibles. A las ya conocidas de los vehículos eléctricos y de hidrógeno debemos añadir una tercera: el carburante sintético o 'e-fuel'.

Aunque todavía no se comercializa, en breve espacio de tiempo lo podrás encontrar en tu gasolinera habitual. Con él se conseguiría dar más vida al motor de combustión interna, que tiene los años contados (en principio, hasta 2035, como ya sabes).

Por este motivo, te vamos a presentar tres soluciones que te va a ofrecer este e-fuel:

• Es un combustible neutro en carbono. Se obtiene mediante electrólisis empleando hidrógeno y dióxido de carbono que se absorbe de la atmósfera, por lo que las emisiones producidas durante la combustión del combustible se compensan con las obtenidas para su producción.
• La segunda medida es que es la alternativa más viable para conservar los motores de combustión interna más allá de la prohibición de 2035.
• Y la tercera vía resolutiva que aporta el combustible sintético e-Fuel es que es un carburante idóneo para el transporte terrestre, aéreo y marítimo, donde convertir este tipo de vehículos a sistemas de propulsión eléctricos es prácticamente una quimera, por no decir imposible. 

Además, es compatible con las infraestructuras actuales, es decir, las gasolineras, con lo que no habría que implementar nuevas estaciones como ocurre con los vehículos eléctricos o de hidrógeno.

¿Dónde se va a fabricar?

En principio hay empresas como Repsol que ya están trabajando en construir plantas de combustibles sintéticos en España, en concreto va a haber una en Bilbao, que iniciará la producción en fase demostrativa en 2024. En esta factoría se producirán 2.100 toneladas de combustible a partir del CO2 capturado e hidrógeno verde para aviones, barcos y camiones.

Este proyecto contará con un electrolizador de 10 megavatios (MW) que será desarrollado por Enagás y el Ente Vasco de la Energía. El proyecto, que parte con un presupuesto de 60 millones de euros, cuenta también con la participación de la petrolera Saudi Aramco y con el apoyo de Petronor y Kutxa Bank.

Igualmente, varios fabricantes como  Audi o Porsche también han anunciado en los últimos años su intención de aliarse con compañías químicas para producir combustibles sintéticos y dar así una alternativa viable a los motores de combustión, que tantos quebraderos de cabeza están dando al cambio climático con sus emisiones de CO2.