Hay algo tremendamente satisfactorio, casi poético, en cualquier vídeo de drifting. Pero la forma de deslizarse sobre la nieve que tiene este Lada 2105 es especial. Quizá sea por encontrarse en su hábitat natural: hielo y unas temperaturas muy bajas, como indican en jalopnik.com.

Para combatir estas condiciones, nada mejor que un pasatiempo que te haga hervir la sangre y recordarte que estás vivo, como… el drifting. Y hay pocos coches que lo soporten si tienen que enfrentarse a estas inclemencias. Pero el Lada es uno de ellos. Robusto como un oso y fabricado con el acero soviético de mayor grosor que te imagines.

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Evidentemente, un vehículo ruso sabe cómo apañárselas en medio de las brutales circunstancias que el invierno impone en su país natal. Y su conductor también parece experto en estas lides: no es la primera vez que se pone al volante con el fin de pasearse de lado sobre una gruesa capa de nieve. Se trata de un piloto de las Scherbinka Drift Series: con su Lada 2105 convenientemente adaptado, patina con precisión, los neumáticos arrancan nubes de polvo a la superficie. La estampa es francamente idílica.