Volvo 850 T5 R: el Station Wagon deportivo que marcó el camino a una generación

Volvo 850 T5 R

Gustavo López Sirvent

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El modelo familiar de Volvo fue la continuidad mejorada del 850 T5 y la versión familiar añadió ese plus de atractivo...

No sabemos si fue casual o no, pero los suecos Roxette lanzaron al mercado su album 'Crash, boom, bang' en 1994 con una canción titulada 'sleeping in my car'. Un año antes llegaría otro bombazo con acento de Gotemburgo: el Volvo 850 T5 R. 

Muchos se aventuran a decir que fue el modelo que revolucionó a la marca nórdica. Y más cuando tras la berlina llegó su carrocería familiar: saludemos al Station Wagon deportivo. 

Este vehículo familiar tuvo su origen en el 850, que nació en 1991 y que rompió esquemas al ser la primera berlina de la marca con tracción delantera, algo que, hasta entonces, había reservado a modelos de segmentos inferiores. 

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Además, montó una mecánica más moderna de cinco cilindros en posición transversal, que mandaba toda la potencia al eje anterior.

Pero centrémonos en el Volvo T5 R. A pesar de su aspecto familiar, Volvo apostó fuerte por incluirlo en las carreras hasta el punto de que ha sido quizá el participante más peculiar del BTCC, el Campeonato Británico de Turismos

Volvo 850 SW BTCC

Como era de esperar, causó sensación: primero por ser poco habitual ver a un familiar apurando curvas; y segundo por su notable rendimiento en la pista.

Fuera de los circuitos, se diferenció del 850 añadiendo un turbo al motor de cinco cilindros, de manera que la potencia pasaba de 170 a 225 CV.  El hecho de alcanzar esa cifra le convirtió en una de las berlinas más potente del mercado e igualaba a su rival más directo, el Saab 9000 Aero

Pero no quedó ahí la cosa y la ambición fue a más. Retocaron la sobrealimentación del motor, introduciendo la función Overboost que aumentaba la potencia hasta los 240 CV durante un tiempo. 

Hubo más mejoras respecto al modelo primigenio de esta saga. Volvo ajustó las suspensiones, rebajó la altura libre al suelo, montó unas llantas de cinco brazos en negro y pintó la carrocería de un color amarillo que pasaría a los anales de la historia. 

Volvo T5 R (2)

Los suecos presumieron, como siempre, de ser pioneros en el apartado de seguridad. Y es que en este caso no podían sino impulsar eso: había mucho en juego.

No en vano, el Volvo 850 T5 R estaba equipado con los mismos elementos que el 850, es decir, la estructura del chasis había sido diseñada para soportar la energía de impactos laterales por todo el suelo y el techo del vehículo: se llamaba SIPS (Side Impact Protection System) y garantizaba una excelente protección a los ocupantes en caso de impacto lateral.

Volvo T5 R (3)

Su comportamiento dinámico tenía sus pros y sus contras. En la parte positiva, el Volvo 850 T5 R destacaba por su capacidad de aceleración y de recuperación. 

Sin embargo, el aspecto negativo llegaba por dos puntos: con las fuertes aceleraciones, con las que el coche perdía motricidad; y la dirección, a la que le faltaba precisión. Era como si no pudiera soportar tanta cantidad de par en el eje delantero...