Las suscripciones son un modelo de negocio muy de moda hoy en día. Netflix, Amazon Prime, o DAZN, videojuegos, software de todo tipo... El mundo digital está inmerso en esta forma de recaudación, y el mercado de la automoción parece no quedarse atrás. Aunque sin librarse de la polémica, como es el caso de BMW.

La marca alemana ha asegurado a través de un informe en Bloomberg y su portavoz, Torsten Julich, que este tipo de servicios serán un importante generador de ingresos, estimando unas ventas de 5.000 millones de euros en esta década.

"Sabemos por nuestros clientes que sus demandas de movilidad no son tan estáticas como solían ser", aseguró Julich. Aunque en general, la población opina lo contrario. Las redes sociales se han incendiado con usuarios de todo tipo y famosos influencers clamando contra estas prácticas.

Siendo sinceros, el pago por la conducción autónoma de Tesla puede ser pasado por alto. Al fin y al cabo, se trata de un software desarrollado posteriormente que está en continua evolución. Sin embargo, BMW parecer afirmar que a los compradores de sus coches no les importará pagar por poder encender los asientos calefactables (ya instalados en el vehículo).

No, no es una broma, aunque lo parezca. Además de ello, la marca alemana parece tener planes para pagar una suscripción por el uso del volante calefactable, las luces altas automáticas o el control de crucero adaptativo, como destacaron recientemente en CarsCoops...

Componentes por los que se supone que el cliente ya ha pagado al comprar el coche con ellos instalados, y por los que deberá seguir pagando para su disfrute. Al menos en países seleccionados, según la compañía.

Si bien, esto no es culpa únicamente de BMW. Otros fabricantes como Ford y Volkswagen comparten la misma idea. Una que, sin duda, enfrentará a las marcas con sus clientes en el futuro y puede suponer un factor diferenciador con otras opciones del mercado, aunque parece que los tiempos pasados no van a volver, y el futuro parece poco halagüeño...