El Seat León es un coche de éxito; los números han hablado: cuenta con 2,3 millones de unidades vendidas en todas sus generaciones. La tercera fue un éxito de ventas en España desde su salida al mercado en 2014 y la cuarta generación de este Seat, la actual, aspira a convertirse en lo mejor de la saga. 

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Es el primero completamente conectado para la marca, incorpora nuevas tecnologías de propulsión -gasolina, diésel, Gas Natural comprimido, Mild-Hybrid e híbrido enchufable- y ha obtenido recientemente cinco estrellas en las pruebas de seguridad Euro NCAP 2020, la máxima puntuación.

Pero además, cuenta con una revolucionaria tecnología de iluminación que ha supuesto un desafío tanto para los diseñadores como para los ingenieros... con los LED como protagonistas.

“Nos permite tener mucha más cantidad de luz en una superficie mucho más pequeña y, con ello, podemos trabajar con ella de una forma mucho más eficiente”, explica Magnolia Paredes, responsable de Desarrollo Electrónico de Iluminación de Seat.

En total, son 340 los LED presentes en el nuevo Seat León y para conseguir el resultado final de los sistemas de iluminación, han tenido que llevar a cabo un largo proceso de desarrollo: han pasado 2.500 horas trabajando en ellos, 800 de las cuales han sido completamente a oscuras. 

Una de las múltiples virtudes de los LED es que permite proyectar una luz mucho más blanca que la de otras tecnologías, lo cual "permite identificar mejor la forma y el color de los objetos que encontramos de noche en la carretera", explica Paredes. 

"Eso nos permite en todo momento una mayor capacidad de anticipación ante cualquier circunstancia que nos pudiéramos encontrar”, añade. Además, “las señales luminosas se unen a las acústicas para alertar, por ejemplo, de que tenemos una puerta mal cerrada o de si se acerca un vehículo por detrás en el momento en que nos disponemos a salir del coche”. 

Por supuesto, la luz interior del Seat León también es destacable, un arco de luz envolvente que no ha estado exento de retos para los programadores de la compañía, que necesitaban obtener un resultado funcional. 

Por ejemplo, "la intensidad de la luz subirá a medida que aceleremos para hacernos más conscientes de la velocidad y si viajando con niños tenemos las puertas traseras bloqueadas se iluminará en rojo si intentan abrirlas”.