El McLaren Speedtail, por Chris Harris

McLaren Speedtail

Alguien más listo que yo podrá explicar por qué colocar el volante y el asiento del conductor en el centro de la cabina de un automóvil lo hace sentir tan especial. Yo solo puedo especular, pero en el momento en que abres la puerta del McLaren Speedtail y sobrevuelvas el asiento del acompañante y luego te acomodas tras el volante todo se vuelve irrelevante.

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De repente, eres cualquiera de las cosas que tu niño interior podría soñar: un piloto de combate, o incluso el propietario del McLaren F1. Cuando lo hice yo, disfruté de unos momentos colocando mis manos en el volante y gozando con la simetría que ofrece la posición central de conducción; en realidad, tal vez esa sea la respuesta a la pregunta. Se nos dice que la clave  de la verdadera belleza radica en eso, en la simetría, y la vista idéntica a izquierda y derecha del cuentavueltas del McLaren es sencillamente indescriptible.

La presencia y las emociones que generan los superdeportivos en estático es la moneda con la que comercian sus fabricantes: el uso de este tipo de coches es prácticamente nulo, por eso el factor prestacional se ha vuelto cada vez menos importante a pesar de estar ante cifras absurdas, pero la necesidad de deslumbrar con un estilo extraño y formas violentas y agresivas se ha instalado y, gradualmente, el superdeportivo medio se ha transformado en una fea y extraña colección de ángulos discordantes. 

¿Está pinchando la burbuja de los superdeportivos?

El McLaren Speedtail es el antídoto para eso. Es pura elegancia y delicadeza con esas formas aerodinámicas suaves. Qué irónico que esta carrocería venga del mismo lugar del que salió el estéticamente vulgar Senna.

La forma en que McLaren ha crecido unos centímetros adicionales a base de fibra de carbono, o te gusta o la odias, pero probablemente puedas adivinar que al menos es llamativa. Y es, en la mejor tradición de diseño de automóviles, debido principalmente a la actividad que se prevé del propio vehículo. En este caso, velocidades muy altas.

El Speedtail tiene una velocidad máxima de 402 km/h. Después de conducir un Chiron y sentir la forma en que el McLaren llega más allá de los 350, solo puedo decir que esa afirmación parece muy conservadora. Este coche se desliza por el aire con la desconcertante falta de resistencia que no he experimentado desde que conduje un Jaguar D-Type en Le Mans.

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Aun así, los grandes coches requieren grandes números, y el McLaren Speedtail tiene una potencia de 1.050 CV procedentes de un V8 híbrido de 4,0 litros con doble turbocompresor, gestionado por una caja de cambios de doble embrague que permite golpear el asfalto a través de las ruedas traseras. 

 La unión de una gran potencia, algo tan ligero es absolutamente convincente

Probablemente no hubiera elegido un aeródromo húmedo como el lugar para averiguar cómo de rápido se siente este automóvil. Con el control de tracción configurado en el modo Track para una menor intrusión de los sistemas, el Speedtail patina incluso en tercera cuando pisas a fondo. Pasa los 160 en unos seis segundos, pero solo cuando metes cuarta sientes que pertenece a una categoría de velocidad que hace que el Ferrari 812 parezca un Fiat 500. Es absolutamente salvaje.

McLaren Speedtail

La tentación de mirar cómo sube el velocímetro se vence fácilmente por la necesidad de mirar hacia adelante, porque flota un poco a medida que se acerca a 300 km/h. Nada preocupante, solo un detalle que probablemente haría que los ingenieros de Bugatti se gritaran entre sí consultando sus ordenadores portátiles.

Y el Speedtail continúa. La unión de una gran potencia que empuja algo tan ligero y tan aerodinámico es absolutamente convincente. Quizás la parte más intrigante y reveladora de su comportamiento es que cuando levantas a 350 no disminuye mucho la velocidad. Se desliza con una serenidad que te hace preguntarte si realmente podría alcanzarla con solo 300 CV.

Cuando levantas a 350 no disminuye mucho la velocidad

No pasé de 360 porque esta unidad es uno de esos prototipos que los fabricantes de automóviles usan para perfeccionar el producto final. Bueno, y porque la pista se acabó. Pero la pregunta principal que dejó en mi cabeza fue por qué McLaren no había puesto facilidades para alcanzar su velocidad máxima. Y entonces recordé algunas de las soluciones locas de ingeniería que la gente de Bugatti me dijo que se necesitaban a partir de esa velocidad. 

McLaren Speedtail

Probablemente sea suficiente para ti y los 106 afortunados que podrán poseer uno de estos. Si el estilo es cautivador, el mensaje detrás del Speedtail y cómo su creador imagina que se está utilizando es simplemente refrescante.

Este es el futuro del que leíamos en las revistas de coches en los años ochenta, antes de la congestión y las redes viales en ruinas, antes de que nuestra especie contrajera su actual y absurda aversión por la velocidad. “¿Por qué los humanos de principios del siglo XXI repentinamente decidieron odiar la velocidad?”, preguntarán los exámenes de historia futura. “Porque eran imbéciles” será la respuesta.

Coches deportivos

Coches deportivos

Los coches deportivos nos hacen soñar despiertos: grandes prestaciones, promesa de sensaciones al volante, de una conducción sin igual. Los hay grandes, pequeños, bonitos, feos, caros y baratos. Pero todos ellos tienen en común una cosa: si merecen la pena, están aquí. ¡Sigue el link!

¿Qué tal con tres asientos?

¿Funciona la disposición de tres plazas? Parcialmente. Tres personas de 1,80 no caben, aunque todos sabemos que los grandes tipos se encogen milagrosamente rápido cuando se les ofrece la oportunidad de montar en algo muy especial y muy estrecho. Pero esos asientos laterales son más adecuados para gente más pequeña. 

El pragmático que hay en mí tiene que admitir que este automóvil no puede transportar a dos adultos grandes en él de la misma manera que un GT normalmente puede, y eso es un poco decepcionante. 

McLaren Speedtail

Supongo que lo suyo es también hablar sobre cómo va en zona de curvas. Reconozco que al principio estaba un poco preocupado por esta parte porque McLaren en realidad solo habla de aerodinámica, de ruedas que suavizan el flujo de aire y de alas traseras flexibles que emergen a alta velocidad. El discurso promocional es todo en línea recta, así que temía que se hubieran olvidado de un aspecto tan vital en un coche llamado a mandar sobre el asfalto.

Pero no tenía por qué preocuparme: el Speedtail es en realidad un 720S con una carrocería más estilizada y aerodinámica (a grandes rasgos), un deportivo tan bien hecho que a la sensación de que podría ahorrarse el 10 por ciento de su agilidad y agarre y aún así ser de lo mejor.

McLaren Speedtail

La complicada suspensión hidráulica del modelo del que deriva permanece (todas las ruedas están interconectadas y no tiene barra estabilizadora). El viaje es equilibrado, el grip es bueno incluso en mojado y la dirección ofrece peso y feeling en cantidades que los Ferrari modernos tanto echan de menos. 

Y además tiene un maletero generoso, por lo que el Speedtail también es práctico. La ergonomía se siente menos, al menos al principio: el deseo de mantener el tablero limpio y simétrico significa que algunos botones están colocados en zonas extrañas, como por ejemplo el montón de interruptores que hay encima de la cabeza del conductor.

En el mundo sin sentido del hipercoche, el Speedtail realmente es algo muy diferente. Creo que es el auto más interesante y convincente que McLaren ha fabricado desde el P1, y sinceramente espero que otros fabricantes de automóviles se inspiren en él para descartar la era de la fealdad.

Un texto de Chris Harris publicado originalmente en el número 23 de la revista TOP GEAR España

Nuestro veredicto

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Etiquetas: Hiperdeportivos