Prueba del Renault Twingo GT: ¿la diversión más concentrada?

Porque todo en la vida mejora si se apellida GT...

¿Prueba del Renault Twingo GT?

Oh, sí: por fin hemos podido tener la oportunidad de conducir el nuevo Renault Twingo GT, la versión más rápida del pequeño utilitario francés que, según afirman fuentes de la propia marca, será la más radical que podremos ver de él. Sí, olvídate de una versión Twingo RS tan chula como prometía el Twin´run... y no es la primera decepción del año de la mano de la marca del rombo: tampoco se fabricará el Renault Clio RS16

Pues vaya...

No te desanimes del todo, porque la receta seguida en este coche y que hemos podido degustar en la prueba del Renault Twingo GT no es para nada sosa: se trata de una versión animada por el mismo bloque de tres cilindros y 0,9 litros con turbo que equipan otros modelos de la gama pero con una puesta a punto específica que le permiten ofrecer 109 CV, suficientes para mover sus 1.055 kg de peso hasta los 100 km/h en menos de diez segundos... con una velocidad punta de 182. En serio. 

Esas cifras me suenan...

Por supuesto. Si leíste la prueba del Smart Brabus 2016 que realizó nuestro compañero Sergio González encontrarás muchas semejanzas entre ambos vehículos, aunque entre ambos existan un par de diferencias fundamentales: mientras que el Smart sólo puede ser adquirido con una caja de cambios automática, en el caso francés tendrás que lidiar personalmente con la potencia de su pequeño motor a través de una caja manual de cinco relaciones

¿Y la otra diferencia?

El precio: para llevarte el Brabus a casa tendrás que aflojar 19.550 euros... que se alejan bastante de los 16.420 -sin descuentos aplicados- que te piden los galos para llevarte una unidad como la de nuestra prueba del Renault Twingo GT contigo. 

Mmmmm... suena razonable. ¿No hubo un Twingo RS en el pasado?

Sí que lo hubo, y era genial. Estaba propulsado por un bloque de 1,6 litros asociado a una tracción delantera que lo convertían en una herramienta muy apropiada para pasar buenos ratos al volante... sin tener todo un arsenal de caballos bajo el pedal del acelerador. En este caso en la marca han decidido no incorporar las siglas RS a su nombre para no inducir a nadie a error, aunque han dejado bien claro que algo de mano han metido en el asunto colocando su nombre en la parte trasera del coche.

Yo tampoco entiendo nada. Pero da igual: gracias a ellos ahora el Twingo GT es 20 milímetros más bajo que uno normal, su suspensión es algo más dura y tiene unas llamativas llantas de 17 pulgadas calzadas con neumáticos Yokohama de serie. ¡Ah! Y el ESP -que no es desconectable- ha sido recalibrado para permitir algo más de deslizamiento en la parte trasera a la salida de las curvas... lo cual siempre es una buena noticia.

La receta de hacer que el coche deslice de atrás a propósito me resulta familiar...

Claro, porque es el mismo proceder que tiene el Ford Focus RS y su modo Drift -que fue descubierto por accidente-... pero no te vengas arriba: se trata de dos conceptos tan distintos que ni siquiera son comparables.

¿Y cómo va en curvas?

El coche se comporta bien, es ágil y gracias a los 20 CV extra que tiene su motor con respecto a sus hermanos  de gama es rápido y divertido. Pero sin estridencias. No creas que su ESP te dejará jugar con la parte trasera siempre que lo desees... porque no es así: es complicado que el coche te regale alguna cruzada en una curva salvo que la hagas en primera y aplastes el pedal a la salida. Otro cantar debe ser en mojado... pero aún no hemos tenido oportunidad de probarlo en esas condiciones.

¿Así que nada de derrapes? 

Por lo que hemos podido comprobar en nuestra prueba del Renault Twingo GT, no. El ESP puede ser menos intrusivo que en otros modelos del mercado, pero su presencia se deja notar más de lo esperado. Al fin y al cabo, se trata de un coche dirigido a un público que no prioriza las sensaciones de conducción ni busca un coche con el que reventar el cronómetro en un circuito. Ya existen unos cuantos modelos que pueden responder a esa necesidad en nuestro listado de los cohetes en miniatura que más nos gustan... 

No parece que te haya gustado... 

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Por supuesto que me ha gustado: el hecho de tener el motor localizado en la parte trasera -así como tu propulsión- convierten al Twingo en un coche tremendamente ágil para la ciudad. Es ligero, voluntarioso y su radio de giro es tan ridículo que podrías dar media vuelta con él en el pasillo de un supermercado sin hacer maniobras. Además tiene un maletero relativamente espacioso y la calidad de sus interiores no está nada mal. Pero no esperes el comportamiento de un Renault Clio RS 220 Trophy

Entonces... ¿no es un hot hatch propiamente dicho?

Nop. Al igual que sucede en modelos como el Renault Mégane GT -que ahora también tiene versión Sport Tourer-, el hecho de que las siglas RS hayan sido eliminadas para rebajar su caché también implican un cambio en el paradigma bajo el que tienes que analizar estas versiones. Tras haber realizado la prueba del Renault Twingo GT nos ha quedado claro que no es un coche pensado para quienes busquen obtener un subidón de adrenalina al volante. Mola mucho, sí. Pero no es un GTI al uso... ni tampoco lo pretende. No te preocupes, porque nosotros también nos vinimos arriba rápido en cuanto supimos de su existencia. 

Mal coche, pues.

Tampoco. Se trata de una solución perfecta para quienes busquen un coche para la ciudad con el que poder darse una alegría de vez en cuando, siempre teniendo en cuenta que no se trata de un Renault 5 Turbo. Es un vehículo fácil de llevar, amistoso, práctico y que tiene una imagen de lo más deportiva. Nada más... y nada menos. Y por un precio bastante más que razonable. ¿Ibas a comprar un Smart Brabus? Hazte con un Twingo usa la diferencia para... para... no sé: ¿comprarte un coche para tandas?

Texto: Stephen Dobie