"Acero y aluminio. No lavar en agua caliente. Puede encoger". Es el aviso que debería haber puesto la marca de la estrella al coche de la prueba, el Mercedes CLA 2019. Y es que la segunda generación sigue guardando el atractivo del CLS, pero en una carrocería más compacta. Y eso que está berlina coupé ha crecido en longitud, anchura, distancia entre ejes y vías. Por contra la altura ha menguado, ofreciendo una imagen aún más deportiva.

Para conseguir esa planta dinámica, Mercedes ha tirado de otros elementos estéticos, muchos de ellos con una función aerodinámica para que su coeficiente se quede en un remarcable 0'23 cx. Otros no, están ahí porque quedan bien, muy bien. Es el caso de la nervadura del capó, perceptible desde el puesto de conducción. No podía faltar la parrilla con efecto diamante, que ahora es activa; unos grupos ópticos de nuevo cuño, los delanteros más afilados y los traseros más grandes y divididos en dos partes -la matrícula ahora va alojada en la parte inferior, por lo que hay más espacio-; y las puertas sin marco. 

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Continúo con la prueba del Mercedes CLA 2019, está vez dentro, donde aprecio que no hay novedades respecto al Clase A. Llámame loco, pero creo que ofrece el mejor diseño del segmento. Porta la doble pantalla de 10,25 pulgadas, las toberas con diseño de turbina, el salpicadero partido y la luz ambiente con tropecientos colores. Pero no todo iba a ser bonito de mi gusto, porque el volante multifunción es molón, pero tiene la forma achatada por la parte inferior, algo con lo que no comulgo, y la moldura en negro piano no le da un aspecto más elegante, aunque se empeñen los fabricantes. Piano, piano.

Plazas traseras justas

Me dirijo a las plazas traseras, donde compruebo que el aumento de la batalla se nota en el espacio para las piernas. Es más que suficiente. No así el de la cabeza, que es mucho más justo. Mis padres han conseguido que mida 1'78 metros y es solo un dedo el que me separa de rozar con el techo.

Al César lo que es del César, la unidad de pruebas equipa techo panorámico, que siempre suele restar. También es justo el hueco reservado a los hombros, aunque esto es normal en el segmento, incluso en algunos modelos mucho más grandes. Lo que es menos habitual es que la plaza central tenga un respaldo y una banqueta dura, a lo que se suma un túnel de transmisión alto.

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A pesar de haber crecido en longitud, el maletero es más pequeño. Ahora cúbica 460 litros, 10 menos que el modelo anterior. A pesar de ello me parece una cifra muy digna. Además, ahora ofrece unas formas más regulares y la boca de carga es más baja y ancha.

La segunda generación está disponible con siete motorizaciones, de las cuales solo cinco llegarán a España. Para la prueba del Mercedes CLA Coupé 2019 he optado por el 250 4Matic, el más potente de la gama si sacamos de ella el CLA 35 AMG, que juega en una liga superior. Equipa un motor 2.0 de 224 CV con un comportamiento muy bueno. Tiene empuje desde las 1.800 rpm, que es cuando brinda todo su par, de 350 Nm, y que según sube de revoluciones mantiene ese punch hasta casi el corte para lograr un 0 a 100 km/h de 6,3 segundos. Está asociado a un cambio automático de doble embrague que funciona muy bien, pero que al iniciar la marcha desde parado me exige tener taco con el pedal derecho. 

Prueba del Mercedes CLA 2019: autobahn

Parte de la prueba del Mercedes CLA 2019 ha discurrido por la Autobahn, por lo que he podido superar con creces la velocidad límite en España. Sí, seré un inconsciente que no tiene aprecio por su vida, pero este inconsciente ha comprobado a 190 km/h lo bien insonorizado que está, tanto de ruido aerodinámico como de rodadura. 

Pero no solo de rectas vive el conductor. La ruta también ha tenido curvas, sirviéndome para confirmar que el trabajo que la marca ha realizado en la suspensión ha sido para bien. En los virajes mantiene la carrocería firme, sin apenas balanceos. Influye que las vías sean más anchas, 63 mm delante y 55 mm detrás. Al conjunto se suma una dirección, también ajustada, que permite abordar los giros con más confianza.

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Como era de esperar, el Mercedes CLA equipa mucha, mucha tecnología. La más destacada sigue siendo la del MBUX, el sistema de inteligencia artificial que ahora es capaz de responder a órdenes más complejas. Podría ser el participante perfecto en el programa 'Saber y ganar', porque tiene respuesta para preguntas como "¿Que porcentaje de grasa tienen los aguacates?", "¿Qué han hecho hoy los New York Yankees?”, "¿Cuál es la raíz cuadrada de cuatro?" O "¿Cómo ha evolucionado las acciones de bolsa de Apple en comparación con las de Microsoft?”.

Por desgracia solo lo hace en EEUU; el software para los coches europeos es distinto y no es tan efectivo. Eso sí, tiene sentido del humor, porque a mi petición de que me cuente un chiste, responde: "Lo siento, he sido creada por ingenieros alemanes".

El coche de la prueba, el Mercedes CLA Coupé 250 4Matic, tiene un precio de partida de 45.475 euros. Si no te sobra la pasta y quieres algo más baratito, tienes un CLA 180 desde 31.400 euros. Si prefieres diésel, lo siento. Lo te puedo dar precio porque las primeras unidades llegarán en verano. Eso si, sí te puedo adelantar que he probado el CLA 220d y funciona de maravilla...